Pelea a la crisis con tormenta de ideas

Por Juan Samuelle, enviado a Florida

No es fácil que 400 personas estén atentas a un debate durante cuatro horas. Buena parte de esa gente había madrugado el viernes pasado para el primer ordeñe diario y dejó cosas por hacer en los tambos para participar en la asamblea extraordinaria convocada por la Sociedad de Productores de Leche de Florida (SPLF) para analizar la crisis en el sector. Como dijo un productor a otro cuando se iba de la casona de la gremial en el centro de Florida, "al menos nos sacamos las ganar de decir las cosas como son".

Atrás habían quedado, por un lado, un comunicado gremial –ver en la página 7– reclamando al gobierno una devolución de impuestos y que el FFAL se pague en una sola partida. Y, por otro, un intercambio sugerencias, una perfecta tormenta de ideas, más una lista de quejas nada corta.

Productores e industriales, trabajadores de la industria, directivos gremiales y gobernantes departamentales y nacionales dijeron presente y cada uno, micrófono en mano o en declaraciones a los medios de comunicación, dijeron lo suyo sobre la crisis "que no es la primera, pero que nos tiene asustados y angustiados como pocas veces, porque no le encontramos la vuelta para salir", admitió Fernando Dighiero, presidente de la Federación Rural (FR), quien sin andar con vueltas cargó las tintas contra el gobierno: "no fuimoso responsables (los productores) de cómo se tiró la bonanza de los últimos 10 años, no hubo controles o fallaron; que usen mejor los recursos públicos, la plata no llega y día a día caen productores a la zanja para no volver".

Esta crisis no es la primera, "pero nos tiene asustados y angustiados", remarcó Dighiero.

Casi en la vereda de la calle Gallinal, charlando con el periodista y ante muchos tamberos de orejas atentas y asintiendo ante cada frase de Dighiero, el directivo dijo que "la lechería aportó mucho, hoy necesita una mano grande del Estado que ojalá aparezca, las ayudas del ministerio de Ganadería vinieron bien, pero no alcanzan, se atiende hasta ciertas hectáreas, después arréglate como puedas... ¡y ojo que no regalan nada, esa ayuda se paga!".

Antes de regresar al salón, el dirigente ruralista pidió celeridad para que el tambero pueda concentrarse en trabajar y no tener que sufrir "sentado en un escritorio haciendo números".

A dos o tres metros otro grupo de periodistas rodeaba a Carlos Enciso, intendente de Florida. Consultado por El Observador Agropecuario, mostró inquietud porque una eventual caída en la producción del sector "repercutirá en todo el departamento".

El día previo a la asamblea la SPLF y la FR expusieron a Danilo Astori, ministro de Economía, una decena de planteos tendientes a mejorar el escenario productivo. Entre ellas, aplazar vencimientos de pagos inmediatos, por ejemplo a las intendencias. Enciso opinó que "lo podemos evaluar, no es lo ideal, pero entendemos que puede ser un paliativo. Evidentemente debemos proyectar que ese movimiento genera un impacto en las finanzas municipales, cuando debemos dar respuestas, por ejemplo para mantener una logística adecuada en la cuenca lechera".

Durante la asamblea, una de las propuestas la expuso Martín Aguirrezabala, ex ministro de Ganadería (ver en unos de los recuadros). Cuando sugirió instrumentar una eventual devolución de impuestos, micrófono en mano le habló directamente a Ricardo De Izaguirre, presidente del Instituto Nacional de la Leche. El aludido, tras la asamblea, dijo a El Observador Agropecuario que "uno no tiene toda la verdad, hay que saber escuchar, para aprender, para enriquecernos, lo peor es encerrarse".

Sobre la propuesta, indicó que "lo estamos manejando, no en esta instancia, sí para a posteriori, como un instrumento de estabilización del precio de la leche, pero si esta situación de precios internacionales se mantiene vamos a tener que recurrir a una herramienta de ese estilo".

Precisó que "la adversidad de los precios es cierta, pero con un clima normal sería llevadera".
Otro aspecto considerado que "calentó el ambiente" fue el de las decisiones de Ecolat y Schreiber Foods de dejar de industrializar en el país. Entre los aplausos más fuertes y extendidos tras las oratorias estuvo, sin dudas, el dado cuando se aludió a la posición a veces intransigente de los sindicatos de funcionarios de la industria, quienes, lamentó un tambero recostado a una columna del salón, "no ven más allá de su ombligo".

Tamberos cuestionaron a sindicalistas porque "no ven más allá de su ombligo".

Sobre la presencia de firmas extranjeras industrializando en el país, Horació Rodríguez, moderador del debate, instó a regularlas sí, pero prohibirlas no. Al respecto, De Izaguirre dijo que "estamos trabajando en eso. El sector, por la durabilidad de su producto, queda muy prisionero a inversiones que vienen, aprovechan el momento y cuando no cierran las cuentas se van, con lógica, nadie les pide que se queden perdiendo plata, pero capaz que nos conviene más fortalecer a las industrias nacionales, sin querer cortar la competencia, porque esa industria siempre está, se queda, en las buenas y en las malas".

Conforme avanzó la asamblea, el micrófono de boca en boca sumaba quejas en las cintas de los grabadores. Al costado de una mesa repleta de termos con café (curiosamente, sin leche a mano), uno desde el fondo de la sala habló sin pudor de "falta de madurez en el sector, porque –veterano él– ya vivimos varias crisis y cada seis años hablamos de los mismos problemas y nunca los arreglamos".
Álvaro Lapido, un experiente productor, tomó la posta y pidió no dejar de lado una suerte de mea culpa. Pidió no esperar todo del gobierno, de las lluvias o del BPS, remarcó que hay mucha cosa para hacer adentro de los tambos y señaló como un error haber pensado no hace mucho que los US$ 4.000 por tonelada era algo definitivo.

Pagaba dos pesos: la espalda que más latigazos acumuló fue la del gobierno: "¿por qué no le dan a la lechería, con todo lo que significa, los mismos beneficios que a Botnia?", bramó uno de los asambleistas, quien pidió a Conaprole, palabra más, palabra menos, que haga valer mejor la magnitud de su aporte a la economía.

La institución presidida por Alfredo Morales –ver la entrevista en la contratapa– quedó satisfecha por el intercambio. Se ambientó una tormenta de ideas que en la batalla a la crisis es un arma de peso. Tras cuatro horas de debate, cada uno siguió su trillo, los tamberos a seguir remándola en medio de la sequía y los gremialistas a seguir golpeando puertas que ven demasiado entornadas.

La salida "arrocera" del ex ministro

"La crisis del sector no es un problema de financiamiento, es un problema de competitividad", enfatizó durante la asamblea Martín Aguirrezabala, ex ministro de Ganadería.

Añadió que "buena parte de esa pérdida de competitividad es la transferencia de costos públicos al sector productivo". Dada esa realidad, sugirió que "como se hizo con el Fondo de Reconstrucción del sector arrocero se establezca una devolución de impuestos que reconozca esas transferencias y que el adicional por esa devolución se traslade a la cancelación del Fondo de Financiamiento de la Actividad Lechera".

Explicó que "si ahora lo endeudamos al sector, el año que viene tendremos un problema mayor; dejémosle la capacidad de endeudamiento un poco libre, porque esto va a durar, el problema central es que el ajuste de competitividad que debe hacerse en la economía uruguaya, el ajuste en el mercado, la caída de los costos y conseguir nuevos mercados no se logrará de un día para otro así que necesitamos un pasaje por esa vía de la devolución de impuestos".

US$ 3: menos circulando por Florida

Los productores de Florida cada día remiten a la industria un millón de litros de leche. Por lo tanto, se promedia una remisión de unos 30 millones de litros cada mes. Eso, considerando un precio de 10 centavos de dólar menos que el producto está recibiendo en la actualidad –comparado con lo que recibía hace ocho o nueve meses– establece que cada mes hay aproximadamente US$ 3.000.000 menos circulando por el departamento, con el consecuente impacto negativo.

"Ese monto, importante, es un dinero que no lo tienen los productores, pero en realidad no lo tiene la sociedad en su conjunto, es un dinero que no llega al comercio, a los servicios, no se mueve en el departamento y estamos hablando de un impacto muy fuerte en la economía de Florida", reflexionó Horacio Rodríguez, quien ofició como moderador en la asamblea y fue quien expuso esos datos a El Observador Agropecuario.

En relación a lo que sucedió en la asamblea, indicó que "hubo aportes interesantes, novedosos, dichos con respeto, marcando posiciones incluso diferentes".

"Lo más valioso es que vinieron 400 personas y eso muestra a las claras lo preocupante de esta situación y la importancia que tiene el sector", reflexionó.

La situación "se va a agravar"

En el documento resultante de la asamblea se reclama al gobierno "una respuesta inmediata" a los planteos expuestos, referentes a amortiguar los costos de producción, mediante la devolución de impuestos, para no aumentar el endeudamiento, hasta tanto se revierta la crisis.

Se decidió, vía Instituto Nacional de la Leche, exigir "una implementación inmediata" del nuevo Fondo de Financiamiento de la Actividad Lechera, "el cual debería ser entregado en una sola partida".

La gremial se declaró en cuarto intermedio por un plazo no mayor a 90 días a los efectos de ir monitoreando los resultados, facultando a las gremiales a convocar a una asamblea general del gremio donde, "en caso de entenderlo pertinente, se instrumentarán acciones tendientes a obtener los objetivos planteados".

El documento señala que existe la certeza de que este año la situación "se va a agravar", existiendo una situación "extremadamente límite, con costos exorbitados, clima agresivo y mercados desplomados, la cual de mantenerse hará retroceder el gran desarrollo de la lechería de los últimos 40 años", por lo que se pide actuar con urgencia pues "está en riesgo la continuidad de cientos de productores y miles de familias".