El tenis español se quedó sin dobles masculino. Y los Juegos Olímpicos París 2024, sin Rafael Nadal, despedido con honores de la pista Phillipe Chatrier por un público siempre entregado y que termina por asumir el final al que se ve abocado, superado por el tiempo, condicionado por la salud.
El hombre más relevante en la competición de la que hacen gala, Roland Garros que junto al que está llamado a ser su Carlos Alcaraz, cerró su aventura en París 2024.
Fue un adiós que se vio venir casi desde el principio del partido ante los estadounidenses Austin Krajicek y Rajeev Ram, dos doblistas más que consolidados que impidieron el trasvase de los españoles a las semifinales, a la carrera por el podio. Los norteamericanos ganaron por 6-2 y 6-4, en una hora y 38 minutos.
La triste despedida de Rafael Nadal de los Juegos Olímpicos París 2024
Un sentido abrazo en la red entre el balear y el murciano, los protagonistas que la ilusión olímpica que ha abanderado a todo un país y el clamor de una grada que intentó todo lo que pudo que no llegara el final, estableció el epílogo del equipo español. Despertó del sueño. Se fue Nadal.
Un quiero y no puedo de 'Nadalcaraz' que fue siempre contracorriente. Un intento vano o insuficiente de rentabilizar y de trasladar las virtudes de uno y otro, brillantes por separado, en la competición de parejas en la que no están acostumbrados a participar.
Alcaraz, quien no ha disputado torneo alguno de dobles en lo que va de 2024, saltó a la pista con 90 minutos de carga extra en sus piernas. Dos horas antes había tenido que lidiar con el ruso Roman Safiullin el pase de octavos a cuartos en individual.
Nadal ya tenía la mente y el cuerpo metidos de lleno en el dobles después del duro revés en singles, superado con una rotundidad sospechada por Novak Djokovic. Una derrota dolorosa dos días atrás que digirió como pudo pero sin efecto sobre la pista en el duelo de octavos contra los holandeses.
Los estadounidenses van más allá. Son cosa seria. No se trata de un par esporádico unido para los Juegos. Es un equipo veterano, consolidado, sin concesiones; con la medalla como objetivo claro para su país.
La prueba más firme para el dueto español en París se les atragantó a los españoles a pesar de que su transitar como pareja ha crecido ronda a ronda. Pero el choque de cuartos, antesala de la pelea por las medallas, era un salto notable de rango. Son los Juegos. Están los mejores.
Krakijec y Ram son unos doblistas de primer nivel, una pareja sólida, con experiencia y acostumbrados, juntos y por separado, a momentos de enjundia, a partidos importantes. Los dos llegaron, en momentos distintos, a la cima del ranking de la modalidad. Y tanto uno como otro sabe lo que es triunfar en un Grand Slam. Krajicek, de 34 años, conquistó Roland Garros el pasado año, junto a Ivan Dodig. Ram, de 40, ha ganado más: un Abierto de Australia y tres de Estados Unidos con Joe Salisbury al lado.
Progresaron los estadounidenses, los quintos de su país en alcanzar las semifinales de dobles desde Seúl 1988. España se quedó sin dobles. Una esperanza de medalla que se va. Y París, sin Nadal.
EFE