El partido que Uruguay jugó ante Colombia por las Eliminatorias en un histórico regreso al Gran Parque Central dejó unas cuantas perlitas de esas que no se vieron por televisión pero que Referí pudo seguir en vivo en el lugar de los hechos.
La prensa fue alojada en un sexto piso de la tribuna José María Delgado y fueron los pocos los que pudieron hacer todo el tramo de escaleras de un tirón y sin pausas. Además, la organización determinó insólitamente que las acreditaciones debían ir a buscarse en un puesto montado en la calle frente a la Tribuna América. Un sinrazón.
La organización tuvo la deferencia de alojar a la prensa escrita en uno de los palcos en construcción, pero la falta de pupitres para apoyar las computadoras y el polvo de la obra sobre las sillas y los vidrios generaron complicaciones a la hora de ejercer el trabajo.
Para albergar un banco de suplentes tan numeroso como el de Eliminatorias, Nacional debió montar unas tarimas detrás de la publicidad estática y colocar 23 sillas de cada lado.
En el banco uruguayo, para hacer espacio, una silla se bajó y la ocupó el doctor Alberto Pan. Los tiempos de pandemia obligan a los clubes a ampliar los bancos de relevos.
Como contrapartida de esos detalles, el césped del Gran Parque Central lució impecable sin ningún detalle de imperfección. Aplausos para los responsables.
Como en el Campeón del Siglo, Gustaf estuvo a cargo de la animación. Y el hombre volvió a hacer divertir a la gente en una previa larga en la cual la llegada de la gente no se complicó por el privilegiado lugar céntrico en que está enclavado el Parque.
El reparto musical pasó por una colección de clásicos de cumbia (solo faltó Azuquita pa'l Café) hasta que a la hora 19.10 sonó Thunderstruck de AC/DC, el tema de antesala de cada partido irradiado en la previa del Mundial de Rusia 2018, un hitazo de 1990 como para entrar a comerse la cancha. El nexo entre un estilo y otro y la música de cierre estuvo a cargo de No Te Va a Gustar.
Los himnos volvieron a ser ejecutados mágicamente por la orquesta juvenil del Sodre.
Cuando se presentaron los equipos, los jugadores con pasado en Nacional fueron más aplaudidos que el resto y el que rompió por lejos el aplausómetro fue Luis Suárez, el hijo pródigo de la casa.
Sin embargo, un jugador fue aplaudido a la par de Suárez pese a estar en el banco: Edinson Cavani.
Fue de los primeros en salir a la cancha en el calentamiento y desde la tribuna Delgado lo saludaron y devolvió el saludo.
También fue el primero en salir a calentar junto con Nicolás De La Cruz y Darwin Núñez a los 38 minutos y provocó que algunos hinchas bajaran de la Abdón Porte para alentarlo.
Para el segundo tiempo, fue el primero en entrar a hacer el último tirón de calentamiento y nuevamente el Parque se vino abajo.
Pensalo Edi, saben que sos de Danubio, pero Nacional te quiere para cuando vuelvas de Europa.
Un detalle menor fue que desde la Abdón Porte un grupo minúsculo de hinchas silbó a cada jugador formado en Peñarol. La mayoría bajó el decibel de los aplausos, pero esa minoría los silbó. Y el más silbado fue Facundo Torres, que estaba en el banco, más incluso que Giovanni González.
Eso sí, la tribuna que rugió más, por ser la más poblada, fue la Atilio García. Y esa no hizo distingos de camisetas. Aplaudió genuinamente para alentar a la celeste y en ese sentido Federico Valverde fue de los más aplaudidos en cada tranque, pase acertado y corrida vertical al campo rival.
El zaguero de Colombia Yerry Mina bailó cuando anotó su gol en la ejecución por penales contra Uruguay en la Copa América. En las semifinales, Lionel Messi se lo recordó cuando Emiliano "Dibu" Martínez se lo atajó.
