La Justicia condenó a tres personas e imputó a otra por los incidentes ocurridos en el clásico entre Peñarol y Nacional el pasado 6 de julio en el Estadio Centenario, que terminó con un policía que estaba en la tribuna América herido de gravedad al ser impactado con una bengala arrojada desde la Colombes.
En las últimas horas se supo que seis personas habían sido detenidas, entre ellas un funcionario de la Comisión Administradora del Field Oficial (CAFO).
Finalmente, de los seis detenidos, tres fueron condenados y uno más formalizado, informó la Fiscalía General de la Nación.
En el caso de los condenados, llegaron a un acuerdo abreviado con la Fiscalía y asumieron su responsabilidad en los hechos. La Justicia dictó para ellos 13 meses de prisión, que fueron sustituidos con libertad a prueba, que implicará la realización de trabajo comunitario por 8 meses, presentarse una vez por semana a la seccional y que sean ingresados a la lista negra de la AUF.
Por otra parte, una persona fue imputada y deberá cumplir arresto domiciliario total por 180 días, mientras sigue la investigación.
La investigación de Fiscalía permitió determinar que la pirotecnia prohibida, como las bengalas náuticas, ingresó al Estadio Centenario por medio de pagos a funcionarios, por ejemplo proveedores de bebidas y comida, así como el funcionario de CAFO que se encargaba de limpieza y mantenimiento.
Presidente de CAFO: "Profundo malestar"
El presidente de CAFO, Gonzalo Trabal, aseguró en rueda de prensa que en el organismo existe un "profundo malestar" por la condena a un funcionario que ayudó a ingresar la pirotecnia prohibida el día del clásico.
Según consignó Telemundo, Trabal dijo que el desenlace es "lamentable" y que la persona condenada llevaba quince años trabajando en el área de limpieza y mantenimiento de CAFO.
"Nos tomó con mucha sorpresa. Hace quince años que trabaja acá, más precisamente en el sector limpieza. Mucha sorpresa. Nosotros le tenemos mucha confianza a todo el personal de CAFO, esto nos marcó", afirmó Trabal.
Y contó que en CAFO se dieron cuenta de quién era la persona involucrada cuando vieron la noticia en los medios de comunicación y se percataron de que un funcionario no había ido a trabajar.
"Lo que evaluamos en primera instancia era que había habido un error de interpretación, que en realidad no era funcionario de CAFO", contó.