“En principio lanzamos esta clínica para tener ese primer impacto como marca, porque habíamos validado la idea con muchos chicos y familiares, que este tipo de actividades se estaba pidiendo y no se estaba haciendo. Ya estamos visualizando otras oportunidades relacionadas a ese vínculo con la comunidad del rugby”, promete Diana.
Trasladar el know how
Manu y Tite visualizaron la necesidad de trasladar todo el conocimiento que tuvieron en estos años al rugby. “Al estar tanto tiempo en el sistema nos damos cuenta de que tuvimos una capacitación durante 10 años de información muy relevante y actualizada sobre el rugby. Creo que en los clubes falta transmitir todos esos conocimientos y esas herramientas que hoy nosotros tenemos y no somos tan conscientes”, dice Tite. “Lo naturalizamos en nuestra rutina, pero si empezás a mirar para atrás y para adentro te das cuenta de que estás muy muy actualizado y queen los clubes se precisa transmitir todo eso tanto a los chicos como a los técnicos de las inferiores como a los técnicos de primera”, agrega.
“Todo esto a nosotros también nos obliga a prepararnos, capacitarnos cada vez más. Es un estilo de vida que nosotros elegimos porque nos gusta mucho el rugby. A los dos nos gusta enseñar, yo trabajo hace nueve años en Stella Maris, Tite estuvo cuatro años en Monte VI y hoy es actual entrenador del plantel principal del Polo. No queremos sesgarnos y quedarnos solamente con nuestro círculo, creemos que a toda la comunidad le podemos transmitir”, agrega Diana.
El proyecto tiene la ayuda de la URU, que les cedió el Charrúa para esa jornada. “Este emprendimiento lo armamos por nuestra cuenta y lo presentamos a la Unión creyendo que podemos agregar valor. Estamos agradecidos con la URU que nos abrió las puertas para apoyarnos. Siempre sabiendo y aclarando que es un emprendimiento de Tite y Manu Diana. Y que también creen, como nosotros, que puede tener un impacto recontra positivo para toda la comunidad”, explica Diana.
Un objetivo paralelo del proyecto es ayudar a volver a acercar a Los Teros a la gente. “Queremos que más chicos se acerquen a Los Teros. Hace varios años a los jugadores se los hacía ir a ciertas actividades de Legacy y estaba muy bueno. Hoy por ahí no se hace tanto, entonces también es una forma de acercarse”.
Eso cobra más importancia si se mira al costado y se ve el crecimiento que tuvo Chile en los últimos años, mientras Uruguay parece haber entrado en una fase de acostumbramiento a los éxitos. “Obviamente, Chile está viendo su proceso, y creo que Uruguay en su momento tuvo ese proceso similar. En las eliminatorias contra Rusia, contra Canadá, había 20 mil personas en el Charrúa, colgados en el techo. Capaz esta iniciativa ayuda a fortalecer ese vínculo y que la gente vaya feliz a ver a Los Teros, que los chicos se sientan identificados, tengan vínculo, interactúen”, agrega Diana.
Diana es jugador formado en Old Christians, Etcheverry en Carrasco Polo, y son amigos desde que se conocieron en las selecciones juveniles, hace más de 10 años. Ese es otro de los mensajes que buscan dar a partir de Nexa. “Por ahí un chico hasta los 17 años, cuando entra a la Academia de Charrúa, no se vincula con gente de otros clubes, no conoce, no intercambia y por ahí no rompen esa barrera social. Tite y yo somos mejores amigos, y somos de clubes diferentes. Yo lo charlaba con mi sobrino que tiene 11 años y me decía ‘me copa conocer gente de otro lado’. Es un deporte, que te puede dar amigos por todos lados, oportunidades por todos lados. Somos fieles creyentes de eso, por nuestra amistad”.
El día después
Pero para Diana y Etcheverry, Nexa también es una oportunidad de mirar el día después, con la conciencia de que 2027 seguramente sea el último mundial de ambos, y que hay una vida laboral fuera del rugby que espera. “El año pasado decidí tomar un descanso de seis meses, fue en parte para descansar, porque venía muy cansado, y también para pensar qué es lo que quería”, cuenta Etcheverry. “En agosto arranqué a trabajar y hoy voy un año y medio, voy haciendo las dos cosas y también en parte de esto es pensar en lo que voy a hacer el día después. También porque queríamos emprender y hacer algo relacionado a esto, porque nos encanta, somos dos fanáticos. El mundial está a dos años, y ya a los 31 años yo, por un tema de proceso, me retiraría, entonces tenés que prepararte Tenés tiempo para prepararte y hay que hacerlo”.
