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Senador Óscar Andrade y el secretario general del Partido Comunista, Juan Castillo
Inés Guimaraens
Otrora líder del poderoso sindicato de los obreros, Andrade pegó el salto al Parlamento y pese a los amagues ya no tiene perspectivas de volver en el corto plazo. El Comité Central de su partido anticipó siete meses antes de tener que presentar las listas que él sería el titular al Senado de la 1001, que ahora calcula obtener no menos de dos bancas.
Para algunos camaradas, sus últimos movimientos le cimentaron la base para 2029. A mediados de agosto el Partido Comunista proclamó la integración de sus listas y, a pesar de juntar fuerzas con Carolina Cosse como aliados de un mismo sublema, los dos van a medir votos por separado, cada uno con su respaldo propio al Senado.
Los “bolches” dejaron abierto el segundo lugar para los aliados una vez superada la interna, en la que apostaron con Cosse para competir contra un Yamandú Orsi que siempre se mantuvo como el favorito en las encuestas. Más de 50 mil votos a la precandidatura de la exintendenta de Montevideo se canalizaron a través de la 1001.
Tuvieron casi 18 mil adhesiones más que en las internas de 2019 para las que llevaron a Andrade como candidato, pero en proporción no tuvieron crecimiento ante un importante robustecimiento del Frente Amplio, empujado en particular por la aplastante votación del MPP.
Prácticamente sin estructura, el sector del riñón de Cosse, La Amplia, sacó casi 20 mil votos, un respaldo que los habilitó a manejar ya el día después de las internas la posibilidad de abrir una lista propia y no compartir la nómina con los comunistas, como venían haciendo desde 2019.
Los entretelones
Mientras el entorno de Cosse sondeaba dirigentes para explorar su camino, Andrade precipitó la bifurcación entre ambos cuando le ofreció el segundo Senado a Constanza Moreira. La líder de Casa Grande se había acercado a los comunistas luego de que su principal aliado en los últimos años, el Partido Socialista, hubiera cerrado la integración de su lista 90 con escasas chances para los socios de acceder a posiciones relevantes.
Carolina Cosse
Foto: Leonardo Carreño.
La noticia no estuvo exenta de tensiones: Casa Grande llevó el tema a todo Izquierda y Libertad, el bloque que mantenía con los socialistas, el PVP y la 5005. Las dos partes se reunieron un lunes en la Casa del Pueblo de la calle Soriano, y los comunistas se negaron a una compleja ingeniería propuesta por el Partido Socialista como contraoferta.
Un dirigente comunista al tanto de las conversaciones transmitió entonces a El Observador que la oferta de Andrade había tomado a los propios camaradas por sorpresa y que hasta entonces daban por hecho que la senadora Silvia Nane (La Amplia) secundaría al “Boca” como aliada del partido. Consultado para esta nota, el dirigente Alejandro Acosta, responsable de Montevideo, aseguró que “siempre estuvo toda la información sobre la mesa” entre quienes habían sido encomendados a negociar la ingeniería electoral.
La Amplia conversaba entonces con Rafael Michelini para tener al Espacio Socialdemócrata Amplio como socio en su Senado propio. Las gestiones se enfriaron cuando el sector de Cosse se acercó al movimiento Sumemos de Humberto Castro, y Michelini dio su visto bueno a Constanza Moreira para juntar fuerzas y retomar las negociaciones con el Partido Comunista por la segunda línea al Senado de la 1001.
El Comité Central comunista oficializó las conversaciones el 10 de agosto en la Huella de Seregni. Si bien la orgánica validó por unanimidad esos avances, hubo “preguntas” en la interna sobre qué iba a ocurrir con La Amplia. El secretario general Juan Castillo llevó la voz cantante: cada uno marcaría sus propios votos bajo un mismo paraguas electoral.
Fuentes al tanto de las conversaciones durante esos días de agosto relataron a El Observador que Andrade “fue el pie” con sus intervenciones para destrabar acuerdos y “concretarlos”. El sublema terminó cerrando con dos listas al Senado: la 1001 del Partido Comunista, Casa Grande, el ESA y otros allegados menores; más la nómina que decidió encabezar la propia Cosse con el dirigente Humberto Castro en segundo lugar.
