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El argentino Andrés D’Alessandro se quedó sin ingresar en el 4-2 de Nacional ante River Plate este sábado en el Gran Parque Central, no tuvo despedida en el estadio de los tricolores, frente a sus hinchas ni en la cancha. Su último partido ocurrió en la tarde del fatídico 2-2 frente a Liverpool en Belvedere con un gol en la hora de Sebastián "Papelito" Fernández, resultado que hipotecó las chances de quedar primero en el Clausura y la Anual, y se despidió del tricampeonato.
Esos fueron los últimos 11 minutos del futbolista con la camiseta 10 de los tricolores. Este lunes confirmaron a Referí que no seguirá en el club con el que termina su contrato a fin de año.
Por su nombre y por su trayectoria, el enganche fue el gran pase del período de principios de año. El 4 de enero los albos sacudieron el mercado con el anuncio de la llegada del "Cabezón", quien luego de 12 años en Inter cambiaba de equipo ilusionado con jugar Copa Libertadores y conquistar el tri en el Uruguayo.
El 19 de febrero en el Gran Parque Central, al calor del mediodía, el argentino fue presentado oficialmente en una gran ceremonia, cuando aún se estaba jugando el Uruguayo 2020, demorado por la pandemia.
La llegada de D’Alessandro hizo ilusionar a los bolsos con la posibilidad de ver a otro veterano de renombre siendo figura en el club, como tenían en la memoria en el período que en el que el club hilvanó siete temporadas con ese estilo de futbolistas: Ángel “Matute” Morales (llegó con 33 años y jugó entre 2008 y 2010), Marcelo Gallardo (34 años, 2010-2011) y Álvaro Recoba (35 años, 2011-2015).
La diferencia entre D'Ale y sus antecesores fue que el argentino llegaba al club al filo de los 40 años y luego de una temporada en la que no había tenido muchos minutos en Inter de Porto Alegre.
A nivel de marketing, el arribo del argentino al club tuvo un gran rebote internacional, un crecimiento de tráfico en las redes del club, y también se estableció un fuerte vínculo con Inter, institución donde el “Nene” es ídolo y referente.
Tras la consagración tricolor del bicampeonato Uruguayo 2020 en el Complejo Rentistas, donde D’Alessandro, ya integrado al plantel de Martín Ligüera, festejó junto a sus compañeros pese a no estar habilitado para jugar, se produjo el cambio de entrenador, la llegada de Alejandro Cappuccio y el debut del 10 en la nueva temporada.
Fue por Copa Libertadores, ante Argentinos Juniors en La Paternal, a cuadras de la casa en la que creció y donde vive su familia. Además de su estreno, ese encuentro es recordado porque jugó los 90 minutos y terminó acalambrado.
En el principal torneo de clubes de Conmebol tuvo cuatro presencias, dos de titular y dos de suplente, con un total de 185 minutos. No viajó a Colombia para el caldeado partido ante Nacional de Medellín, ni estuvo en la revancha.
En la actividad local, su participación comenzó con la disputa de la Supercopa Uruguaya ante Wanderers, en la que jugó 61 minutos y se proclamó campeón, en el único título con los tricolores.
Por el Uruguayo, tuvo 24 presencias sobre un total de 30 partidos, con uno como titular y 23 desde el banco de suplentes, para contabilizar 745 minutos. Marcó un solo gol el 25 de julio en el 3-0 ante Villa Española en el Gran Parque Central.
Mientras que, por la Copa Sudamericana, ingresó en los 36 finales del clásico de ida en el Gran Parque Central que Peñarol ganó por 2-1, mientras que no estuvo en la revancha en el Campeón del Siglo, lo que despertó interrogantes.
Ante los aurinegros jugó también en triunfo 2-0 del Apertura en el Parque, en el que ingresó en los 31 minutos finales, cuando el partido aún estaba igualado sin goles, mientras que tampoco estuvo en el Campeón del Siglo en el clásico del Clausura porque estaba recuperándose de una distensión muscular que lo tuvo tres partidos afuera de la cancha.
¿Qué recuerdos tendrán los bolsos del D’Alessandro? El argentino no tuvo un gol para una victoria importante, como Recoba en varias ocasiones, ni un partido que lo haya ganado él.
No obstante, el Cabezón tuvo buenos momentos en algunos encuentros, como en el triunfo tricolor ante Plaza Colonia en el Supicci en el que ingresó en el segundo tiempo, en un piso con barro y agua, y fue figura; como ante Progreso en el Paladino también en piso complicado o ante Wanderers en el Clausura en el Gran Parque Central, donde Daniel Carreño, DT bohemio, lo elogió por su estado físico.
En el primer semestre del año, con Cappuccio, el DT debió buscarle su mejor ubicación y momento en los partidos. Durante varios encuentros ingresó para el segundo tiempo.
Mientras que con Ligüera tuvo ingresos en los tramos finales de los partidos, el último fue ante Liverpool en Belvedere donde terminó jugando como doble cinco que cerca del área rival.
En Nacional, antes de que terminara el Uruguayo, estaban conformes con su presencia en el plantel. “Andrés es un jugador que está aportando muchísimo y estamos felices de poder tener un futbolista de esa trayectoria y nivel en Nacional”, indicaron a Referí desde la gerencia deportiva.
En la misma línea se habían manifestado desde el cuerpo técnico de Martín Ligüera, también en las últimas semanas del campeonato. “La verdad estamos muy contentos con Andrés. No solo por lo que aporta desde lo futbolístico cuando le toca entrar en los partidos, sino también con lo que suma para la armonía grupal que existe en la diaria”.
El argentino, que llegó con su familia a Montevideo, también compartió momentos junto a sus compañeros fuera de la cancha.
La carrera de D’Alessandro parecía que iba a terminar en Nacional, pero desde haces unas semanas se abrió la posibilidad de un regreso a Inter de Porto Alegre, donde espera tener la despedida con los hinchas colorados que no pudo disfrutar por causa de la pandemia y los partidos a puertas cerradas en Brasil.
"Mi contrato en Nacional es hasta fin de año y después veremos porque ya estoy en el final de mi carrera. Mi idea es jugar seis meses más y después dejar porque ya estoy grande, voy a cumplir 41 en abril", dijo en declaraciones a ESPN hace ya varios días.
La vuelta a Inter está en los planes de D'Ale para 2022. “La idea es esa, pero no depende solo de mí. Sería como un sueño poder volver, jugar seis meses y retirarme en el club después de tantos años", agregó.
Medios deportivos brasileños agregaron, incluso, que el argentino jugaría algunos partidos por el campeonato gaúcho para poder despedirse de los hinchas y que luego pasaría a trabajar en Inter como funcionario en el área deportiva.
Sobre su paso en Nacional, D’Alessandro dijo: “Acá la verdad que estoy contento. Agradecido a Nacional porque pude jugar en el fútbol uruguayo que no es fácil y que tiene mucho para crecer".
Además, valoró que venir a Uruguay le permitió ver con otra óptica todo lo que había realizado en Inter, en el que estuvo 12 años, de 2008 a 2020 con un pasaje en River Plate en 2016.
“A veces es bueno separarse un poco de la realidad y tomar conciencia de lo que conseguimos con mis compañeros y hay que saber parar un poco. Me hizo ver y valorar lo que conseguí ahí el venir a Uruguay", dijo el Cabezón antes de dejar a Nacional.
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