El presente de Federico Valverde en Real Madrid -con el que ganó la Champions League- y en la selección uruguaya, sigue acaparando la atención del fútbol mundial.
Tanto fue así que cuando Valverde se fue a España, le regaló una taza con un agradecimiento, como en su momento contó el propio Goncálves a Referí.
"Gonçalves lo vio una noche, y el resto de la historia es idéntica a cualquier historia de cualquier captador que descubre a un jugador diferente: le alcanzó apenas un ratito para darse cuenta de que ese chico era prodigioso. Federico Valverde fue al otro día al predio de Las Acacias para sumarse a Peñarol. Tenía 10 años. Recién se iría ocho años más tarde, cuando el Real Madrid, con un escudo inmenso, lo compre y lo ceda a Deportivo La Coruña", expresa el artículo.
A su vez, Néstor Goncálves agrega: "Valverde era el ideal del chico con condiciones". Tenía buena coordinación, una técnica exquisita, inteligencia para leer el juego y un contexto familiar que lo sostenía. Diagnosticar el futuro profesional de un niño es una tarea que tiene mucho de intuición y algo de mística.
Pero Goncálves se animaba a hacer afirmaciones poderosas sobre su tesoro: apenas tenía 10 años cuando les dijo a sus compañeros que sería un jugador que daría que hablar. “Nunca supe cuál sería su techo. Superaba el umbral de lo posible. Pero sobre todo es un chico que absorbe bien los estímulos: que todo lo que lo desafía lo hace crecer”, señala.
“Pero quiero decir algo: acá nadie se lleva los aplausos solo. En formativas hay un tipo que lo canalizó en el puesto en el que ahora brilla. Y ese tipo es el Chueco Perdomo”, dijo Goncálves.
El artículo expresa que "Perdomo agarró a Valverde en Sexta división. Lo había visto en Séptima, y tenía un panorama claro: en su dibujo 4-3-3, iba a tener que adaptarse para jugar. La adaptación no era física: era el mejor en las evaluaciones de velocidad, saltos y resistencia. Estaba, incluso, por encima de muchos jugadores del plantel profesional. La adaptación debía ser futbolística: a Valverde no le gustaba marcar".
"Entonces lo quise hacer jugar de mediapunta, al lado de un delantero. Y me decía que no le gustaba", indicó Perdomo.
“¿Pero vos sabés el Valverde que vamos a ver en el Mundial? Va a ir con confianza por el título, con una motivación espectacular. Vamos a ver a un Valverde que va a dar que hablar”, avisa Goncálves. Y agrega: “En el futuro va a ser líder de los grupos y se va a poner a los equipos al hombro. Todavía tiene muchísimo para dar”. Perdomo coincide: “No tiene techo. Está en un equipo que lo va a mejorar porque lo obliga a seguir compitiendo. Y su mentalidad es esa: quiere ganar cosas todo el tiempo”.
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