Varias crisis multicausales, entre ellas numerosos problemas edilicios, de mantenimiento del acervo y de plagas. Ese fue el argumento y el panorama por el que, el 26 de mayo de este año, las autoridades de la Biblioteca Nacional anunciaron que cerrarían sus puertas hasta nuevo aviso. Si bien ese cierre no sucedió exactamente en términos tan radicales y hubo matices, lo cierto es que la noticia impulsó que la discusión pública se redireccionara como pocas veces hacia la gestión de la institución, con opiniones a favor y en contra de la medida, y el edificio de la avenida 18 de Julio pasó a ubicar por un tiempo un espacio mediático inédito.
Ahora, a cinco meses de aquel anuncio, el gobierno presentó este lunes un proyecto de trabajo con el objetivo de transformar la institución en una "biblioteca del futuro" o "del siglo XXI", como fueron los términos que se utilizaron en una conferencia de prensa en Torre Ejecutiva de la que participaron el presidente Yamandú Orsi, el ministro de Educación y Cultura José Carlos Mahía, la directora de la Biblioteca, Rocío Schiappapietra, y el director y dramaturgo Gabriel Calderón.
La presencia de Calderón, en ese sentido, llama la atención pero no es fortuita: el exdirector de la Comedia Nacional fue oficializado como referente del proyecto por la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), y será quién junto a Schiappapietra se encargue de llevar adelante el plan de trabajo con el que se planea rescatar a la Biblioteca de un presente complejo.
Conferencia Biblioteca Nacional Yamandú Orsi Gabriel Calderón José Carlos Mahía Rocío Schiappapietra
Rocío Schiappapietra, Yamandú Orsi, José Carlos Mahía y Gabriel Calderón
Gastón Britos / FocoUy
En primer lugar, Calderón anunció que lo inmediato será reestablecer todos los servicios interrumpidos de la Biblioteca para diciembre. El referente de la OPP aseguró que están "trabajando fuertemente para que sea antes de fin de año".
También dijo que se trabajará en un "nuevo modelo de gestión, que responda a las exigencias y desafíos del presente", algo que según explicó incluye actualizar un modelo de acceso del público al acervo de la biblioteca a partir de "la innovación y la tecnología", así como también repensar la forma en la que actualmente se conserva.
"La biblioteca toca temas sensibles y distintos. Por un lado, el acervo. Este gobierno decidió tomarlo como tema. Hay que tomar algunas decisiones, como por ejemplo dónde va a estar alojado. Hoy está dentro de la biblioteca, volviéndola en muchos sentidos inoperante. La mayoría de las bibliotecas nacionales públicas grandes de referencia ya han resuelto este tema y tienen depósitos externos. Algunos países tienen dificultades en esto porque tienen territorios muy grandes, pero Uruguay nunca va a tener ese problema. Hay que pensar cuánto del acervo tiene que estar pegado a la biblioteca y cuánto afuera", dijo Calderón.
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"Tenemos que resolver o liberar el espacio de la presencia material, no de la intelectual. Esa es una parte, lo inmediato, es algo que hay que hacer antes de decidir qué vamos a hacer con el edificio y con las experiencias".
Por otro lado, se informó que a partir también de diciembre "se pondrá en conversación con instituciones, personas y artistas que desde mayo se han sentido llamados, alarmados y que han ofrecido sus ideas y pensamiento" para trabajar en ese modelo de gestión.
En materia de presupuesto y de dinero para el proyecto planeado, no se habló de montos específicos, pero Schiappapietra aseguró que en la Ley de Presupuesto se garantiza un incremento del 40% para la institución, y dijo que se hará llamados a determinados puestos el año que viene, una vez aprobada la ley.
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La directora de la Biblioteca también informó que la cátedra de estructura de Udelar y el Ministerio de Transporte y Obras Públicas trabajan en la contención de los daños edilicios y que "no hay pérdidas materiales". Mahía por su parte, destacó también que se rehabilitará una sala infantil que "estuvo cerrada durante los últimos cinco años", y que se podrá usar durante las visitas escolares que actualmente se encuentran interrumpidas.
Lo que plantea el Presupuesto para la Biblioteca Nacional
En la última Ley de Presupuesto entregada al Parlamento para su aprobación de cara a los próximos cinco años de gobierno, se incluyeron tres artículos que refieren a la institución y su actividad.
En primer lugar, el artículo 367 establece una partida anual de $5.000.000 con "destino a solventar gastos de funcionamiento" de la Biblioteca —limpieza, atención del equipamiento del acervo, seguridad—, algo que además implica la instauración de una línea de base que, según pudo saber El Observador, consolida este ingreso y lo mantiene a pesar de los presupuestos futuros.
En primer lugar, el artículo 367 establece una partida anual de $5.000.000 con destino a solventar los gastos de funcionamiento de la Biblioteca. Esto supone la instauración de una línea de base presupuestal que no asegura la solvencia a largo plazo, pero consolida un ingreso fijo que se mantendrá a pesar de los presupuestos futuros. De esta forma, queda garantizada la cobertura de servicios básicos de funcionamiento, como la limpieza, el mantenimiento del equipamiento del acervo y la seguridad.
El artículo 368, en tanto, proyecta otra partida anual del mismo monto —$5.000.000— para financiar inversiones referidas a la "recuperación del estado edilicio de la Biblioteca Nacional".
Y luego, en otro de los artículos referidos se estipula la creación de cuatro nuevos cargos especializados dentro de la institución que incluyen a nueve funcionarios y apuntan a robustecer la plantilla. Esto implica la supresión de diez puestos vacantes destinados a roles que, o bien quedaron obsoletos, o representan escalafones o grados de menor categoría.
En mayo de este año, Schiappapietra había asegurado que la institución tiene una "crisis estructural" y de "usabilidad", y que se debían encontrar soluciones urgentes para resolver un "caos organizacional" con varios "conflictos internos" vinculados.
En términos edilicios, además, la Biblioteca Nacional tiene problemas para combatir la presencia de ratas y de hongos, así como también otros inconvenientes sanitarios que incluyen la inundación de algunos sótanos y otras zonas. En su momento también tenía varias salidas de emergencias bloqueadas por la acumulación de documentos y papeles.