El ex Barcelona hizo su show en el Parque. Cuando salió su equipo fue el primero en romper filas para hacer aspavientos a las tribunas dirigiéndose al pequeño sector de colombianos ubicado en la Tribuna Scarone.
Cada pelota que tocó en el primer tiempo fue seguida por un alud de silbidos.
Uruguay reclamó penal en su área sobre los 70 minutos pero el juez desestimó la infracción y Colombia salió en un contragolpe fulminante. Falló en el posicionamiento Ronald Araújo y por izquierda se generó un terreno fértil para el gol. La pelota fue cruzada al segundo palo y Duván Zapata remató solo yendo al piso. Era gol. Pero Fernando Muslera realizó una ataja soberbia.
El Parque coreó su nombre. Y eso que en la presentación de titulares y suplentes, Sergio Rochet lo dobló en aplausos.
Poco le importaron los aplausos a Muslera que salió despavorido a comerse al juez, junto con Diego Godín.
Sin embargo, el VAR no le hizo ni siquiera hacer revisar la jugada. No hubo falta de Mina sobre De La Cruz.
El grupito más bolso de la Abdón Porte creció en el segundo tiempo y sobre los 75', cuando Colombia se arrimó un par de veces sobre el arco de Muslera entonaron un cántico al que no se prendió el resto de la gente: "Borompompón, boromponpón, el que no salta es Colombia y Peñarol". Pero el hincha estaba en otra, estaba en Uruguay.
Desde ese mismo grupo se encendieron dos veces en el partido bombas de humo de color azul y blanco.
¿Estaba permitido el humo dentro de la cancha? "No, pero no creo que tengamos problemas por eso", expresó a Referí un neutral de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) quien dijo que el recibimiento que les dio Nacional fue "excelente".
Nacional montó una carpa en las afueras de la entrada principal para agasajar a autoridades y representantes de espónsores. Como en el Campeón del Siglo, el decorado y la organización de la recepción estuvo a cargo de Germán Barcala.
La directiva tricolor le regaló una camiseta celeste de las que utiliza Nacional en cada setiembre (recordando la gesta de 1903 del triunfo de Uruguay contra Argentina integrado solo por jugadores de Nacional) a Ignacio Alonso, presidente de la AUF y a su par colombiano Ramón Jesurún.
Sobre el final los cánticos de hinchada de Nacional, contra Peñarol, dominaron una escena desolada ya que todas las tribunas se habían vaciado. Fueron cantados desde dentro del escenario (entra la línea de fondo y la estática) por los parciales que entraron a retirar la única bandera que lució en el estadio, una que decía "1924, 1928, 1930, 1950, La Banda del Parque". Muchachos, jugaba la celeste...
Cuando terminó el partido, Edinson Cavani fue el primer jugador de Uruguay en ir a saludar a un rival: David Ospina. Se fundieron en un abrazo e intercambiaron palabras. El golero colombiano salvó dos pelotas impresionantes en el primer tiempo.
Federico Valverde cruzó la cancha y se fue a la Atilio García a regalarle la camiseta a un hincha y a la distancia se lo vio digitando quién era el destinatario de su obsequio.
Lo imitó enseguida Matías Viña que llevó su casaca a la Abdón Porte y se la dio a través del tejido al primero que estiró la mano.
Darwin Núñez hizo lo propio sobre la José María Delgado donde de la parte alta le llovió un insulto: "Darwin pecho frío". El artiguense también saludó a un par de personas que estaban sobre el alambrado.
Nicolás De La Cruz y Juanfer Quintero, excompañeros en River Plate, se fueron juntos sobre la Delgado. El colombiano saludó a Vanesa Britos, la cantante esposa de De La Cruz que tenía a su hija en brazos y estuvieron intercambiando afectuosas palabras.
Muchos hinchas se arrimaron a sacarles fotos a los dos jugadores.
El partido terminó con un clima cordial. Los jugadores de Uruguay saludaron el público que les devolvió un aplauso por el gran esfuerzo realizado a pesar de no poder lograr el resultado.
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá