Cabrera, Arsenio Fernández, Marcelino Pérez, Eduardo García, Andriolo y Chifflet, parados; abajo, Arispe, Aníbal  Ciocca y Enrique Fernández

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El campeonato que demoró dos años en definirse y otros clásicos increíbles

A lo largo de 120 años, Nacional y Peñarol han dejado un jalón espectacular a lo largo del fútbol uruguayo; este del domingo será el tercero a puertas cerradas
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08 de agosto de 2020 a las 05:01

Pocas rivalidades de clubes en el mundo datan de tanto tiempo atrás y siguen tan campantes. Nacional y Peñarol son los eternos adversarios desde que jugaron por primera vez hace 120 años, el 15 de julio de 1900 en el Parque Central (victoria 2-0 de los aurinegros con dos goles de Aniceto Camacho). Eso siempre y cuando se considere que el CURCC era Peñarol (como ya se lo conocía desde antes de 1913), una disputa histórica que se ha convertido en otro clásico.

El primer enfrentamiento entre ambos por el Uruguayo, también fue aurinegro (3-1) y se disputó el 12 de mayo de 1901 en Pocitos.

El clásico de la guerra

Cuando el 1° de enero de 1904 comenzó la guerra civil en Uruguay debido a la revolución iniciada por el caudillo blanco, Aparicio Saravia contra el gobierno colorado de José Batlle y Ordóñez, todo indicaba que el fútbol no se iba a jugar. Y fue así. El Uruguayo 1904 se suspendió. Sin embargo, había que disputar la final de 1903.

Ese clásico tuvo muchas aristas. Por un lado, se jugó en plena guerra, el 28 de agosto de 1904, 13 días antes que muriera Saravia. Además, los hermanos Carlos, Amílcar y Bolívar Céspedes junto a Gaudencio Pigni, se habían ido a jugar a Barracas de Argentina escapando del conflicto armado. Volvieron para disputar esa final  y ganó Nacional 3-2.

En 1911, se jugó el clásico con más goles de la historia: Peñarol 7-Nacional 3. Fue por la Copa de Honor Cusenier en el Parque Central que ahí sí ya pertenecía a los albos.

Un clásico en Navidad

El 24 de noviembre de 1918, Peñarol venció 1-0 a Nacional por el Uruguayo en el Parque. Pero a los tricolores le anularon un gol cerca del final y Alfredo Foglino, el primer Mariscal del fútbol uruguayo y capitán tricolor, estampó la protesta en el formulario del encuentro. En esa época, se podían ganar los partidos en la “league”. El tribunal de la AUF se tomó dos semanas para emitir el fallo y decidió que el resultado permanecía 1-0, pero que había que jugar 15 minutos de pico.

Peñarol le ganó 1-0 a Nacional en noviembre de 1918, pero los tricolores protestaron el partido y se debió jugar un pico en Navidad

“Por primera vez en los anales del football uruguayo, se ha jugado un match a puertas cerradas. Nuestro público fue alejado del campo de juego para evitar posibles excesos”, informaba el diario La Razón.

En ese pico jugado en Navidad, no hubo goles, por lo que la victoria fue aurinegra.

El clásico que se jugó en la Navidad de 1918 fue un pico de 15 minutos a puertas cerradas, terminó 0-0, por lo que el partido se lo llevó Peñarol que había ganado 1-0 semanas atrás

El Cisma que dividió al fútbol uruguayo llevó a que no hubiera clásicos durante tres años, entre el 2 de noviembre de 1922 y el 8 de noviembre de 1925.

Luego del Mundial de 1930, el Estadio Centenario fue utilizado por los dos grandes.

El primer clásico jugado allí fue el 28 de setiembre de 1930.Ganó Peñarol 1-0 con gol de Antonio Sacco en el arco de la Colombes.

Cuando en 1932 comenzó el profesionalismo en Uruguay, la primera vez que se enfrentaron los grandes fue el 7 de agosto de ese año y también con triunfo de los aurinegros por 2-0 con goles de Lorenzo Fernández y Luis Mata.

