La final fue dramática: Nacional ganaba 2-0 y pasaba por encima a Peñarol, pero el aurinegro remontó, descontó de tiro libre y lo empató en la hora con un penal. Ambos goles fueron anotados por Luis Aguiar.
El equipo de Gutiérrez lo pasó por encima al de Bengoechea en el primer tiempo. Tuvo la iniciativa, a contramano de lo que se podía esperar, de que Nacional saliera a esperar porque es el que tiene la ventaja deportiva a su favor.
Sebastián Fernández -justo el nombre que estuvo en duda toda la semana- fue desnivelante y se transformó en la gran figura de la cancha. Arrancando muchas veces por izquierda para hacer diagonales, o desde el medio, fue un problema insoluble para una mitad de la cancha de Peñarol que no encontró la pelota en todo el primer tiempo.
Pero además fue muy bien acompañados por los hombres de las bandas: Espino y De Pena por izquierda, y Barcia y Romero por las puntas se mandaron siempre, y encontraron circuitos futbolísticos que tuvieron a mal traer a Sandoval y Diogo.
Además, también llevaron peligro por arriba, donde la defensa y el arquero de Peñarol no respondieron. De uno de ellos llegó el gol: centro de Espino, Alonso la bajó y Fernández entró solo desde el medio del área para poner el 1-0.
El otro surgió de otra de las virtudes de Nacional en el primer tiempo: la presión a la salida del aurinegro. De Pena y Alonso obligaron a Sandoval a perder la pelota, Alonso mandó el pase entre líneas a Barcia y Diogo bajó el delantero: penal y Alonso que puso el 2-0.
Nacional tuvo para liquidarlo en el complemento, cuando erró varias chances de contragolpe. Y Peñarol, con más ganas que fútbol -que mostró muy poco- logró descontarlo de tiro libre a través de Aguiar.
En la hora, cuando Nacional ya celebraba, un penal de Prieto a Urretaviscaya le dio la chance a Aguiar de empatarlo de penal e ir al alargue.
Con mejor resto físico, Nacional superó el golpe anímico que le significó un bajón en el arranque del alargue, pero luego dominó las acciones y logró el tercero a través de Romero de cabeza.
A los 112' Migliore le hizo un penal a Tabó y se desataron los incidentes con hinchas de Peñarol en la Ámsterdam, que empezaron a tirar proyectiles (principalmente las butacas del estadio). Tras varios minutos con el partido detenido el juez decidió reanudar, y Migliore le atajó el penal a Recoba.
El partido siguió dos minutos más, pero luego el juez pitó y marcó la cancha como dando por finalizado el partido.
Sin embargo, luego el juez estampó en el formulario que el partido estaba suspendido, por lo que la Mesa Ejecutiva decidió no entregar la copa del
Campeonato Uruguayo y pasar el tema a los tribunales de la AUF. De todos modos, Nacional festejó como campeón y se le entregó la otra copa que se da en estas ocasiones, la Copa Coca Cola.