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Giorgian, la comparación con Zico, la final de la Copa y su vida como ídolo de Flamengo
Maite Arrascaeta Gabigol de Jesus Vapo, así se llama una niña recién nacida en Brasil, cuyo padre –por si no queda claro– es fanático de Flamengo. La pasión por el fútbol no tiene fronteras y así como durante el Mundial de Sudáfrica 2010 nacieron en el mundo varias niñas que hoy se llaman “Vuvuzela” por las trompetas que se hicieron famosas en aquel campeonato, en Río de Janeiro el fenómeno Giorgian De Arrascaeta está dejando su marca. También su compañero de equipo Gabriel Barbosa –Gabigol– y su técnico, el portugués Jorge Jesús.
Flamengo es el club más popular de Brasil por encima de Corinthians y São Paulo, por lo que la euforia con la clasificación del equipo a la final de la Copa Libertadores 2019 llega a límites impensados. La ilusión es muy grande, porque además la única vez que el rubronegro se coronó campeón de América fue en 1981, hace 38 años.
Aquella vez su estrella era Zico (goleador histórico del club con 476 tantos) y en esta oportunidad uno de los tres jugadores más aclamados es uruguayo, nacido hace 25 años en Nuevo Berlín, surgido futbolísticamente en Defensor Sporting y llamado Giorgian De Arrascaeta.
El volante llegó al equipo de Río de Janeiro en enero de 2019 desde Cruzeiro, a cambio de
US$ 20 millones por el 75% de los derechos económicos, una cantidad que el club piensa recuperar si el 23 de noviembre le gana la final a River Plate de Argentina y se corona campeón de la Libertadores. Por premios, sus dirigentes estiman embolsar algo más de US$ 19 millones.
En su primera temporada en Flamengo De Arrascaeta tiene 15 goles y 10 asistencias en 40 partidos. Su mayor contribución es en el Brasileirao, con 10 goles y ocho asistencias, pero en la Copa también ha sido clave.
El volante superó la marca que consiguió en Cruzeiro el año pasado con menos partidos disputados. En total, durante su trayectoria, ya cuenta 87 goles desde que debutó en Defensor Sporting. Una carrera fulgurante coronada con su participación en la selección nacional.
Pero la particularidad del jugador rionegrense es que no solo juega para él, sino que hace jugar a los otros dos delanteros del equipo, que forman un trío atacante de temer. Gabigol y Bruno Henrique también superan sus marcas personales de goles este año: el primero lleva 35 y el segundo 25.
Entre los tres tienen más goles anotados que los equipos Goiás, Corinthians, Fortaleza, Avaí, Vasco, Chapecoense, Botafogo, Sao Paulo y Alagoano, que participan del mismo campeonato local que Flamengo.
El Cocho de Defensor
Pasaron seis años desde que los hinchas uruguayos empezaron a conocer a De Arrascaeta. Fue después de un partido contra Nacional en el Gran Parque Central en 2013, donde el volante y su compañero de equipo Diego Laxalt, la rompieron contra los tricolores: “Cocho, te van a matar, te van a dar vuelta, no muevas tanto la pelota”, le aconsejó Laxalt a De Arrascaeta durante aquel encuentro del Torneo Clausura que Defensor ganó 1-0.
El Cocho (su sobrenombre) De Arrascaeta no dejaba de hacer moñas, de pisar la pelota, de invitar a los volantes de Nacional a que lo colgaran del alambrado. “Alguna patada me dieron, siempre te dan jugando en esa posición que recibís de espalda y están los zagueros atrás; pero es cuestión de acostumbrarse”, contó De Arrascaeta aquella vez en una entrevista con Referí.
De Arrascaeta era tan flaquito que las mangas de la campera violeta le quedaban largas y le tapaban las manos. Él y Laxalt estaban maravillados con uno de los últimos celulares que había salido al mercado mientras brindaban la entrevista y hablaban de fútbol. De Arrascaeta tenía 15 años cuando se unió a los juveniles de Defensor.
“Venir de allá a esto (la capital) fue un cambio grande. Soy hijo único y extrañaba a mis padres, a mi primo con el que íbamos a todos lados, a mi abuela y a los amigos. Además, salir allá es más tranqui que acá. Pero entre mi contratista y mis padres me apoyaron para que siguiera adelante. Por suerte ahora se están dando las cosas”, dijo en aquella oportunidad, sin soñar el presente que le esperaba algunos años después.
El padre de De Arrascaeta contó en 2014, cuando fue a recibir el premio que ganó su hijo a mejor volante de creación del Campeonato Uruguayo en la encuesta Fútbolx100 de El Observador, que el nombre Giorgian surgió porque así se llamaba un caballo que él corría en sus tiempos de jockey y que siempre ganaba.
Un año más tarde el crack llegó al fútbol brasileño y sigue ganando.
En Flamengo, Giorgian es el punto de equilibrio entre dos de sus compañeros más desinhibidos, Gerson y Gabigol.
Es tímido y callado afuera de la cancha, pero adentro tiene todo el desparpajo.
Está pasando por su mejor temporada en Brasil, después que al comienzo del año estuvo varios partidos en el banco cuando el técnico era Abel Braga, aunque había llegado al club con estatus de titular. En Cruzeiro conquistó la Copa de Brasil y el Campeonato Mineiro.
La importancia de Arrascaeta
En Brasil es Arrascaeta. Figura clave en el rendimiento de Flamengo. Por eso los dirigentes enviaron una carta a la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) para que el jugador sea liberado de la convocatoria para los próximos dos partidos amistosos de la selección, el 15 frente a Hungría y el 18 ante Argentina.
Según los medios brasileños, el club conversó antes con el futbolista y este se puso a disposición para permanecer en el club en el tramo final de la temporada que incluye la final de la Copa Libertadores.
De Arrascaeta se recuperó recientemente de una cirugía en la rodilla y estuvo afuera de dos partidos de Flamengo, aunque volvió para la revancha contra Gremio en semifinales de la Copa.
El calendario del equipo en noviembre está cargadito. Además del partido contra River Plate el 23, jugó ayer por el Campeonato Brasileño ante Corinthians, el 7 contra Botafogo, el 10 ante Bahía, el 13 contra Vasco, el 17 frente a Gremio y el 27 ante Ceará. De ahí la importancia de cuidar a la joya que tiene el equipo que juega de local en el mítico estadio Maracaná.
