"Somos un equipo joven, con cuatro referentes de más de 25 años y tenemos un promedio de 22. Creo que dimos la ventaja de comenzar a entrenar tarde, sobre mediados de febrero cuando Nacional lo hizo a mediados de enero, pero el proceso está siendo muy lindo. Venimos en una buena evolución y tenemos una entrenadora como Cecilia Santos que nos da muy buenas herramientas para entender el juego que quiere que juguemos y que además es muy abierta y receptiva para escuchar a las jugadoras", cuenta Jaureguiberry a Referí.
"Estamos motivadas y optimistas por el rendimiento del equipo y por la posibilidad de pelear por el campeonato. El primer torneo del año se nos escapó. El clásico lo empatamos pero con Wanderers no quiso entrar la pelota y esos puntos fueron claves", reconoció. Nacional fue el campeón del Clasificatorio con dos puntos de ventaja sobre las aurinegras.
Ahora Peñarol juega contra Nacional, Defensor Sporting, Wanderers y Liverpool la Serie Campeonato.
Clara Jaureguiberry/Peñarol Femenino
Foto: Leonardo Carreño
Los comienzos en Náutico
"No tengo a nadie en mi familia que haya hecho fútbol ni practicado otros deportes. Creo que el impulso me lo dio mi abuelo que siempre peloteaba conmigo y que es amante de Peñarol. Yo también y siempre dije que iba a jugar por Peñarol. Mi madre fue mi apoyo número uno y me dejó jugar con los varones cuando le pedí", recuerda Jaureguiberry.
Clara recuerda que en los recreos del colegio St.Patrick's algunos varones aceptaban jugar con ella pero otros no y la empujaban. Su respuesta era levantarse, seguir corriendo y seguir jugando.
En Náutico jugó con los varones hasta los 12 años y todavía recuerda las enseñanzas que le dejaron sus entrenadores Santiago, Mariana y Agustina.
En 2020 se fue a probar a Montevideo City Torque. pasó la prueba y en plena pretemporada se lesionó la rodilla. Tenía 13 años y no sabía nada sobre ligamentos cruzados hasta que a los 15 años se terminó de lesionar y tuvo que pasar por el quirófano.
"La primera etapa de la recuperación, hasta la operación fue muy dura. Estábamos en pandemia y fue muy duro de sobrellevar. Sentí que se me terminaba todo. Me operé en Buenos Aires el 16 de setiembre de 2021 y ahí sentí que me saqué un peso de encima. La recuperación se me hizo mucho más fácil", cuenta.
Tras una larga recuperación al fin pudo debutar en las formativas de City Torque. Le tocó entrar justo contra Náutico y metió un gol.
"Después de ese partido fue difícil recuperar la intensidad de juego, mucha gente piensa que con el alta médica vas a volver rápidamente al nivel porque llevás meses haciendo tremendo ejercicio, pero volver es como arrancar a pegarle de nuevo a una pelota. La precisión de los pases, la intensidad. Todo se siente lejano. Me costó un año recuperar la explosividad de mi juego", confiesa.
Un paso al perfeccionamiento: Defensor Sporting
Tras jugar en 2022 y 2023 en City Torque, Jaureguiberry quiso dar un paso más en su carrera y se fue a probar a Defensor Sporting.
"En City Torque teníamos todos los recursos para entrenar. Tengo compañeras que al día de hoy usan GPS en entrenamientos y en partidos, cosa que en Peñarol no tenemos. Los entrenadores eran muy proactivos, había fisioterapeuta, nutricionista, ropa, materiales y jugábamos en la cancha de sintético".
Pero su afán de superación la llevó a jugar a Defensor Sporting, que además, le quedaba más cerca de su casa.
"Soy una persona que me exijo mucho cuando me voy a probar, pero quedé y arranqué en la sub 19. Siento que fue un crecimiento exponencial. Me tocó un técnico muy crack, Esteban (Vada). Yo soy muy curiosa, pregunto todo y él me explicaba siempre. Es parte del crecimiento, no podés esperar que alguien te lo digo, yo iba a buscar las respuestas. Me fui a probar como volante pero como no bajaba a defender terminé jugando de 9", revela.
Como parte de su perfeccionamiento, Clara siempre miró tutoriales de YouTube y muchos partidos.
"Ese año sentí que elevé la intensidad que me estaba faltando, el técnico me dio las oportunidades que me tenía que dar y llegué a un cuadro grande", recuerda.
Sin embargo, su carta de presentación oficial no pudo ser peor: "Mi primer partido fue contra Nacional y creo que nunca jugué un partido tan malo. Sentí la presión y el DT me sacó tras el primer tiempo. Sentía las manos sudorosas, me costaba respirar, sentía olas de calor y todo en la charla técnica; no supe cómo manejarlo porque me pasó por primera vez y pensé que se me caía el mundo. Me dije: 'capaz esto no es para mí'. Al partido siguiente me puso de titular otra vez y metí un gol. Antes, charlé con él y me dijo que me daba la oportunidad porque confiaba en mí", rememora la entonces delantera.
