El Torneo Apertura, el primer certamen del Campeonato Uruguayo, se cerró con seis cambios de entrenadores en los 16 equipos que disputan la temporada de Primera.
Danubio, Peñarol, Cerro, Wanderers, Liverpool y Nacional, en ese orden, cambiaron de técnico por malos resultados o no cumplir los objetivos. Hasta el momento, son 22 los entrenadores que han dirigido en lo que va del Uruguayo, cifra inferior a los 34 que se pusieron el buzo de DT en 2019.
Esta temporada tuvo la particularidad de que el Apertura se paró por la pandemia luego de la tercera fecha, lo que les permitió a los entrenadores que arrancaron el año comprometidos tener una especie de segunda oportunidad cuando se retomó la actividad.
Así lo manifestó Gustavo Munúa, el hoy extécnico de Nacional, quien reconoció que tras el mal arranque y volver con empate en el clásico, en el partido ante River Plate en el Saroldi su cargo estaba en riesgo. Los albos ganaron ese partido por 3-2 y encaminaron su recuperación, aunque no pudieron conquistar el título.
El primer cesado fue Martín García en Danubio, club que arrancó comprometido por el descenso y que aún mantiene el objetivo de evitar perder la categoría.
El Tato fue destituido el 22 de agosto y ese mismo día el club franjeado anunció el regreso de Leo Ramos. Luego, el 23 de setiembre, Racing confirmó la llegada de García para dirigir el equipo en Segunda división luego de destituir a Gustavo Biscayzacú.
“Es el fútbol de hoy”, dijo García a Referí sobre la rotación de técnicos. “En el fútbol uruguayo no existen los procesos. Es totalmente resultadista. Si los resultados no se dan, hay cambio de entrenadores. Es lo que nos toca”.
El joven entrenador indicó que este fue un año “atípico” por el coronavirus y el parate “tan largo”. “Dirigimos tres fechas antes de la pandemia, estuvimos casi seis meses sin volver a trabajar y después de la pandemia en tres o cuatros fechas más nos quedamos sin trabajo, como ha pasado con otros entrenadores de la A y de la B”.
Sobre la situación de los técnicos, indicó que su tarea siempre abarca más aspectos que el mero resultado de los fines de semana. “En el balance final hay un montón de cosas que están ligado al trabajo y no solamente es resultado”, expresó.
“Te puedo hablar desde ordenar un club que está totalmente desordenado; en la parte económica estar alineado con los dirigentes cuando te dicen que no hay dinero para traer futbolistas y te tenes que arreglar con lo que hay, o dentro de las posibilidades económicas reforzarte, pero no salirte de esos números; o hacer debutar jugadores jóvenes, respaldarlos, darles para adelante”, indicó. “Entonces, no solo pasa por el resultado del fin de semana que el trabajo sea bueno o malo. Pero es el fútbol que nos toca hoy”.
El segundo cesado fue Diego Forlán, quien llegó a Peñarol para iniciar su carrera como técnico y fue cortado en la novena fecha.
Esta semana dijo no saber por qué lo echaron. “Hay que preguntarle a aquellos que toman la decisión, de cuál era realmente la razón, si era personal o profesional, porque en realidad el trabajo se estaba haciendo, se estaba viendo, las estadísticas que son las que mandan estaban ahí y tomaron una decisión. Son las reglas de juego y uno no tienen nada más que decir”, expresó a Sport 890.
Otro de los equipos comprometidos con el descenso, Cerro, también cambió de timonel y sacó a Nathaniel Revetria para dejar en el cargo a Juan Jacinto Rodríguez, director deportivo del club, de forma interina. El interinato iba a ser hasta el final del Apertura, pero JJ sigue en su cargo tras las primeras dos fechas del Intermedio.
“Veo las destituciones como algo totalmente normal”, dijo Revetria a Referí. “El fútbol es muy dinámico y se vive del resultado inmediato, a nadie le gusta ser destituido, pero es muy importante realizar una autocrítica profunda y sincera con uno mismo”.
El técnico indicó que se fue en buenos términos de Cerro y dio su punto de vista sobre los proyectos. “Los procesos y las emociones inmediatas no son buenos amigos. Hay equipos que saben salir de las tormentas y otros que elijen interrumpir el viaje y arrancar de vuelta, el tiempo es el único que marca si fue un acierto o no el mantener o cambiar el proceso”, comentó.
Sobre su paso por Cerro, señaló que “hay emociones muy complicadas que rodean a un club muy grande en un año particularmente complicado”. “Uno siempre tiene fuerza para revertir y más sabiendo que hay buenos jugadores, cortar esa conexión con ellos por algunos malos resultados es lo que más duele”, agregó Revetria, quien al estar sin equipo aprovecha para observar todo el fútbol uruguayo que pueda y también para analizar su desempeño. “Lo más importante, hago de la autocrítica un plan de trabajo para potenciar lo que hice bien y mejorar lo que hice mal.
La lista de entrenadores que no siguieron en sus cargos (ver cuadro) la completan Román Cuello en Liverpool y Mauricio Larriera en Wanderers, tras terminar el Apertura, y Munúa en Nacional, al perder la final, lo que cortó el proyecto para potenciar juveniles para el que lo contrataron.
Hasta el momento, el 37,5% de los clubes cambiaron de DT, un número que casi se duplica en Segunda, en la que el 66,6% de los equipos removió entrenadores, ocho de 12, algunos con hasta tres profesionales en 15 fechas.
De cara a la definición del campeonato, se espera que siga la rotación, una regla del juego que para los técnicos ya es habitual.
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