El presidente de FIFA, Gianni Infantino, recibió este martes en las oficinas de FIFA en la Torre Trump de Nueva York al presidente de la República, Yamandú Orsi y al presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), Ignacio Alonso, en un encuentro en el que también participaron el presidente de Paraguay, Santiago Peña, el presidente de Conmebol, Alejandro Domínguez y los presidentes del fútbol argentino, Claudio Tapia, y del paraguayo, Robert Harrison.
¿El tema? El Mundial 2030, en el que Uruguay tendrá un rol protagónico como anfitrión del primer partido del torneo que celebrará el centenario de la primera Copa del Mundo, que en 1930 comenzó en Montevideo, como fue resuelto por FIFA en diciembre 2024.
Lo más importante del encuentro de este martes, al que el presidente Orsi llegó puntualmente a la hora 16 local junto a su comitiva y resultó un actor clave en la reunión, fue que FIFA se comprometió a avanzar en las gestiones políticas para que el Mundial de 2030 se dispute por única vez con 64 selecciones.
Esto implicaría, de ser aprobado, que Argentina, Paraguay y Uruguay, puedan ser anfitriones de una sede y por lo tanto organizar seis partidos en un grupo con cuatro equipos.
Un Mundial con 64 se desarrolla sobre la base de 16 series de cuatro equipos cada uno. El marco para ese calendario es que los dos primeros países avanzan a la siguiente ronda y queda conformado el cuadro de 32 que por eliminación directa avanzarían a la final.
En el Mundial de 2026 se jugará con 48 equipos (12 series), avanzan los 32 mejores.
Desde que en marzo de este año Alonso le planteó a Infantino la posibilidad de llevar a 64 la cantidad de participantes del Mundial 2030, el titular de la FIFA comenzó a mirar la idea con buenos ojos.
El encuentro de hoy sirvió para terminar de confirmar que este es el camino que pretende seguir la FIFA y ahora falta que políticamente se confirme este escenario planteado y para ello FIFA y Conmebol trabajarán para conseguir los votos que permitirán aprobar este cambio en un congreso de FIFA.
De ser así, tanto Uruguay como Argentina y Paraguay recibirán un grupo de cuatro selecciones y deberán organizar seis partidos.
Los de Uruguay, en principio, se jugarían todos en el Estadio Centenario.
Además de Orsi y Alonso en la reunión de este martes en la sede de FIFA estuvieron presentes por Uruguay el ministro de Relaciones Exteriores Mario Lubetkin, el secretario personal de Orsi, Horacio Rivero, su asesor Ernesto Tulvobitz que recientemente fue designado ministro de servicio exterior de la embajada uruguaya en Buenos Aires, y Eduardo Ache, dirigente de Nacional y próximo representante de los tricolores en el comité ejecutivo de la AUF, quien tiene un vínculo personal con Infantino y Domínguez.
No asistió al cónclave el presidente de Argentina, Javier Milei.
FIFA promovió esta reunión aprovechando la presencia de los presidentes de Uruguay y Paraguay, en la sede de la ONU, en Nueva York, y planteó este encuentro en sus oficinas neoyorquinas de FIFA, que fueron inaugurada en julio pasado en pleno Mundial de Clubes.
Esto forma parte del camino que FIFA y los países organizadores (Uruguay, Argentina y Paraguay de los partidos homenajes, y España, Portugal y Marruecos del resto del torneo) recorren para avanzar en todos los preparativos, cuando solamente quedan cinco años para que los países actualicen todas sus infraestructuras mundialistas o generen nuevas instalaciones que exige la federación internacional, y a las que se comprometieron los países.
Desde que asumió en marzo como presidente, Orsi se interesó por el Mundial 2030 y el 10 de junio se reunió con el presidente de Conmebol y de la AUF para interiorizarse directamente en el tema.
¿Qué dijo Orsi en junio en la primera reunión sobre el Mundial 2030?
A la salida de esa reunión que mantuvo con Domínguez, Alonso, Mario Bergara (ya electo intendente, pero aún no en funciones), dijo: “Nos pusimos al día con los compromisos nacionales de cara al Mundial 2030”.
Consultado por si se había tocado el tema de la financiación para reacondicionar el Estadio Centenario para 2030, dijo: “Hablamos de todo”. “El tema de la financiación y cómo y cuáles son los mecanismos, es un tema que lo tenemos que resolver acá en Uruguay y entre los organismos Secretaría Nacional de Deporte, la propia AUF, CAFO, la Intendencia de Montevideo, eso lo resolvemos”.
“Hay que buscar la vuelta, hay que buscar la vuelta”, agregó Orsi ante la pregunta de si la obra se iba a hacer con participación privada.
Yamandú Orsi, Alejandro Domínguez e Ignacio Alonso
Yamandú Orsi, Alejandro Domínguez e Ignacio Alonso
“Yo creo que hay que buscar la mayor participación privada posible. Por razones obvias. Y eso nos pasa a todos los países de acá de la región. No tenemos la fortaleza que tienen otros continentes donde los presupuestos que se utilizan para el fútbol son astronómicos”, sostuvo.
También consideró que Uruguay está en condiciones de afrontar la inversión. “Sí. De acuerdo a lo que nos plantearon acá, hay que buscar la vuelta, no es tanto. O si bien es una cifra alta, el tema es encontrar las claves de la participación privada para la ejecución de las cifras”, agregó.
En ese momento, se manejaban cifras sobre la reforma del Estadio Centenario, que superaban los US$ 100 millones.
Entre los trabajos que proyectó la AUF y el gobierno para el Estadio Centenario como sede de 2030, en el bid book que Sebastián Bauzá, ex secretario nacional del Deporte, y Alonso presentaron a FIFA en julio de 2024 en París, se contemplaba techar el estadio, aumentar su capacidad y construir a nueva la tribuna América.
Orsi señaló que no hablaron del tema concesiones y que eso “queda para conversaciones futuras”.
“Ya existe a nivel institucional una coordinación y un equipo de trabajo que hace más de un año viene trabajando, la Intendencia Montevideo, la propia Asociación Uruguaya de Fútbol y la Secretaría Nacional de Deporte. Lo que ocurrió ahora es que hubo elecciones nacionales donde cambian las autoridades y ahora en julio asumen las nuevas autoridades departamentales. Pero como todas las cosas en Uruguay, el cambio de gobierno jamás debe implicar o significar un quiebre drástico de las políticas. Acá hay compromisos nacionales que queríamos bien poner sobre la mesa y por otro lado tener claro que hace muchos años que se viene trabajando para que en el año 2030 Uruguay sea protagonista. Eso es lo que vamos a tratar de que se complete”, explicó.
Ante la pregunta de qué estaba dispuesto Uruguay como país para presentarse para el 2030, respondió: “Las ganas son las que sobran y además hay una historia atrás que nos respalda. No es casual, no es porque sí que se piensa en el 2030 para Uruguay”.
El presidente también señaló hace tres meses que está abierta la posibilidad de que se pueda recibir algún partido más del que ya está programado como uno de los encuentros inaugurales que se hará en el Estadio Centenario.
“Son posibilidades que se están manejando a nivel de FIFA pero yo creo que hay que empezar y pensar un escenario de mínimo y ya con lo mínimo que tenemos, con los compromisos más elementales, yo creo que ya nos tenemos que poner a trabajar ya o seguir con el trabajo que se venía de antes”, señaló.