"Ese año fue bastante bueno, sin lesiones, aporté goles, quedé top 3 entre las goleadoras y a fin de año debuté en Primera. Ya me habían subido a entrenar con Primera, me fueron viendo y hubo una oportunidad de jugar contra Wanderers, en el Palermo. Me dijeron que me iban a citar, era una posibilidad y ya estaba muy feliz por el logro. Con mi madre, mi padre y hermano celebramos ese momento. Antes del partido el técnico me dijo que iba a entrar unos minutos, que me preparaba y el partido se presentó bastante accesible. Entré faltando 20 minutos y metí un gol, salió como 5-0. Después seguí en la sub 19 peleando el torneo, pero salió campeón Peñarol".
En Defensor Sporting se usaba ropa de años anteriores, algo que le era indiferentes y tenían psicólogo esporádicamente. "Lo usábamos para momentos puntuales y fue muy buena la experiencia", repasa.
El salto de su vida: Peñarol
Clara Jaureguiberry/Peñarol Femenino
Foto: Leonardo Carreño
"Mi sueño de chica era jugar en Peñarol, me acuerdo de entrar a la web para buscar pruebas de aspirantes, pero nunca llegué a un acuerdo con mamá para ir". Pero el momento llegó.
"Tengo amigas en Peñarol, me puse en contacto con la entrenadora para que me tuviera en cuenta y en febrero entrené un par de semanas a prueba. Cuando me dijeron que quedaba tenía una sonrisa de oreja a oreja, pero no quería parecer muy emocionada y me contuve por respeto a la entrenadora. Fue una locura como lo celebré con mi familia y mi abuelo que me regaló una pelota con los colores de Peñarol y un mate", cuenta.
Clara estudia negocios digitales. "Muchas amigas ya trabajan y me cuesta estar alineadas a ellas, pero también el fútbol es una carrera corta, como cuando sos niño, tenés que jugar en esa etapa porque después ya sos adulto. Se me dio oportunidad de irme a Chile en 2023 en un periodo de selección con la sub 20, a Universidad de Chile y dije que no porque recién arrancaba la facultad y era demasiado disruptivo para esa etapa de mi vida. Me gustaría trabajar, me encanta lo que hace mi madre que trabaja en un laboratorio de medicamentos y lo hace con mucha pasión y yo soy también una apasionada. Aprendo un montón de la vida con ella. También me interesa trabajar a futuro en el área deportiva no sé bien en qué, pero si estoy cerca de algún deporte, más que nada en el fútbol, sería feliz como ser community manager o algo que me tenga cerca del juego".
Además está haciendo un curso de software SAP sobre gestión de recursos y administración empresarial.
Su mirada sobre el fútbol femenino en Uruguay
"Creo que falta un poco de visualización para el fútbol femenino uruguayo", comenta.
"Es una realidad que el fútbol femenino no genera ingresos, lo tengo presente. Mucha gente no ve que la parte económica es primordial. Si fuéramos un país rico, estarían las condiciones. Veo el fútbol masculino de la B o la C y están en nuestras mismas condiciones. Si todo tiene una inversión inicial, como en todo proyecto y se lo tiene que tomar como tal, le va a arrancar a gustar a más gente con esa inversión inicial. Que vean la calidad de las jugadoras. Yo llegué a entrenar en una placita y es evidente que nos falta mucho crecimiento. Es difícil medir hasta qué podemos pedir y qué no si nos comparamos con el masculino que pueden generar pases millonarios con los jugadores. Pero ha habido una baja en la inversión del femenino. En 2023 hubo un Apertura, un Intermedio y un Clausura. Este año jugamos solo 15 partidos y eso es vergonzoso, pero son los clubes los que lo votan", agrega.
Clara cuenta con franqueza: "Las pelotas que vienen de la AUF son un desastre, son un pedazo de plástico. El año pasado Fénix bajó a la B y ni un día tardaron en decir que el femenino no seguía. Si los clubes sigue viendo al femenino como una obligación y no como una oportunidad va a costar más el desarrollo".
"Existe machismo con el fútbol, lo siento en los comentarios cuando se repite eso de que nuestro juego es lento. Pero hay cuestiones fisiológicas diferentes entre hombres y mujeres. Como en cualquier deporte. Aprendí a no darles entidad a los comentarios en redes sociales porque tienen mucha carga negativa. ¿Qué problema hay que yo juegue al fútbol por ser mujer? Nosotras entre semana jugamos contra varones. Hemos jugado son las sub 14 y sub 15 de Fénix y la sub 15 de River, y contra otros cuadros. Cuando les metemos goles o les ganamos muchos se enojan, solo por el hecho de que somos mujeres", cuenta.
En Peñarol, Clara se convirtió en lateral izquierda. "Antes era un desastre defendiendo, pero es muy importante plantearse objetivos en áreas de mejora, porque siempre tenemos millones de cosas para mejorar y yo quería mejorar eso. Tengo una gran referente al lado, a nuestra capitana Daiana Farías que es la mejor defensora del Campeonato Uruguayo. Como de volantes y delanteras había muchas jugadoras el hecho de ser zurda le abrió la posibilidad de jugar en ese puesto y terminé quedando fija".
Ahora le picó el bicho de la pasión por defender. "La adaptación ha sido muy buena y siento que encontré mi lugar porque me siento cómoda", cuenta. Y todavía en su amado Peñarol.
Clara Jaureguiberry/Peñarol Femenino
Foto: Leonardo Carreño