A su vez, el primer clásico nocturno lo ganó Peñarol 2-0 el 11 de febrero de 1933 con goles de Braulio Castro y Victoriano Santos Iriarte, campeón del mundo con Uruguay en 1930.

El gol de la colgada en 1933; el Tigre Young superó a Eduardo García y el comisario Tarlera, la sacó con su sable

El 13 de agosto de 1933 el clásico terminó empatado 2-2. El Tigre Young le rompió el invicto de 11 partidos a Eduardo García con un tremendo remate que dejó la pelota colgada entre la red y el soporte. Cuando García fue a quitarla, el comisario Tarlera se hizo famoso al sacarla con su sable.

Ese Uruguayo 1933, lo ganaría Nacional de manera hazañosa. Los dos terminaron igualados y disputaron una final que se fijó para el 27 de mayo de 1934, el mismo día que se iniciaba el Mundial de Italia.

Y ese día se dio el que fue conocido como “el gol de la valija” para Peñarol, tras rebotar un remate del brasileño Bahía justo en la valija del kinesiólogo tricolor, Juan Kirschberg –quien estaba fuera de la cancha– y Braulio Castro puso el 1-0. Allí hubo protestas y tumulto que derivaron en las expulsiones de José Nasazzi y Juan Labraga. El encuentro se suspendió por falta de luz.

Tras varios meses, la AUF decidió que el pico –a puertas cerradas– se jugara el 25 de agosto. Nacional debía afrontar los 20 minutos que quedaban dos nueve contra 11. Pero no solo aguantó eso, sino dos alargues de 30 minutos cada uno, es decir, un total de 80 minutos. Hazañoso.

La valija de Juan Kirschberg y las pelotas de aquel partido están en la sede de Nacional

Como no existía definición por penales, se fijó otra final para el 2 de setiembre que, al terminar 0-0, se jugaron otros dos alargues más. Todo siguió igual.

La definición más larga de la historia, se disputó el 18 de noviembre. Nacional perdía 2-0 y con tres goles del Manco Castro, lo dio vuelta y se llevó el Uruguayo. Mientras tanto, el Uruguayo de 1933 se definió a fines de 1934, y unos meses después, en abril de 1935, los tricolores también festejaron el título de 1934, que se había disputado paralelamente a la definición de 1933. Como para mostrar que la desorganización del fútbol local no es algo nuevo.

Nacido en Junín, llegó a Nacional Atilio García, un delantero espectacular quien cambiaría los adjetivos para los goleadores. Un fenómeno con todas las letras.

El 12 de marzo de 1938, Atilio anotó su primer gol (en realidad fue un doblete) en el 2-1 a Peñarol por el Campeonato Nocturno.

Al día de hoy, sigue siendo el único jugador que anotó cuatro goles en un solo clásico. Fue el 8 de diciembre de 1940 en un 5-1.

Atilio es el máximo goleador clásico con 34 goles –el propio Nacional confeccionó una entrada para el clásico del Clausura 1997 con esos datos y su cara–, aunque algunos historiadores le dan 35 tantos.

Con este predador del área fue que Nacional consiguió la goleada histórica más grande de los clásicos el 14 de diciembre de 1941. Fue un lacerante 6-0 sobre su rival que ya contaba con Roque Máspoli como arquero. Atilio no lo perdonó y le hizo dos.

De la mano del Manco Castro –ahora, como entrenador–, Nacional se llevaría su quinquenio un año después.

El 9 de octubre de 1949 se disputó un clásico –que no pudo jugar Atilio García– y Peñarol vencía 2-0 en el primer tiempo con “la escuarilla de la muerte” en ofensiva: Ghiggia, Hohberg, Míguez, Schiaffino y Vidal.

