Atrás de esta historia está el nombre Nicolás López, un exfutbolista, licenciado en Dirección de Empresas en la Universidad Católica, que a sus 49 años vuelve a repetir el camino, después de aquel formidable proceso que vivió con Rentistas (2019-2023).
Paysandú FC campeón Primera División C Nicolás López atrás de los jugadores
Los futbolistas de Paysandú FC celebran el título; atrás, Nicolás López observa
FOTO: @DivisionalCAUF
¿Quién es Nicolás López? "Es un Flaco que cuando lo vieron llegar al fútbol a poner dinero (en Rentistas) se reían. Decían que estaba loco", según lo definió él mismo en una entrevista con Referí en 2020.
Lo que desconocía el mundo del fútbol es que ese Flaco, al que tildaban de "loco" y que le puso cabeza empresarial a un fútbol uruguayo que allá por 2018 comenzaba a cambiar con las llegadas de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), lo está haciendo de nuevo.
Nicolás López SAD Rentistas
Nicolás López en 2020, cuando tenía el 50% de la SAD de Rentistas
FOTO: LEONARDO CARREÑO
Hace siete años atrás, el plantel de Rentistas entrenaba en el complejo deportivo que Nicolás López tenía en Carrasco, cuando un dirigente lo sorprendió con un ofrecimiento: invertir dinero en el fútbol, en el club del Cerrito de la Victoria, que tenía serios problemas para sostener el presupuesto.
Sin querer, aquella charla se transformó en la puerta de ingreso para López al inesperado mundo del fútbol, que lo recibió de manera muy especial.
En 2019 creó la SAD de Rentistas y lo que ocurrió en los siguientes dos años y medio se transformó en la obra perfecta: ascendió a Primera, ganó su primer título en la historia (el Apertura 2020, en una final con Nacional), jugó las finales del Uruguayo, clasificó a Copa Libertadores, vendió a Kike Olivera en cifras millonarias y, por un lado, le dio tanta gloria a los rojos como nunca había ocurrido al mismo tiempo que los éxitos multiplicaron su inversión.
Cuatro años después decidió dar un giro a su proyecto en Rentistas.
En 2023 puso la SAD a la venta, y mientras esperaba comprador de la empresa de la que tenía el 50%, sonó el teléfono para ofrecerle otro club de fútbol: Paysandú FC.
Desde la heróica, Uriel Pesce, un viejo amigo de López, compañero de las divisiones juveniles de Nacional.
"Venite para acá, Paysandú es una plaza para desarrollar. Hay mucha gente, es un departamento futbolero, tenemos un gran estadio. ¡Es ahora, Nico!", le dijo a quien por ese entonces estaba cerrando su etapa en Rentistas y se expresa siempre abierto para abordar cualquier opción de negocio que le plantearan.
Una frase del empresario en 2020 lo pinta de cuerpo entero: "Si a mí me llamás a una reunión para mirar un negocio, voy a ver el rubro que sea. Un edificio, un garaje, una fábrica de pastas. Hace unos días me llamaron para un club social y fui a verlo, y ese mismo amigo al otro día me dijo, 'tengo un hotel en Punta del Este para ver'. Y allá fui. Sobre el fútbol puedo decir (en 2020) que desde hace un tiempo cambio, mueve muchísimo dinero, es un negocio muy viable y rentable”.
En ese contexto, en 2023 a Nicolás se le encendió una luz, la del empresario que atiende cualquier propuesta que le realizan.
Lo repasó en la mente, mientras terminaba de hablar con su amigo, y antes de cortar la llamada ya estaba embalado de nuevo.
Era por ahí, y otra vez el fútbol le abría un camino.
Entonces fue a fondo. Le compró el activo fútbol a la SAD, que tenía licencia AUF, y generó una nueva sociedad anónima. Desde entonces, es dueño del 70% de Paysandú FC. El resto se lo reparten entre otros empresarios y amigos.
Más allá de los números, lo que se repitió fue el modelo de Rentistas, con las ventajas de que la experiencia del camino recorrido le habían afinado el ojo y su capacidad empresarial en el singular mundo del fútbol.
La diferencia entre Rentistas y Paysandú fue que esta vez el éxito apareció en el lugar menos esperado: las divisiones juveniles.
