“Tomó por sorpresa, pero cuando me enteré lo que le está pasando a UKG en el mundo, no me sorprende. Es un modelo de negocios que está teniendo sus dificultades”, señaló el presidente de la República, Yamandú Orsi, en la tarde de este miércoles al referirse al cierre local de la tecnológica enfocada en soluciones de recursos humanos.
La alusión del mandatario refiere, posiblemente, a la reducción del 14% de la plantilla que la firma formada por la alianza entre Ultimate Software y Kronos llevó adelante a mediados del 2024 y por la cual desvinculó a más de 2.000 de sus trabajadores a nivel global.
Este coletazo llegó a Uruguay sin previo aviso y desde la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI) tampoco pudieron preverlo. "Nada nos hizo imaginarnos una situación de este tipo", sostuvo en diálogo con Café y Negocios el presidente de la gremial empresarial, Amílcar Perea y señaló: "Siempre preferimos que este tipo de situaciones, que son muy malas noticias, de alguna manera pueda ser fruto de procesos más dialogados y con más tiempo para poder contemplar el punto de vista de todos como ecosistema. Este no fue el caso", subrayó el titular de la CUTI que no tuvo ningún tipo de posibilidad de maniobrar ante la decisión intempestiva de la compañía.
Perea remarcó que "no hubo explicaciones" de UKG acerca de los motivos que la impulsaron a cerrar su operativa en Uruguay, pero sí una confirmación formal de la decisión. "Estamos tratando de entender el caso específico", subrayó y destacó que desde la industria es fundamental "tener la capacidad de entender la situación y el mensaje".
Perea explicó que las organizaciones en el mundo de la tecnología tienen un dinamismo y situaciones puntuales que pueden generar estas consecuencias, en especial la situación del mercado americano que ha sido noticia por los recortes de grandes grupos empresariales como Amazon, Microsoft, Meta o la propia UKG.
"Estamos en un mercado hipercompetitivo donde las decisiones empresariales de los grupos no pasan por las filiales y esto nos deja como lección aprendida que una empresa, como es este caso, con una presencia grande en Uruguay, con 300 puestos de trabajo, puede relocalizarse en ocho meses", dijo y agregó: "Es un mensaje fuerte y claro de que hay que seguir apostando a las condiciones que tenemos que dar para seguir siendo atractivos. Tenemos que seguir apostando a generar las condiciones correctas para mantener la atracción de este tipo de empresas hacia Uruguay".
Para Perea, aunque no es un caso único sí es excepcional. "Tenemos que estar preparados para ganar-que empresas vengan, se instalen y apuesten por Uruguay-, pero también para que otras tomen otro tipo de decisiones". Desde su perspectiva "es un mensaje fuerte del que tenemos que aprender lecciones". "Hay un futuro excelente para generar puestos de trabajo de calidad", pero la clave es "tener las herramientas para competir".
La reacción de la industria tecnológica
La primera reacción de un gran número de trabajadores de UKG fue cambiar su estado de LinkedIn y activar la opción "Open to Work" en sus perfiles. Pero, al mismo tiempo, algunas empresas referentes de la industria tecnológica también salieron al frente para ofrecer sus puestos disponibles. "Ese movimiento fue espontáneo, natural y viene de la filosofía de trabajo del sector", comentó el titular de CUTI. Incluso muchas de esas corporaciones consultaron a la Cámara antes de hacerlo para cerciorarse de no perjudicar a UKG. "Obviamente la prioridad era buscar solución para esas personas y todo el esfuerzo que puedan hacer es bienvenido".