"En mi año senior fui campeón con la universidad con una marca de 36-0"

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La historia de Lee Roberts, el trotamundos de Aguada que anuncia: "Estoy listo para ganar la próxima Liga"

Es hijo de militares, vivió en Alaska, jugó al fútbol, fue campeón estadual de salto alto, manejó siete horas para ir a un Oktoberfest y llegó a Aguada donde fue figura para ganar el campeonato y apunta a repetir
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12 de marzo de 2021 a las 05:01

"Mi niñez fue muy estricta. Muchas reglas. Hasta los 18 años no podía llegar a casa después de la medianoche", dice Lee Roberts. Hijo de padres militares, nació en Seattle, creció en Alaska y se instaló en Cleveland donde consiguió una beca universitaria para jugar al básquetbol, aunque también fue buen futbolista y un prometedor atleta de salto alto. Las vueltas de la vida lo trajeron a Uruguay donde fue una figura determinante para que Aguada conquistara por segundo año consecutivo la Liga Uruguaya de Básquetbol. 

Músculo, corazón, actitud, convicción, garra y pasión. Una mentalidad ganadora. A ese ala-pívot de 1,99 metros apostó el aguatero en 2019 para reforzar el equipo que le había ganado 4-3 las finales a Malvín en la Liga 2018-2019. Sus solventes rendimientos en la Liga Argentina (Estudiantes de Concordia, Ciclista Olímpico, Libertad de Sunchales y San Martín de Corrientes) y su larga trayectoria internacional respaldaban esa decisión. 

Su debut en Aguada, victoria ante Malvín, octubre 2019

Pero el largo camino al título para Aguada fue complicado. En la segunda fecha de la temporada, allá por octubre de 2019, hinchas del club se tomaron a goles con parciales de Sayago y el partido fue suspendido siendo ambos equipos sancionados con quita de puntos. 

"Nunca vi algo semejante en toda mi carrera. Ni siquiera en Argentina donde los hinchas son muy apasionados. Mi esposa y mi hija estaban en la tribuna por lo que me asusté. Quedé enojado con lo que pasó porque eso nos complicó toda la temporada, pero bueno, la verdad es que los hinchas de Aguada son apasionados y los amo", cuenta a Referí

Es de los pocos extranjeros que se preocupó por aprender español

En una descuidada Plaza Varela, a una cuadra de su apartamento, se respira un clima bien montevideano. Un grupo de cuidacoches se alternan para correr al rayo del sol a pedir monedas, un auto choca de atrás por Bulevar Artigas y la brisa trae con intermitencias el aroma a orín de árboles obligados a oficiar de baños públicos. ¡Cómo no va a amar Perth este hombre de mundo!

"Viví tres años en Alaska cuando tenía ocho: frío polar en el invierno, pero hermosa en el verano. No estaba en el norte, vivíamos en Anchorage. Osos, alces, águilas. Un paraíso a cielo abierto. La vida era acampar, pescar o jugar en la nieve que era muy divertido", recuerda. 

"Mi padre estuvo en Israel, Egipto en la década de 1980. Mi madre estuvo en las reservas. Pero nunca sentí que estuvieran en peligro porque nunca fueron enviados a misiones en Afganistán o Irak".  

"El fútbol me sirvió para desarrollar muchas habilidades como delantero y como golero, me dio una buena condición para correr, me dio coordinación de pies y manos. Jugaba en primavera y cuando me pasaba al básquetbol llegaba con una gran velocidad, ida y vuelta y coordinación", explica Roberts.

Pese a ser ala-pívot natural se sacrificó para ser el 5 del equipo

Después probó con el salto alto y empezó a destacarse en el "track and field" (pista y campo) como llaman los estadounidenses al atletismo. 

