Jorge Larrañaga asumió este lunes como ministro del Interior. La ceremonia se realizó en la Torre Ejecutiva y también asumieron el subsecretario Guillermo Maciel, los directores nacionales y los 19 jefes departamentales de la Policía Nacional.
En su discurso, el secretario de Estado se apegó a lo que el presidente Luis Lacalle Pou dijo en campaña, que también se expresó en el programa de gobierno y en el acuerdo programático de los cuatro partidos con los que hizo alianza. Allí se explicita la necesidad de declarar una "emergencia nacional" sobre la seguridad pública.
Lo primero que Larrañaga hizo fue pedir un minuto de silencio por los policías que fueron asesinados cumpliendo funciones. "Para los policías, respeto y respaldo. Para los delincuentes, la ley", agregó más adelante, y se comprometió a garantizar la "libertad dentro del orden" de la ciudadanía en el próximo quinquenio.
El ministro del Interior además señaló que "detrás de los fríos números que se publican" hay gente que "sueña". "Nos merecemos vivir en paz. (...) Las plazas van a ser de la familia, no van a ser más del brazo gordo o de las patotas. Esto me parece central. Quiero que los uruguayos sepan que la batalla madre es contra el narcotráfico. Ahí está el corazón del mal", argumentó.
"La autoridad se ejerce, no se negocia. (...) Estamos señalando un camino que es imprescindible señalar. Vamos a defender dentro de la ley y de la Constitución a la gente", agregó Larrañaga.
No obstante, también se refirió a la necesidad de mejorar la rehabilitación de los presos y dijo que le ordenó a los jefes departamentales de policía que recorran todas las localidades para conocer de primera mano las necesidades de cada territorio.
Habló de represión y rehabilitación, que se hará con el Ministerio de Desarrollo Social, familiares, la Iglesia Católica y otras organizaciones. "En definitiva, nuestras coordenadas, nuestro rumbo, nuestro plan de trabajo va a ser en todo el país. (...) Hay que dar la cara, recorrer cada uno de los departamentos, donde muchas veces hay comisarías que son taperas. Y hay que dar resultados, porque eso es lo que pide la gente", dijo.
"Hoy las cárceles me dan vergüenza. No podemos pensar en mejorar afuera si adentro es un infierno. No podemos tener rehabilitación si no hay autoridad, si en las cárceles mandan los presos y no las autoridades", apuntó ante la atenta mirada de Juan Miguel Petit, el comisionado parlamentario para las cárceles.
En su discurso ante la Asamblea General, este domingo Lacalle Pou también se refirió a la necesidad de mejorar las condiciones de vida de los reclusos para asegurar su rehabilitación, que para el mandatario es una de las claves de las políticas públicas sobre seguridad.
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