“Empezás a crecer y esa inquietud crece, preocupa. en este caso nos estamos ocupando”, agrega Diana. “Tite se está por recibir, Yo ya me recibí el año pasado, los dos ya estamos trabajando y tenemos este proyecto, a mí me gusta más la palabra proyecto que emprendimiento. Tuvimos que contactar abogados para abrir una empresa, contactar un contador, generar una identidad de marca con una diseñadora, el proceso de comercialización, el armado de la logística, todo ese tipo de cosas que por ahí, si en mi caso me hablabas hace dos años ni lo pensaba. Por ahí terminamos de jugar y el emprendimiento nos sigue, pero me llevé tremendo aprendizaje en este proceso que estamos viviendo”.
Pertenecen a una generación bisagra, que conecta con los más grandes pero también con los jóvenes, en épocas donde la juventud tiene muchas más opciones de entretenimiento que hace unos años. “Hoy en día el mundo está lleno de distracciones, de opciones, obviamente es un deporte que lleva demasiado sacrificio, y tenés que estar convencido de que es para vos, o estar convencido por lo menos de probar que es para vos. Nexa va un poco más allá del niño que se quiere dedicar al rugby, sino el niño que tiene como herramienta al rugby para la parte social y el desarrollo personal. Obviamente que el conocimiento lo vamos a trasladar desde la parte técnica también, pero también las experiencias y de cómo fuimos viviendo el proceso. Creo que puede servir para la persona en general, para su vida”, opina Tite.
“Somos una generación que está en el medio y personalmente siento que agarré muchas cosas de las generaciones anteriores, de mis hermanos, las formas de pensar en algún punto, las formas de actuar y el compromiso. También estamos en una edad que entendemos a los más chicos. Eso es lo que nosotros tenemos que trasladar a todos los chicos que vayan a la clínica o entrenadores: la pasión por el deporte. Vos disfrutas mucho más de lo que haces si tenés pasión, no tengo ningún tipo de duda: en tu laburo, en el deporte, con tu familia, con todo”, cuenta Diana.
“Si tenés pasión vos vas a hacer las cosas desde otro lugar y creo que si nosotros logramos transmitir eso la persona va a disfrutarlo más, ya sea en la selección, en el club, como técnico o como manager. Y la verdad que a mí me interesa mucho eso, mostrarle que tenemos mucha pasión por lo que hacemos”, cierra Tite.
Cómo será la clínica
La clínica será para chicos de M11 (nacidos en 2014 Y 2015) y M13 (2012 -2013). La jornada se divide en dos bloques: de 9 a 12 los M11 Y de 13 a 16:30 los M13.
Habrá actividades de destreza y juego. Según los organizadores, con “énfasis en la experiencia del niño”.
La idea también es que puedan salir a las cancha desde el vestuario del Charrúa, y entregarles allí la indumentaria de la clínica. “Que tengan ese tipo de experiencia que los niños quieren tener al finalizar un partido de los Teros. Te preguntan si pueden entrar al vestuario y no pueden. En este caso ellos van a poder tener su momento en el vestuario de Los Teros”, cuenta Diana.
“Le vamos a mostrar un video de los highlights de Teros, de cómo entrenamos. Y también vamos a pasar por el gimnasio, se les va a dar una charla contando nuestra experiencia y cosas importantes que nos deja este deporte. Y por último vamos a ir a la cancha”, agrega el octavo de Los Teros,
La cancha se dividirá cuatro bloques, con Diana y Etcheverry como líderes asistidos por otros jugadores de selección y también entrenadores de clubes. “Está bueno integrar a todos, tanto a los clubes, como a los profesionales, a gente que sabe y que hoy no juegan en los clubes, pero que saben bastante”.
Luego habrá un tercer tiempo que incluirá regalos y sorteos.
Los padres podrán participar de todo el proceso desde el palco del Charría. “A nosotros nos hace muy bien el acompañamiento de la familia en todos los procesos personales. Contaremos con el palco oficial como espacio de comodidad y de confort para que los padres puedan ir, ver el entrenamiento, interactuar con nosotros en la salida, en la entrada, "cuenta Diana. “En ese espacio se nos ocurre, por ejemplo, llevar una nutricionista que le dé una charla a los padres de cómo alimentar a un chico de 11 o 13 años”.
Las entradas ya están a la venta en Cobra Tickets a un costo de 80 dólares, que además incluye la indumentaria de la clínica. Los cupos son limitados. Hay entre 80 plazas para cada categoría.