Fue esa disciplina lo que le reportó que le llegaran varias ofertas de becas para ingresar a la universidad. Pero para entonces ya había retomado el gusto por el básquetbol y finalmente eligió la oferta de la Findlay University de Ohio para defender a los Oilers

"En cuatro años solo perdimos 12 partidos. En el primero perdimos cinco, en el segundo dos y ahí fue perdí mi único partido de local en mi etapa universitaria, en el tercero caímos en cinco encuentros y nos eliminó el equipo de Callistus Eziukwu (la Universidad de Grand Valley) y en mi año senior salimos campeones de la División II de la NCAA: 36-0", explica. Sí, 36 victorias y ninguna derrota. Roberts promedió 10,4 puntos y 6,6 rebotes por juego. No faltó a ningún partido. 

"El mejor jugador con el que jugué en la universidad fue Josh Bostic, hizo un campamento NBA con Detroit Pistons, aún juega en Italia, un volador, gran jugador, fue el jugador nacional del año, pero teníamos un gran equipo" 

Cuando terminó su primera temporada le preguntó al entrenador si podía hacer salto alto y obtuvo el permiso. Ganó el torneo estadual y se clasificó a los Nacionales donde terminó en el noveno puesto. "Mi mejor marca fue 2,11 m", dice con orgullo. Para tener una idea el récord nacional es de 2,14 m y pertenece a Elbio Pelloni desde 1998 y el récord estadounidense juvenil (sub 20) -Roberts tenía entonces 19 años- es de Dothel Edwards con 2,28 m desde 1983. 

Roberts en la Plaza Varela

En la universidad obtuvo un título en Comunicaciones Interpersonales. "Estudié comunicaciones entre líneas, comunicaciones entre culturas, mucho de lo que hago lo aplico ahora en los intercambios culturales que me ha dado el básquetbol", cuenta este hincha de Seattle SuperSonics -a pesar de que se presenta a la nota con una gorra de Chicago Bulls- y Los Angeles Lakers por Kobe Bryant primero y luego por Magic Johnson y Shaquille O'Neal.

Le gusta Uruguay, pero su estadía previa en Argentina lo hicieron probar el mate y el asado. "Me gusta más Uruguay", confiesa con argumentos que no van teledirigidos a la tribuna: "Es más tranquilo y la gente es muy amable". 

En Aguada destacan que es un estadounidense diferente: "No solo es un gran profesional y gran jugador sino que habla español y está muy integrado a todos". 

Contra Olimpia en el templo aguatero

Fue su progresión con el básquetbol lo que le abrió las puertas del mundo. Su agente lo llamó para jugar en Francia en 2009. 

"El día que me presenté el entrenador me gritó: 'No medís 2,10 metros'. Y yo le dije: 'Mucho gusto, soy Lee'. El tipo necesitaba un jugador más grande y pese a que le gustó mi juego a las dos semanas me tuve que ir". "¿Qué hago?" Le preguntó a su agente. "Venite a Alemania", le respondió.    

"Aquello fue una locura. Hice pruebas por varios equipos, dormí una semana en su sofá". 

Estuvo un par de semanas en Bayern Múnich y luego recaló en un equipo de tercera división, Braunschweig. En las juveniles del club conoció a dos valores que hoy juegan en la NBA: Daniel Theis (Boston Celtics) y Denis Schröder (Atlanta Hawks, Oklahoma City Thunder y recientemente traspasado a Los Angeles Lakers). 

Tiene un título en Comunicaciones Interpersonales

"Una vez, con Daniel y otros dos compañeros nos metimos en un Volkswagen Gol y manejamos siete horas para ir al Oktoberfest, una demencia. Todos tipos de dos metros", cuenta a las risas. 

Jugó en Dinamarca, Australia, Japón, Italia e Israel. Pero su lugar en el mundo es Perth. "El día que conocí la ciudad me dije 'tengo que vivir aquí'". Y tiempo después conoció a Taylor, jugadora de básquetbol y se enamoró. "Compartíamos equipo, le escribí por Facebook, la invité al shopping, fuimos a comer... Química man", dice con una sonrisa. 

Hace dos años llegó a sus vidas su hija Jayden y por ese tiempo terminó de levantar su casa en Perth: "Es un gran sentimiento que el esfuerzo del trabajo duro dé sus frutos Cuando quedó terminada, dejé mis cosas, cerré la puerta y sabía que iba a volver. Fue una sensación increíble".

