Si hay algo que debe valorar Peñarol, después del empate que rescató en el Campeón del Siglo ante el siempre difícil Cerro Largo, fue que mantuvo su línea futbolística, que jugando fiel a su estilo peleó por el triunfo hasta el final y rescató un punto que le permite ver las tablas como único líder del Clausura, a tres puntos de Cerro Largo, y también con tres de ventaja sobre Nacional en la Tabla Anual.
Los arachanes se la hicieron muy difícil a Peñarol. Llegaron a defender su invicto con el libreto que tienen bien desarrollado con Danielo Núñez, le pusieron una intensidad al juego y una violencia (al límite del reglamento, que permitió Fedorczuk) para defender cada pelota, que incomodó a Peñarol y que llevó el partido a un nivel de intensidad que perjudicó a los aurinegros en su propuesta y que lo hizo demasiado cortado para los intereses del equipo de Larriera.
En este tipo de encuentros, entre líder y escolta de un torneo, los pequeños errores se pagan caro, y las grandes fallas se castigan con dos goles. Esa es la primera explicación para entender por qué Peñarol la pasó mal en el primer tiempo ante Cerro Largo. Primero por errores defensivos en la salida y un pelotazo en el que no tuvieron en cuenta las consecuencias del viento en los despejes largos, que no puede cometer un equipo que quiere ser campeón. Así llegó el primer gol. Segundo, por errores defensivo, y así los visitantes convirtieron el segundo en el final del primer período.
Si a eso se suma que Peñarol quiso hacer una de más en cada pelota que tuvo cerca del área del golero ecuatoriano Domínguez, de gran actuación, entonces el balance termina dejando ese resultado adverso, que obligó a los aurinegros a doblar esfuerzos para remontar el marcador.
Así como lo negativo le costó terminar 0-2 los primeros 45 minutos, también ese resultado fue el disparador para lo que llegó después y allí es donde está el gran mérito de este Peñarol que nunca se da por vencido y, mucho menos, que nunca renuncia a su juego.
Peñarol pudo recurrir al pelotazo (aunque hubiera sido una ruleta rusa en una noche con tanto viento) y eligió el camino de siempre. Allá fue. En ocho minutos, entre los 60 y 68 neutralizó la diferencia. ¿De qué forma? Buscando los espacios, jugando a un toque y encontrando los goles, a través de una jugada (Álvarez Martínez) o de pelota quieta (Carlos Rodríguez, un especialista de cabeza, porque gana por arriba o porque pelea cada pelota hasta el final como si fuera la última, y así consiguió el empate), lo que expresa la variedad de este equipo de Larriera.
Pudo ganar Peñarol por lo que hizo en su juego de mitad de cancha hacia adelante. Mereció otro resultado en el marcador final, pero el éxito se construye con méritos desde su arco al del rival, y los aurinegros cometieron dos errores defensivos que tuvieron un elevado costo en una noche en la que una victoria los hubiera dejado en la puerta del título del Clausura y con la seguridad de que también terminarían primeros en la Tabla Anual.
Otra vez Peñarol vuelve a sufrir el regreso de los jugadores de la selección. Como en cada convocatoria para la selección, los futbolistas ganan prestigio, suman experiencia internacional, pero los futbolistas pierden ritmo de competencia y de entrenamiento con sus clubes, que es muy distinta a la que suelen tener en Los Aromos. Aunque es un detalle, se suma a la columna en la que Peñarol sumó varios ítems adversos en este encuentro y que el costaron muy caro.
De todas formas, al pasar raya este lunes de noche en el cierre de la fecha 13 y a dos del final del año, el equipo de Larriera mantuvo la diferencia de tres puntos en el Clausura sobre Cerro Largo. Nacional quedó a tres puntos en la Anual (puede quedar a uno si el tribunal de la AUF le da el partido ganado frente a los arachanes).
El jueves, con poco tiempo de descanso, Peñarol tendrá que visitar a Progreso, en otro partido que asume como final en el cierre del torneo. El equipo de Larriera perdió el hándicap que tenía en las tablas, pero futbolísticamente sigue mostrando argumentos y anímicamente respuestas que le permiten creer que a pesar de los sustos, como el que le dio Cerro Largo este este lunes en el Campeón del Siglo, tiene un buen punto en su juego para terminar campeón. Tendrá que aflojarse demasiado para no llegar a fin de año con las copas del Clausura y del Uruguayo.
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