Juan Eduardo Hohberg, Omar Míguez y Juan Alberto Schiaffino esperan junto al árbitro Horacio Bochetti y el línea Pedro Obregón la salida de Nacional para el segundo tiempo

Esta delantera era tremenda y ya al primer tiempo ganaba 2-0. Nacional no salió a jugar el segundo tiempo ya que se había quedado con dos hombres de menos por las expulsiones de Eusebio Tejera y Walter Gómez, este último, por agredir al juez Bochetti. “Una afrenta para el fútbol”, tituló El Diario por la decisión alba.

Debido a la decisión tricolor, Espectáculos Públicos determinó la devolución del importe total de las entradas y una multa de $ 500 a Nacional y Walter Gómez no solo se tuvo que ir a mostrar su magia y sus goles a River argentino, sino que se perdió la posibilidad de integrar –seguramente– el plantel de Uruguay en el Mundial de Brasil 1950.

El primer clásico en el exterior lo ganó Nacional en La Plata, Argentina. Fue el 11 de febrero de 1960 por Copa Gobernador Oscar Alende y ese día venció a su rival de siempre por 4-0 con goles de Héctor Gauna (2), Nelson Leone y Nelson Almeida.

A principios de la década de 1960, comenzó la Copa Libertadores de América.

El primer clásico por la Copa, se disputó el 8 de julio de 1962 y ganó Nacional 2-1 con goles de González y el Chongo Escalada.

El primer gol de Fernando Morena con Peñarol a Nacional; fue el 2 de diciembre de 1973 y el arquero era el brasileño Manga

Mientras tanto, en 1973 llegaría a Peñarol el goleador más grande de su historia: Fernando Morena.

Además, fue quien más goles le convirtió con esa camiseta a su eterno rival: 27.

Su primer clásico, fue con anotación ante el brasileño Manga por el Uruguayo de 1973 que le cortó el quinquenio al bolso. Se jugó el 2 de diciembre de 1973 y terminaron 1-1.

Uno del os partidos que más recuerdan los hinchas de Peñarol de más de 30 años, es el que se disputó el 23 de abril de 1987 por la Copa 500 años de Andalucía.

Los ocho futbolistas de Peñarol que terminaron ganándole a Nacional en 1987

Si los aurinegros perdían, el Maestro Óscar Tabárez iba a ser destituido. A Nacional lo dirigía Sergio Markarian. Iban 1-1 y el aurinegro se quedó con tres hombres de menos por las expulsiones de Ricardo Viera, el Chueco Perdomo y José Herrera. A los 80’, el maragato Jorge Cabrera puso el 2-1 hazañoso.

Tito Goncálvez jugando como golero ante Nacional en 1991

En tanto, en octubre de 1991, Peñarol ganó el clásico 1-0 con Tito Goncálvez como golero en los últimos 11 minutos.

El primer clásico en el interior, fue para los aurinegros que vencieron 3-1 a su eterno rival. Se jugó en el Campus por la Copa Hyundai el 23 de febrero de 1996.

En 1997, se dieron dos clásicos increíbles para Peñarol, porque los dos los perdía por dos tantos, y los terminó dando vuelta (4-3 y 3-2).

El 26 de noviembre de 2000, el clásico terminó 1-1, pero con una riña que dejó a nueve jugadores de los grandes (seis de Peñarol y tres de Nacional) y al técnico aurinegro, Julio Ribas, en Cárcel Central. En la definición del Uruguayo, ninguno de los dos pudo jugar con esos jugadores, pese a que un día antes habían recobrado la libertad. En la segunda final, Nacional puso a dos de titulares y Peñarol a uno faltando 20’. Los albos fueron campeones.

El 9 de noviembre de 2014 se dio un caso increíble: Nacional ganó un clásico con dos goles en los minutos de adición. Nunca había sucedido. Caía 1-0 y lo dio vuelta con goles de Iván Alonso (lo hizo Sebastián Fernández, pero el árbitro se lo dio a Alonso) y del Chino Recoba.

Este domingo se jugará el tercer clásico a puertas cerradas y como muchos otros, seguramente tenga muchas emociones guardadas.

 

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