Las divisiones juveniles y la infraestructura. Para Nicolás López no hay crecimiento sin canchas apropiadas y condiciones para que los futbolistas, en formación o profesionales, puedan trabajar en las mejores condiciones.
Fue entonces cuando en un predio de ocho hectáreas construyó la Ciudad Deportiva de Paysandú FC, un complejo de dos canchas de césped sintético iluminadas (en una de ellas juegan los partidos oficiales de juveniles), cuatro de césped natural, una de fútbol infantil sintético, un gimnasio de 500 metros cuadrados, además de sala para cuerpo técnico, utilería, vestuarios, dormitorios para los jugadores que no son de la ciudad, sala de video. "Son 3.000 metros cuadrados construidos", dice con orgullo.
"¡Hice una locura! Una linda locura, porque tenemos una ciudad deportiva que está en el nivel de un equipo de Primera División Profesional. Entiendo que los juveniles y esa infraestructura son fundamentales para hacer de Paysandú una plaza fuerte de fútbol en Uruguay", explica.
Entonces, en 2023, con Paysandú FC compitiendo en Juveniles B, armó una estructura para dar el salto.
Al final de la temporada festejaba en el anonimato de los juveniles el gran salto a la A, lo que representa entrar en la elite del semillero y el futuro del fútbol con jugadores del departamento.
Actualmente Paysandú FC tiene 250 futbolistas en actividad desde los cuatro años hasta el profesionalismo.
En fútbol infantil compiten en la Liga Sanducera, en el fútbol formativo en Juveniles A de la AUF y con el plantel principal también en la AUF.
En el fútbol de Primera División había proyectado un rápido ascenso, pero la cancha le devolvió un camino más largo.
Su primer entrenador fue el Loco Sebastián Abreu, un golpe de efecto tremendo por lo que representaba el imán del exfutbolista. Entonces, Paysandú FC entró en el radar del fútbol uruguayo. Sin embargo, no alcanzó en la cancha. Recién en su tercer intento, este año bajo la dirección técnica de Juan Silvera, después de no conseguirlo en 2023 y 2024, logró el ascenso.
1654010933457.webp
El Loco Sebastián Abreu fue presentado en Paysandú FC en 2023
@PaysaFCOficial
¿Y ahora qué sigue? "Ahora vamos por el ascenso a Primera División en 2026 y por la Copa Libertadores luego".
Paysandú FC maneja un presupuesto alto para la Primera División C porque tiene a las cinco categorías de juveniles compitiendo en el fútbol uruguayo, que en su mayoría está compuesto por equipos de Montevideo.
Estadio Artigas de Paysandú Paysandú FC
El Estadio Artigas de Paysandú luce lleno cada vez que juega Paysandú FC
FOTO: @DivisionalCAUF
¿El objetivo? "Mantenerlo en Primera, formar jugadores para desarrollar y vender. Competir a nivel internacional, porque el sueño es jugar Libertadores. Y vender jugadores. Porque cuando este equipo llegue a Primera va a ser uno de los clubes que generan sus propios recursos con venta de entradas, derechos de TV y esponsorización".
De esta forma lo proyecta:
- Jugando en Primera, una vez al año podrá ser local ante Nacional y frente a Peñarol, y en cada partido podrá vender 15.000 entradas a US$ 10. (Recauda US$ 300.000).
- Dos veces al mes será local (18 partidos) con 3.000 entradas por encuentro. (Recauda US$ 540.000)
- Derechos de TV: dependerá el nuevo contrato de TV, pero los clubes chicos en Primera división podrán aspirar a US$ 700.000
- Esponsorización
Con esos números podrá proyecta un plantel con un presupuesto de US$ 2 millones al año, la media de lo que pagan los equipos chicos en el fútbol de elite de Uruguay.
"Ahora tenemos que avanzar, hay que picar piedra y salir de la B, para dar el salto a Primera. Ahora el paso importante para este proyecto es estar en la B para la visualización de jugadores", subraya, mientras celebra que Paysandú FC aportó su primer jugador a las selecciones nacionales (Uriel Pesce -h-), en este caso a la sub 15 que esta semana viaja a competir a Paraguay bajo la dirección técnica de Ignacio González.