El espacio, presentado públicamente como una “Unidad para la Esperanza” que no se restringía solamente a lo electoral, aspira a obtener al menos cuatro bancas en el Senado. Tanto el tercer senador comunista –Juan Castillo– como el segundo de La Amplia –Humberto Castro– son los que están en disputa.
“El Partido Socialista (...) no abonará la instalación de una lógica de dos polos dentro del FA pautados por las opciones que cada sector político realizó en las elecciones internas”, respondió el fin de semana el Comité Central socialista, ante los dos grandes paraguas liderados por el MPP y el Partido Comunista. Los “latas” anunciaron que buscarán la “apertura a colectivos que apoyar las tres candidaturas” en junio: Orsi, Cosse y Andrés Lima.
El Partido Comunista no completó su objetivo de abroquelar bajo un mismo paraguas a todos los sectores que militaron por Cosse en junio, pero sí apuesta a vertebrar la segunda bancada más grande del Frente Amplio en la próxima legislatura.
20240514 Senador Oscar Andrade
Óscar Andrade, senador del Partido Comunista
Foto: Leonardo Carreño.
Cosse-Andrade
Luego de tres años en la primera línea de la agenda pública como intendenta de Montevideo y luego precandidata frenteamplista, la visibilidad de Cosse ha disminuido en los últimos días, entre la incorporación de Blanca Rodríguez a la 609, su rol como compañera de fórmula de Orsi –con quien tuvo un cortocircuito sobre los allanamientos nocturnos– y las recorridas por comités de base junto a sus alfiles de La Amplia, Silvia Nane y María Inés Obaldía.
A esto se suma su negativa a votar la papeleta por el Sí que los camaradas se han fijado como prioridad.
Óscar Andrade, por su parte, levanta el perfil como uno de los principales voceros del plebiscito de la seguridad social embarcado en polemizar públicamente con sus compañeros del Frente Amplio. El carismático sindicalista que levanta el tono de los actos y evoca a menudo a la Villa Felicidad de su crianza lidera ahora la oportunidad cierta para su partido de lograr la mejor elección desde su auge en 1989.
El "Boca" procuró además mantener cercano al exintendente canario Marcos Carámbula, cuyo respaldo a Orsi en las internas había generado rispideces con parte de la estructura comunista. El veterano neumólogo tendrá una presencia testimonial en la lista 1001 con su nombre en negrita y acompañó el lanzamiento del sublema.
Algún dirigente llegó a manejar en conversaciones políticas que el PCU podría haber reeditado la “generosidad” de aquellos camaradas que hace 35 años pagaron las bancas de Danilo Astori y Germán Araújo, y “generar las condiciones” para continuar la “acumulación” con Cosse ofreciéndole el cetro de la 1001.
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El diputado comunista Óscar Andrade aguarda para asumir su banca
“Cosse-Andrade”, proclamaban las pintadas comunistas para las internas. Cuatro meses después, el “Boca” podrá invertir a fuerza de votos el orden de ese binomio.
Senado de la 1001
1- Óscar Andrade – Ana Olivera – Federico Graña – Lilián Abracinskas.
2- Constanza Moreira – Rafael Michelini – Silvana Pissano – Claudio Arbesún.
3– Juan Castillo – Matías Carámbula – Verónica Malinowsky – Laura Alberti.
4- Susana Muñiz – Nicolás Billar – Miriam Gómez – Ismael Blanco.
Diputados por Montevideo
1- Ana Olivera – Natalia Díaz – Claudio Arbesún – Alejandro Acosta.
2- Bruno Giometti – Rodrigo Alonso – Alicia Porrini – Florencia Abbondanza.
3- Tatiana Antúnez – Micaela Melgar – Felix Pío González – Miguel Eredia.
4- Darío Mendiondo – Eduardo Mernies – Edit Silveira – Claudia de los Santos.
5- Daniela Durán - Debora Gribov – Hernán Rodríguez – Pablo Argenzio.
En Canelones se postulan como diputados el actual titular del Sunca, Daniel Diverio, y la expresidenta de ASSE, Susana Muñiz.