Fútbol > FÚTBOL EN LA PANDEMIA

La nueva vida en la burbuja de Peñarol: aislados y 16 días sin ver a la familia

Desde el club informaron que todas las personas que viajaron a Chile permanecen encerradas, no tienen contacto con nadie y en Los Aromos entran y salen por puertas distintas a las del resto de los funcionarios
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17 de septiembre de 2020 a las 05:02

No fue un viaje más. Fue atípico por donde se lo mire. Desde la partida al regreso. Pasando por la burbuja sanitaria que impidió tener todo tipo de contacto. El viaje de Peñarol a Santiago de Chile, para jugar contra Colo Colo por la Copa Libertadores, no terminó. Recién empezó. Todos quienes integraron la delegación pasaron al aislamiento. Al punto tal que, con el viaje de la próxima semana a Bolivia, pasarán 15 días con el mundo exterior y, aunque estarán en Montevideo, el contacto con sus familiares será a través de medios virtuales. Es un mundo nuevo, desconocido. Un sacrificio invisible que se inició el 14 de setiembre y que, para la mayoría, concluirá el 1° de octubre.

La pandemia de covid-19 obligó a todo el plantel de Peñarol a someterse a hisopados. Una vez que se comprobó que nadie estaba cursando la enfermedad, se procedió a confeccionar la lista.

Pero la nómina no se limita solo a jugadores y cuerpo técnico, sino que en la misma tenía que haber un dirigente responsable de la delegación.

La elección del dirigente para viajar en medio de una pandemia no es sencilla. Al margen de los riesgos de salud que se deben tomar en cuenta, para ir a jugar a zonas del continente donde el coronavirus golpea fuerte, se suma el aspecto personal y laborar de cada dirigente.

De movida se debe tomar en cuenta que, a su regreso del viaje, no podrá trabajar de manera presencial. Tampoco puede ver a su familia.

Evaristo González se ofreció para el viaje. El directivo tiene una hermana en Chile, a la que hace años que no ve, y no se pudo reencontrar con ella. González se llevó una computadora para el hotel a los efectos de trabajar de manera virtual.

Pero no fue el único. Otro tanto le ocurre al secretario de prensa del club, Diego Pérez. El funcionario debió viajar porque la Conmebol obliga a que el jefe de prensa integre la delegación.

Pérez reveló a Referí tener hijos chicos y estará 16 días sin poder darles un beso. Deberá permanecer en encerrado en un hotel. “Es trabajo”, dijo resignado el jefe de prensa mirasol.

El lunes, la partida del plantel al aeropuerto fue en un ómnibus acondicionado para la ocasión. El vuelo transcurrió con normalidad. Cada integrante de la delegación iba en un asiento solo contra la ventanilla con guantes y tapabocas que no se los quitaron.

Una vez que arribaron los esperaban dos ómnibus sanitizados. Todas las personas, jugadores, entrenadores y funcionarios del club, fueron obligados a viajar solos en un asiento doble y contra la ventanilla.

Apenas llegaron al hotel en Santiago recibieron con sorpresa que toda la delegación fue sometida a un nuevo hisopado. Esto se debe a que el Ministerio de Salud de Chile decidió hacer exactamente lo mismo que el Ministerio de Salud Pública de Uruguay y practicó los hisopados.

Esto marca que, en ocho días, todas las personas que integraron la delegación aurinegra fueron hisopados cuatro veces.

“El viernes nos hisoparon a todos para enviarle a Conmebol los resultados y poder viajar sin problemas. Ahora cuando llegamos a Santiago en el hotel, nos volvieron a hisopar. Cuando lleguemos de vuelta a Montevideo, nos volverán a hisopar. Allí los futbolistas se irán a Los Aromos (finalmente decidieron alojarse en un hotel incluido el propio González que había manifestado que se iría a su casa de campo) durante siete días y para saber si no hubo contagios, se les hisopará de nuevo. Serán cuatro hisopados en pocos días”, dijo desde Chile a Referí, el presidente de la delegación aurinegra, Evaristo González. 

Una vez alojados en el hotel en Santiago ocuparon habitaciones individuales y pasaron a un salón acondicionados para merendar. Allí todos estuvieron separados cada dos metros.

“Los jugadores permanecieron en sus habitaciones. Habitualmente no bajan de las mismas pero en esta oportunidad con más razón porque cada uno se cuida personalmente”, expresó el jefe de prensa.

El día del partido almorzaron en el comedor acondicionado especialmente para la delegación.

A la cancha

A la hora de partir al estadio Monumental de Colo Colo la delegación aurinegra fue levantada por dos ómnibus en la puerta del hotel. La rutina fue la misma. Asientos individuales y contra la ventana.

Al llegar al escenario del partido pasaron por los corredores sanitarios debidamente preparados. Antes de entrar al camarín les tomaron la temperatura.

“No tuvimos contacto con absolutamente nadie. Pasamos del hotel al ómnibus y del ómnibus al vestuario”, contó Pérez.

Peñarol jugó el partido, que terminó perdiendo 1-2, y luego del mismo regresó a Montevideo en un vuelo charter.

Arribo de madrugada

La delegación de Peñarol llegó al aeropuerto de Carrasco a la hora 2.30 de la madrugada del miércoles.

Al llegar al país todos fueron sometidos a nuevos hisopados. “Demandó más tiempo porque éramos 47 personas. Fue ágil, pero el volumen de gente hizo que se demorara. Entre los trámites de migraciones y los hisopados llegamos al hotel a las cuatro de la mañana”, reveló Pérez.

El plantel, que en principio tenía previsto quedarse en Los Aromos, terminó optando por realizar la cuarentena en el hotel Hampton.

Allí fueron alojados en habitaciones individuales. Los jugadores descansaron y sobre el mediodía almorzaron para disponerse a entrenar en Los Aromos en la tarde del miércoles.

Los encargados de la cocina de Peñarol no concurren al hotel. El plantel es asistido por funcionarios del Hampton.

Un ómnibus del club los pasó a buscar para llevarlos a Los Aromos. Todas las personas de la delegación entraron y salieron por una puerta distinta a la del resto.

Como el cuerpo técnico dispuso que los jugadores merendaran en Los Aromos, los encargados de la cocina concurrieron a la concentración pero entraron y salieron por la puerta de la cocina. No tuvieron contacto con los jugadores sino que dejaron las mesas servidas.

Una vez que finalizó la merienda, el plantel fue devuelto al hotel Hampton.

Así transcurrirá una semana atípica para Peñarol en la cual tiene fijado para el sábado a la hora 15 su partido con Plaza Colonia en el Prandi por el torneo Apertura.

En la tarde del miércoles se sumaron nuevos jugadores a la burbuja. Se trata de aquellos que no viajaron a Chile y fueron convocados por Mario Saralegui de cara al juego por el torneo local. Los citados son Abascal, Núñez, Olivera, Lima y Britos. Se unieron al grupo y quedaron en cuarentena.

Durante dos semanas la vida de los integrantes de la delegación de Peñarol que viajó a Chile transcurrirá de esa forma. Del hotel a Los Aromos y del entrenamiento al hotel, al margen del partido que jugarán el fin de semana en Colonia. A ello se suma que el jueves de la próxima semana los aurinegros deben viajar a Cochabamba para jugar con Jorge Wilstermann por la Copa Libertadores. Esto indica que todos serán sometidos al sacrificio invisible  de permanecer aislados y 15 días sin ver a la familia, como si estuviera en el exterior y no pasando las horas entre el complejo deportivo de los aurinegros, en Montevideo, y en un hotel ubicado en avenida de las Américas.

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