El gobierno quedó satisfecho tras la reunión con Lula

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Lacalle Pou cerró semana con satisfacción por reunión con Lula y cumbre de Celac en la que no pasó desapercibido

En el oficialismo destacan la apertura del brasileño para contemplar la posición de Uruguay
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28 de enero de 2023 a las 05:00

Con el antecedente de haber ocupado la portada de medios internacionales por cruzar críticas con los presidentes de Venezuela y Cuba, y sabiendo que el retorno de Lula envalentonaba los ánimos de los gobiernos progresistas de la región, el presidente Luis Lacalle Pou llegó a la cumbre de la Celac con el objetivo de sostener la posición que su gobierno ha venido desarrollando desde marzo de 2020, pero cuidando no afectar lo que consideraba más importante: el encuentro que tendría al día siguiente con el presidente de Brasil en Montevideo.

De modo que tenía la difícil tarea de escoger palabras que representaran su pensamiento en política exterior, incluyendo críticas, pero sin que estas llevaran a una situación que luego se pudiera tornar problemática, en una semana que iba a estar marcada por estos dos hechos.

Y ahora –con el diario del lunes– en el oficialismo hacen una evaluación positiva de lo ocurrido, destacando que la jugada “salió bien”, porque el mensaje dado en la cumbre de Buenos Aires no pasó desapercibido –e incluso tuvo una trascendencia mayor a la que esperaban algunos– y la reunión con Lula los dejó conformes, porque el brasileño exhibió un nivel de comprensión que distó de la posición que habían asumido algunos de sus jerarcas días atrás.

Protagonismo en la región

Con un tiempo escaso para hablar, y sabiendo que antes o después lo harán otros treinta, en un encuentro que está siendo seguido con atención por toda la región aunque nadie lo esté pudiendo ver porque el anfitrión decidió cortar la transmisión, los presidentes tienen el desafío de decir algo que les permita ser protagonistas.

En la Celac, Lacalle Pou logró cumplir con esa premisa, en base a un discurso de poco más de diez minutos en el que reprochó las miradas “hemipléjicas” que piden respeto por los derechos humanos pero se llaman a silencio ante lo que ocurre en países con afinidad ideológica como Cuba, Venezuela y Nicaragua.

Se trató de una posición bastante solitaria, acompañada en parte por el chileno Gabriel Boric, que también pidió la liberación de los “opositores que aún se encuentran detenidos de forma indigna” en Nicaragua y reclamó por elecciones libres en Venezuela.

Pero así como realizó una crítica, el presidente uruguayo también solicitó pasar de los “discursos” a la “acción” y propuso una zona de libre comercio entre todos los países, algo difícil de concretar dado el proteccionismo actual pero que no pasó desapercibido para quienes lo escucharon.

De hecho, según supo El Observador, al día siguiente, en la reunión a puertas cerradas en la Residencia de Suárez y Reyes, el asesor de Lula, Celso Amorim, le preguntó a Lacalle Pou sobre su idea, aunque el mandatario no se explayó.

Lacalle Pou no pasó desapercibido en Celac

Entre la delegación que lo acompañó a la cumbre destacaron que el presidente logró captar la atención de los medios internacionales que estaban en el evento y que incluso se sacó algunas selfies con periodistas argentinos que se lo pidieron.

Tal como informó Búsqueda, Uruguay negoció que la declaración final –de más de cien puntos– no incluyera cambios institucionales en la Celac argumentando que las modificaciones podían “ambientar la construcción de bloques ideológicos”.

Satisfechos con Lula

Así como tenían prudencia respecto a lo que pudiera pasar en la Celac, en el gobierno había cautela y cierto temor por lo que ocurriría en el encuentro con el presidente brasileño.

Es que desde el fin de semana, varios jerarcas cercanos a Lula habían ambientado un clima en el que podría discutirse una ruptura del Mercosur, principalmente porque el canciller Mauro Vieira señaló que el TLC entre China y Uruguay rompería el Mercosur. 

Pero esas sensaciones fueron dejadas a un lado, ya que los presidentes se concentraron en buscar coincidencias que les permitan avanzar.

En este sentido, un asunto central que empezarán a bajar a tierra en las próximas semanas refirió al relacionamiento entre Brasil y Uruguay en el bloque sudamericano, donde Lacalle Pou viene solicitando una modernización que establezca un mecanismo por el que los socios pueden negociar acuerdos comerciales por fuera del bloque.

Lula se mostró de acuerdo con el planteo y también compartió la importancia de avanzar en negociaciones con China, aceptando la creación de una comisión técnica y ubicando al gigante asiático como el siguiente a negociar –todo el Mercosur– una vez que termine con la Unión Europea.

A su vez, los mandatarios avanzaron en temas específicos de infraestructura, que habían quedado a un lado durante el gobierno de Jair Bolsonaro.

Aunque no se firmó ningún documento, Lacalle Pou subrayó la hidrovía de la Laguna Merín, la posibilidad de que el aeropuerto de Rivera pase a ser binacional y que se concrete finalmente la obra del puente Yaguarón, algo que avergonzó a Lula dado que lo acordó con José Mujica hace casi diez años.

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