Taylor jugó la Liga Femenina en Aguada pero terminó lesionada. "Se está recuperando, en un par de semanas podrá volver a jugar. Le gustó la experiencia, pero estuvo un poco decepcionada porque las chicas jugaron afuera (al aire libre) y lo vio como algo injusto. Es algo que trae muchas preguntas. Me pregunto por qué las mujeres entrenan bajo techo, pero las hicieron jugar al aire libre y los varones hicimos todo bajo techo. Es muy extraño", opina. 

Le gusta el rap. Kevin Gates, Drake y Little Baby son sus artistas de cabecera. Es la música que escucha en sus calentamientos para entrar a tope a la cancha. 

Le gusta el rap y con esa música entra en calor

Y en la cancha, con Aguada, fue determinante. "Fue una temporada muy larga, peleamos duro para llegar a los playoffs y lo hicimos. Fuimos campeones porque supimos mantener el foco y porque tenemos jugadores muy talentosos". 

"Me gusta el nivel de la Liga, en los playoffs creció el nivel y me gustó, sobre todo porque ganó Aguada. Creo que el rival más duro fue Nacional. Trouville también. Todos tienen diferentes estilos, pero el más duro fue Nacional".

 

"Leandro (García Morales) y (Federico) Bavosi son leyendas del básquetbol uruguayo, es un privilegio jugar con ellos por su gran nivel. Al (Thornton) y Dwayne (Davis) cuando volvieron tras el segundo parate por la pandemia estaban prontos para jugar, listos para la batalla y así ganamos el campeonato. Eso habla de su nivel de profesionalismo", cuenta. 

En los playoffs mantuvo un alto nivel

Hasta que llegó su familia estuvo viviendo junto con García Morales. "Lo primero que hablo para llegar a un equipo es qué comodidades tengo para mi esposa y mi hija. Son mi prioridad, después hablo de negocios". 

El error asumido: "Tomé unos tragos en casa"

Consultado sobre lo que pasó la noche anterior al 20 de diciembre de 2019 cuando Aguada perdió en el Palacio Peñarol contra Franca de Brasil por 38 puntos quedando eliminado de la Basketball Champions League Américas, Roberts recuerda: "No fue gran cosa lo que pasó antes del partido. No salí a ningún lado, solo tomé unos tragos en mi casa la noche anterior al partido y el día del juego no me sentí bien y eso afectó al equipo. Fue una mala decisión, un grave error. Fui directo a los compañeros y les pedí perdón, les dije que había estado mal, y los compañeros confiaron en mí porque sabían qué clase de jugador soy y lo fuerte que había trabajado por el equipo. Y ahí se terminó".

Con Courtney Fells

El entrenador Miguel Volcan fue cesado tras esa derrota y días declaró que Roberts y Courtney Fells habían jugado "detonados". "Miguel estaba muy enojado, pero de lo que sea que haya dicho, no tengo nada malo que decir al respecto. Cuando estás intentando y peleando para hacer lo mejor para el equipo, al final del día harás lo que puedas para intentar mantener el trabajo. Pero él empezó a culpar a todos los extranjeros. No, yo asumo la responsabilidad de lo que hice. Y además, no perdés por 30 puntos por el error de un solo jugador. Franca tiene un gran equipo. Me siento mal por lo que pasó, soy humano, soy normal y fue terrible, decepcioné a mis compañeros. Pero seguí jugando al 100% como siempre, como en la Division II, como en la tercera de Alemania, siempre igual y aquí estamos: sigo en Aguada, ganamos el campeonato".

Noche mágica: 52 puntos a Trouville

En su primer partido tras recibir una sanción disciplinaria, el jugador anotó 52 puntos contra Trouville, la mejor marca de su carrera. "En Trouville jugaba Eziukwu, fue mi revancha". Después terminó campeón: "Estoy listo para ganar la próxima Liga". 

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