Walter "Indio" Olivera hoy trabaja en la parte deportiva de Peñarol junto a Pablo Bengoechea y Gabriel Cedrés

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Anécdotas de Nacional-Peñarol: el día que Olivera jugó con un dedo fracturado

Protagonistas de otros clásicos repasan anécdotas en Referí: de Arsenio Luzardo al Indio Olivera, de Walkir Silva a Jorge Seré, Daniel Quevedo y el destino de la camiseta que intercambió con Luis Artime
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27 de febrero de 2022 a las 05:02

"Recuerdo un clásico de 1983. Córner a favor de Peñarol en el arco de la Ámsterdam. Yo me quedaba a los rebotes y justo la pelota viene hacia mí. La agarré y enderecé para la mitad de la cancha. Miguel Brindisi se desmarcó, tiré la pared con él y nos sacamos la marca de Marcenaro. De frente me quedó el Indio Olivera, que era el último hombre. Él no era muy rápido, así que a velocidad traté de pasar por el costado, pero me puso una piña en el pecho que me partió al medio. Yo pesaba 40 kilos mojado y él tenía un físico impresionante. Me di vuelta en el suelo y llegó Ramón Barreto. Me dijo ‘dale pibe, levantate’. Me partió el pecho, le respondí. ‘Levantate que no te tocó, o te saco amarilla por simular’. Me levanté y me dijo, ‘estás aprendiendo, pibe’”.

Arsenio Luzardo le pegaba notablemente a la pelota y era un volante de ida y vuelta

La anécdota la contó Arsenio Luzardo, jugador de Nacional entre 1979 y 1985. Eran otros tiempos, otros códigos, clásicos sin VAR, pero con la misma intensidad de siempre.

De cara a un nuevo partido entre Nacional y Peñarol, repasamos  historias contadas a Referí en una serie de notas que se publican en la edición papel de los días sábados, por protagonistas del partido que genera mayor rivalidad en el fútbol uruguayo.

“Bagnulo me ponía a marcar”

Walkir Silva, delantero de Peñarol en la misma época que Luzardo en Nacional, recordó: “Esos partidos se vivían de una manera increíble. Una semanita antes estaba enchufadísimo y concentrábamos dos o tres días antes. Se vivía distino a lo que es ahora, me parece. Nosotros no pensábamos en premios, solo en ganar el clásico. Era lo que teníamos en mente”.

Uno de los laterales que tenía Nacional era José Hermes “Chico” Moreira: “En los clásicos el Hugo Bagnulo me ponía para marcarlo a él y no él a mi. Subía y subía, subía y subía... Era puntero, volante y lateral. El Hugo gritaba ‘no lo dejes subir petiso, acompañalo, acompañalo’. Siempre me iba bastante bien en los clásicos, a veces venía haciendo banco por bajo rendimiento y llegaba los clásicos y Bagnulo me largaba a la cancha, confiaba en mi, me motivaba de una manera que siempre me iba bien. Me encantaba jugarlos”, expresó autor de un gol en la final Intercontinental de 1982.

El golero Jorge Seré, héroe de Nacional en la conquista de la Copa Intercontinental de 1988, recordó que su suegra Tota es muy hincha de Peñarol y cuando él fue a visitarla por primera vez, “tenía encima de la heladera la foto de (Fernando) Morena. Recuerdo que con el paso del tiempo se vino a vivir a la casa que compartíamos con mi esposa y cuando yo jugaba un clásico, si ganábamos teníamos un premio extra. Yo le decía: ‘Esmeralda, mire que, si ganamos, vamos a poder comprar otra cocina, un televisor nuevo. Piense en sus nietos también’, y ella me contestaba medio en broma por su fanatismo por Peñarol: ‘No me importa nada eso. Voy a estar contenta si sufrís y gana Peñarol’”.

Los ocho jugadores de Peñarol que le ganaron a 11 de Nacional en 1987

Eduardo Da Silva, de Peñarol, jugó el clásico recordado de los ocho contra 11 en el que si perdían, los dirigentes iban a cesar al Maestro Óscar Tabárez. “Es increíble, pero lo iban a echar. Cómo se dio ese clásico fue notable. Cuando nos quedamos con tres menos, hablamos en la cancha: ‘Hay que hacerse más fuertes que nunca, dejar todo y un poco más’, y así logramos meter el segundo gol y ganar. Porque no hay otra, no hay forma de pensar que con ocho le vas a ganar a 11. Teníamos 95% a 5% de posibilidades de que lo podías perder”, contó el Dito Da Silva.

