Al menos 114 personas murieron y otras 200 quedaron heridas por un incendio ocurrido en la madrugada de este miércoles en el salón donde se festejaba una boda en la provincia de Nínive, en el norte de Irak
El gobernador de Nínive, Najm al Yubori, informó sobre la tragedia que según las investigaciones preliminares de la Defensa Civil habría sido provocado por el uso de fuegos artificiales en el interior de la sala donde se celebraba la boda.
Al hospital principal de Karakosh, la pequeña ciudad cristiana donde se produjo la tragedia, llegaron decenas de ambulancias con las sirenas encendidas en mitad de la noche así como un camión frigorífico con decenas de bolsas mortuorias.
Una multitud se congregó en el patio del centro, entre familiares de las víctimas y voluntarios que querían donar sangre.
Karakosh, también conocida como Bajdida y Al Hamdaniya, se encuentra en la provincia de Nínive, en el norte de Irak, a 51 km al sureste de la metrópolis Mosul.
Las autoridades sanitarias de Nínive dijeron que la situación está controlada pero advirtieron que se trata un "balance preliminar".
"La mayoría de los heridos sufren quemaduras y asfixia", explicó un vocero de la autoridad sanitaria, señalando que también se produjeron avalanchas de personas por el fuego.
La Media Luna Roja iraquí indicó que había registrado más de 450 víctimas, pero no precisó el número de muertos.
Los servicios de defensa civil detectaron la presencia de paneles prefabricados "altamente inflamables y contrarios a las normas de seguridad" en la sala de fiestas donde se produjo la catástrofe.
"Las informaciones preliminares indican que se usaron fuegos de artificio durante una boda, lo que desencadenó un incendio en la sala", explicaron en un comunicado.
Las llamas provocaron "la caída de ciertas partes del techo, debido al uso de materiales de construcción altamente inflamables y poco costosos", afirmó la misma fuente.
El peligro se agravó "por las emisiones de gases tóxicas vinculadas a la combustión de estos paneles", agregaron.
Los casados "bailaban una lenta cuando los fuegos de artificio empezaron a subir hacia el techo y toda la sala se incendió", contó Rania Waad, de 17 años, con la voz entrecortada por los sollozos, mientras esperaba junto a su hermana en un hospital de Karakosh a que le curaran una quemadura en una mano.
Entre las ruinas del salón de fiestas, socorristas y policías inspeccionaron con linternas y la luz de los teléfonos móviles el lugar, donde se amontonaban sillas metálicas y escombros bajo chatarra que colgaba del techo.
En un escueto comunicado, el primer ministro, Mohamed Shia al Sudani, llamó a los responsables de Sanidad e Interior a "movilizar todos los esfuerzos de rescate" para auxiliar a las víctimas.
Por su parte, el portavoz del Ministerio del Interior, el general Saad Maan, informó a la AFP que "se detuvo a nueve empleados" y que se "emitieron cuatro órdenes de arresto contra los dueños" de la sala de festejos.
El respeto de las normas de seguridad en Irak es laxo, tanto en el sector de la construcción como en el de los transportes.
El país, con infraestructuras deterioradas después de décadas de conflicto, es regularmente escenario de incendios o accidentes mortales.
En julio de 2021, un incendio en una unidad anticovid en un hospital del sur de Irak costó la vida a más de 60 personas.
Meses antes, en abril de ese año, una explosión de botellas de oxígeno provocó también un incendio en otro hospital en Bagdad dedicado al tratamiento del covid donde murieron más de 80 personas.
(Con información de agencias)
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