Es enero, hace calor, hay mucha gente de vacaciones o que estuvo de vacaciones o que sigue compartiendo fotos de vacaciones. Es decir, hay aún aroma a días libres en el aire, aunque tal vez no nos tocó ni uno todavía. La buena noticia es que toda esta libertad, aun si solo es aparente, es una buena fuente de inspiración para buscar tiempo libre en agendas que rellenamos de citas, recordatorios y listas de pendientes. Es el momento del año para parar, con o sin vacaciones, reflexionar, elegir las luchas a dar (¿será el año en que mi casa se convertirá en inteligente?) y todo, en la medida de lo posible, sin generar más estrés, que de eso ya sobra.
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