Este lunes celebró con sus compañeros en Los Aromos sus 34 años. Fue una mañana especial para Cristian Rodríguez, el Cebolla, el capitán de este Peñarol que si bien no está a la deriva, ha bajado muchísimo en lo físico y en lo futbolístico.
El empate ante Juventud de Las Piedras fue el único tropiezo de estos primeros tres partidos del Torneo Clausura, pero fue muy fuerte. Porque el rival pelea el descenso, pero más que por eso, porque no tuvo respuesta, ni ideas, ni orden, ni llegada. Mucho, ¿verdad?
Contando la práctica de este martes, al Cebolla le quedan cinco días más de práctica antes de jugar al sexto día ante Liverpool en Belvedere, un bastión siempre difícil para Peñarol.
El profesor italiano Francesco Bertini le ordenó este lunes realizar un trabajo aeróbico, por lo que no salió a la cancha con el resto de los jugadores del plantel. Una vez más, como ocurrió durante el mes en el que se puso a punto de su lesión en el sóleo, lo están llevando de a poco.
Si bien aún no entrenó con la intensidad de sus compañeros y que no está para jugar 90 minutos, Referí pudo saber que estará en el trascendente choque ante los negriazules. Y lo más importante: Diego López piensa en ubicarlo en otra posición.
La intención del DT es que juegue como enganche, delante de los cuatro volantes y por detrás del delantero que en este caso, por la lesión de Lucas Viatri, será el español Xisco Jiménez.
Esta no es una posición nueva para él, ya que pese a que comenzó jugando como volante por afuera con Leonardo Ramos cuando volvió en 2017 y luego lo hizo de doble 5, ha jugado allí en ciertas ocasiones. La primera fue en medio del encuentro ante Fénix en marzo de 2017. Peñarol perdía 2-0 -uno de los goles lo había anotado Fabián Estoyanoff para el rival- y en medio del juego, dejó la banda para pasar de enganche. No solo él mejoró sustancialmente, sino que el equipo también. Así llegó el descuento con un tanto suyo y Nahitan Nández igualó casi en la hora.
El trabajo de Diego López pasa por convencerlo de que allí le puede dar una gran mano al equipo. Su potencia en corto, es una posición en la que tiene más gol, sabe retener el balón y las marcas, tocar, tiras paredes, dar un pase de gol.
Pero el hecho de jugar como enganche o casi de media punta por detrás de la posición del delantero, también le brinda una mano táctico-técnica al equipo.
¿Por qué? Porque Walter Gargano puede jugar más suelto para distribuir juego a los hombres de arriba -entre los que obviamente estará él-. Hoy, con el juego que hace Peñarol, al jugar con dos puntas nadie recibe la pelota bien jugada. Gargano, el habitual distribuidor del balón cuando no se avanza por las bandas, no puede meter pases con claridad a los hombres de ofensiva y eso se debe justamente a que el equipo se cierra mucho.
Con el Cebolla de enganche, eso no pasaría.
Pero además, el propio capitán de Peñarol podrá tener otra visión de cancha, estar más cerca del arco. Nadie puede discutir que, en plenas condiciones físicas, tiene llegada y desborde, pase al vacío para su compañero de ofensiva o los propios volantes externos, y algo fundamental que le sigue faltando a este equipo: rematar al arco. Parece broma, pero es así. Este Peñarol casi no patea al arco y mucho menos desde fuera del área.
El Cebolla de enganche seguramente arrastrará marcas rivales para poder abrir las defensas que se cierran, como sucede habitualmente. Esa es otra ventaja que tiene López al utilizarlo allí.
Cuando comenzó este Clausura, el técnico carbonero colocó a Ignacio Lores por primera vez en esa posición, justo detrás de Viatri. Pero duró 13 minutos porque se desgarró.
El Cebolla hace tiempo que no encuentra su nivel. Es obvia la importancia que ha tenido para el bicampeonato que ha logrado Peñarol en los últimos dos años en el Uruguayo.
Y el hincha se ilusiona con verlo otra vez en su plenitud. De jugar allí, sería un avance hacia ello. Porque además, físicamente se desgastaría mucho menos que lo habitual y ese, el desgaste físico, es uno de los puntos en los que aún le falta estar bien debido a las lesiones.
Por todo eso, la movida que planea Diego López puede ser interesante para sus intereses. El Cebolla como enganche tendrá más versatilidad en su juego y eso puede potenciar las intenciones de su equipo.
En cuanto a las variantes para enfrentar a Liverpool además del regreso de Cristian Rodríguez, está seguro el retorno de Gabriel Rojas al lateral zurdo. No pudo estar ante Juventud por una contractura en el posterior del muslo, pero ya está bien.
El tema es quién juega en el lateral derecho. No existe conformidad desde hace varios partidos con Ezequiel Busquets, quien ni siquiera ha estado en el banco. Giovanni González ha tenido varios altibajos y, como informó el pasado martes Referí, fue ascendido Hernán Petryk -campeón uruguayo 2016 y 2017- luego de que el propio presidente Jorge Barrera preguntara por su rendimiento en el consejo directivo.
Según informó una fuente aurinegra a Referí, Petryk entrena con el plantel principal y está en carrera para ganarse ese puesto en el lateral. López lo decidirá entre la práctica del jueves a puertas cerradas e incluso la del viernes.
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