Volver al fútbol en la nueva normalidad, sin las hinchadas alentando durante los 90 minutos, permite a los afortunados espectadores poder escuchar con mejor definición los diálogos dentro de la cancha, en los bancos de suplentes y en las plateas.
Y más en el Saroldi, un estadio con el sector de prensa casi contra el tejido, donde este sábado River Plate y Nacional se enfrentaron en un vibrante partido que terminó ganando el conjunto visitante.
A pesar de que no hay hinchas, cada equipo tiene autorización para el ingreso de un determinado número de dirigentes, allegados y jugadores que quedaron fuera del plantel, los que desde el primer momento hicieron sentir su aliento para los futbolistas.
Con el inicio del partido, comenzaron los gritos e indicaciones. Jorge Fossati calentó la garganta y con su vozarrón empezó a ordenar a su equipo, como también a reclamar algunos fallos arbitrales con sus particulares gestos.
Llegaron los goles de Adrián Leites y Gonzalo Bergessio y fueron gritados por ambos sectores laterales de la platea del Saroldi, de un lado con dirigentes y personal de River y del otro con los de Nacional, la gran mayoría con tapabocas.
En un momento del primer tiempo, el encuentro se detuvo. El juez Leodán Gonzalez se acercó al línea del sector de la platea principal, dialogaron, y el juez ordenó a los efectivos de seguridad a que retiren a un hincha sentado en primera fila que no paraba de insultar al asistente.
Al no haber público, la persona que estaba sola en el sector de los darseneros, fue fácilmente identificada y el juez procedió a pedir su salida, por lo que debió retirarse acompañado por dos efectivos de seguridad.
El juego siguió y el primer tiempo terminó 2-2. En la pausa, por los altoparlantes se exhortó a los presentes a que utilizaran los tapabocas ya que varios se lo habían sacado, lo que se notó más en el sector de prensa donde, es cierto, varios se lo sacaron para realizar sus comentarios en los micrófonos.
El segundo tiempo estuvo más friccionado y con más interacción.
“Qué ganas tenés de que saque el lateral River”, le dijo Bergessio a Yimmy Álvarez, el cuarto árbitro, luego de que le indicara a Leodán que el lateral era para los locales y no para Nacional. Leugo, el capitán tricolor le siguió haciendo gestos al asistente.
“¡Está afuera de la cancha!”, protestó Rodrigo Amaral por el cambio de determinación en ese mismo lateral.
“Ayrton, Ayrton”, le gritaba Luis Mejía a Cougo par que estuviera atento en la salida.
A los 65, Fossati pidió penal y el juez le sacó tarjeta amarilla. El técnico darsenero caminaba como pidiendo explicaciones en cada fallo que no entendía y miraba al sector de los directivos del club como buscando explicaciones.
Gonzalo Castro ingresó en el segundo tiempo y mientras atendían a un jugador, con su tonada característica del interior le dio indicaciones a Cougo. “Si no, me sale”, se escuchó, al hablar sobre su marcador.
Bergessio seguía haciendo de las suyas, reclamándole al juez, y los locales se calentaban. “Tiene coronita el señor”, gritó un funcionario de River Plate.
De repente, se escuchó un coro cantando “dale Nacional”. ¿Volvieron los hinchas? Se trató de un puñado de aficionados tricolores que se juntaron afuera del Saroldi, por la calle 19 de Abril, y alentaron al equipo desde afuera del estadio, lanzando pirotecnia.
Minutos después, Nacional llegó al tercer gol, dando vuelta el partido, lo que le puso tensión al final del juego. “¡Dale, dale!”, le gritó Yacob al Chory. El volante argentino fue una de las voces de aliento y orden de los tricolores, que, como indicó a Referí el psicólogo que trabaja con el plantel, Gabriel Gutiérrez, trabajaron mucho en el aspecto comunicacional de cara a la vuelta del fútbol sin espectadores.
Con el resultado a su favor, los tricolores enfriaban el trámite en cada detención del juego. “No juega, ¡por favor!”, le hizo ver Matías Alonso a Leodán González, al reclamarle que un defensa tricolor se demoraba para reanudar.
El partido llegó a su fin y se escuchó el “Nacional nomá” para el desahogo de los albos, quienes volvieron a ganar.
Los jugadores se saludaron en el medio de la cancha y Leodán González vio algún gesto o escuchó algo del entrenador de River Plate, quien ya estaba dentro de la cancha, que no le gustó. Sacó la roja, se la mostró y le dijo: “Fossati, esta es para usted”, lo que se oyó nítidamente desde la platea, mientras el técnico darsenero le pedía explicaciones y los presentes comenzaban a dejar sus butacas.
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá