La federación chilena de rugby definió esta semana el estadio de La Pintana, en las afueras de Santiago, como la cancha donde su selección oficiará como local para la final de la Qualy Sudamericana al Mundial de rugby, el 30 de agosto, en la que enfrentará al ganador de la otra semi, Uruguay-Paraguay. Los Teros son amplísimos favoritos para definir esa serie de local luego de ganar 38-0 la ida en Asunción. Y por eso todo el continente ya palpita la serie entre chilenos y, más que probablemente, los uruguayos, en una serie que otorgará un boleto directo a Australia 2027.
En ese sentido, la última semana tuvo un tenso cruce de mails y llamadas, según pudo reconstruir El Observador. Es que Chile había elegido ser local en el partido de ida en el estadio Sausalito de Viña del Mar, donde le ganó en julio de 2024 a Bélgica. En ambas ocasiones tuvo muy buena concurrencia, arriba de las 15 mil personas. La vuelta, si gana Uruguay a Paraguay, se jugará en el Estadio Charrúa el 6 de setiembre.
Sin embargo, Uruguay bloqueó esa decisión. ¿Por qué? Porque los chilenos definieron su sede fuera de plazo, y por ende tienen la obligación de acordar la sede con Uruguay y con Sudamérica Rugby.
Según el documento de participación en la Qualy, a la que accedió a El Observador, la fecha limite para definir la localía era el 9 junio. Chile anunció su decisión en agosto.
Uruguay se opuso a Viña ya que implica una logística mayor de traslados que si el partido es en Santiago, teniendo en cuenta, además, que juega la semana anterior ante Paraguay la vuelta de la semifinal, mientras que Los Cóndores ya están clasificados y ya aprontan la serie. Chile se quejó y entendió que era una innecesaria chicana uruguaya. Ante la diferencia de opiniones, Sudamérica Rugby falló recurriendo al acuerdo de participación, y le dio la razón a Uruguay.
Tras eso, Chile optó por La Pintana, donde ha jugado varios partidos de selección, el último en octubre de 2024 ante Brasil. Además fue la casa durante tres temporadas de Selknam, su franquicia del Super Rugby Américas, antes de volver en 2025 a su Centro de Alto Rendimiento de Rugby (CARR), en el Parque Mahuida, a los pies de la Cordillera de Los Andes. Allí jugó la semifinal ante Brasil en julio, pero sus 3 mil asientos iban a quedar muy chicos para la final ante Uruguay.
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Por otro lado, tampoco tenía la oportunidad de usar el Estadio Nacional, donde enfrentó a Rumania en julio ante más de 15 mil espectadores, ya que estará reservado para el Mundial de fútbol sub 20.
En estos días Sudamérica Rugby tenía previsto realizar la inspección formal a la Pintana, que en los últimos meses sumó una pista de atletismo, para verificar que no hubiera cambios en el tamaño de la cancha. De todos modos se descarta que vaya a haber nuevos problemas.
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En la preparación para este partido, ambos equipos vienen entrenando a puertas totalmente cerradas en los últimos días, de manera de evitar darle información a su rival de cara a la final.
El campeon de la Qualy clasificará directo, mientras que el segundo jugará un playoff ante el sexto de la Pacific Nations Cup, entre Fiji, Samoa, Tonga y Canadá. El ganador de esa serie clasificará a Australia, mientras que el perdedor jugará el repechaje final ante el tercero de Sudamérica, Bélgica y Namibia.