Las sólidas perspectivas de precios, gracias a la devaluación del real y la firme demanda desde China, impulsarían nuevamente la siembra de soja brasileña para 2020/2021.
Los agricultores de ese país siguen cerrando negocios por el grano de la oleaginosa que sembrarán recién a partir de setiembre-octubre de este año.
En Mato Grosso –el principal estado productor de Brasil– ya se descuenta un incremento del área de la oleaginosa, luego de una zafra con muy buenos rendimientos.
La proyección
El Instituto Matogrossense de Economía Agropecuaria (IMEA) proyectó que en 2020/2021 la superficie sembrada con soja crezca 2,25% frente al ciclo anterior, hasta 10,07 millones de hectáreas.
En su primera proyección para la nueva zafra el IMEA destacó como factores que justifican el incremento del área los niveles récord de precios para la zafra pasada y para 2020/2021, negociaciones a futuro de granos e insumos en un nivel superior a los últimos años.
A eso se suma –agrega IMEA– mejoras logísticas junto a la existencia de un área de pasturas con “buenas condiciones” para pasar a agricultura.
Es así que el mayor incremento del área de soja se daría en zonas con mayor presencia ganadera.
El instituto asume un rendimiento que sería 2,83% inferior al registro del ejercicio 2019/2020 aunque, de confirmarse, igual sería el segundo mejor nivel de productividad desde que lleva registros.
La producción de soja matogrossense alcanzaría entonces los 34,7 millones de toneladas contra los casi 35 millones de toneladas de la zafra 2019/2020, que superó en casi 8% al volumen del ciclo anterior.