Otro que jugó aquel partido en los aurinegros fue Daniel ‘Coquito’ Rodríguez, quien se quedó con un gusto amargo a pesar de la victoria: “Me agarré una calentura bárbara porque el Maestro (Tabárez) me sacó. Él siempre fue para adelante, no especulaba. Puso a Diego y no tenía nada que ver conmigo, él era ‘9’ y ahí te das cuenta que quería ganar con su mentalidad. Y le salió bien”, contó el jugador a Referí.

“Había que aguantar”

Jesús Noel Alzugaray, veloz puntero que llegó a Nacional en 1985 desde Quebracho en ese mismo año se fue al fútbol español, también recordó las señales que le dejó haber jugado clásicos en el fútbol uruguayo: “Tuve de contrarios a Saralegui y a Bossio, y había que aguantar. No me olvido de los choques de los delanteros nuestros con los defensores de ellos. Era increíble. En uno de esos partidos le hice un gol a Fernando Álvez”.

Jesús Noel Alzugaray, un gran futbolista de Nacional

Leonardo Jara, lateral que pasó por Nacional en una época pintada de amarillo y negro por el quinquenio que ganó Peñarol entre 1993 y 1997, dijo que a pesar de todo, esos partidos se jugaban con alma y vida. “Era una época jodida, vivíamos de reuniones porque nos debían los sueldos. Había un africano, Kamara Dini, que le decíamos que había reunión y decía ‘¿otra vez meeting?’ Pero, a pesar de que nos debían, jugábamos los clásicos como si nos pagaran US$ 10 millones, y dejábamos de lado eso. Pero en la semana anterior y posterior volvíamos a las reuniones para ver cómo podíamos seguir”, recordó.

El Indio Olivera, mítico zaguero de Peñarol en la década de 1970 y 1980, contó sobre un episodio particular durante un partido contra Nacional: “Fuimos un miércoles a Chile para jugar por la Copa y estábamos defendiendo un córner y Fernando (Morena) me pisó el dedo chico del pie y me lo fracturó. El domingo era el clásico y quería jugar, y el médico consiguió que un dentista me hiciera algo de acrílico para ponerme allí. (Hebert) Revetria me buscaba el dedo, y yo me había puesto un zapato más grande en el otro pie para que los rivales pensaran que estaba fracturado en el otro. Cuando terminó el clásico le dije ‘Hebert, te equivocaste de pie, era el otro’. Cada vez que nos encontramos, nos reímos de eso”.

Rodolfo Rodríguez, exgolero de Nacional, sufrió la mejor época de Fernando Morena como delantero de Peñarol, sin embargo siempre se respetaron, adentro y afuera de la cancha: “Teníamos un respeto importante entre nosotros. Siempre nos respetamos y nos apreciamos. La tarde que se fracturó con la selección, nos dolió a todos. Éramos rivales, pero siempre con respeto”, expresó Rodolfo.

ADIÓS CAMISETA

Después de un clásico, Daniel Quevedo de Peñarol le dijo a Luis Artime de Nacional: “Usted es mi ídolo, y fíjese lo que son las cosas, nos encontramos en una cancha de Uruguay. Le pedí la camiseta y cuando llegué al vestuario, entró Tito Goncálves, me agarró la camiseta y la tiró al baño. ‘Esta camiseta no puede estar en el vestuario de Peñarol’, me dijo con aquel vozarrón que tenía. Yo no sabía qué hacer, era nuevito. Mis compañeros me hablaron enseguida: ‘Tranquilizate, nosotros cometimos el error porque no te transmitimos lo que era el clásico entre Peñarol y Nacional”.

Walter "Indio" Olivera hoy trabaja en la parte deportiva de Peñarol junto a Pablo Bengoechea y Gabriel Cedrés

LA FRASE

“En los días previos a un clásico, me llevé para casa a Juan Vicente Morales y a Víctor Diogo. Éramos muy peligrosos si quedábamos fuera de la concentración, gente joven que capaz que no nos cuidábamos lo suficiente. Y les dije: ‘Vamos para mi casa y comemos un asadito tranquilos’. Pasamos la noche y nos fuimos al otro día a Los Aromos. Fue muy bueno porque nos sirvió. Nos hizo ser más amigos todavía. Ese clásico lo ganamos”

Walter Olivera

TODOS PRESOS

“Son experiencias que no son positivas porque todos saben cómo terminó, pero nos sirvió para buscar lo mejor para nuestro futuro. Sirvió en muchos casos para tratar de que no pasara de nuevo y si pasa, todos saben las consecuencias. No fue la imagen que debíamos dar”, dijo Richard Morales, exdelantero de Nacional, a Referí. El Chengue se refirió a la pelea durante el clásico del Clausura 2000 que terminó con nueve jugadores de Nacional y Peñarol más el técnico Julio Ribas en prisión. Martín García, señaló: “Fue duro, pero tuvimos una relación espectacular adentro de la cárcel”.

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