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Nacional puso a Uruguay en el circuito profesional y la conducta de los jugadores está en la mira
Futbolistas en fiestas, haciendo deportes o actividades de riesgo, multados y accidentados por manejar a altas velocidades, posteos o reacciones inafortunadas en las redes sociales... En los medios internacionales suele ser noticia este tipo de casos, en particular cuando los protagonistas son estrellas mundiales y aparecen en los medios cuando son castigados con alguna multa o sanción de parte del club al que representan.
En Uruguay no es habitual este tipo de situaciones, pero de a poco los clubes van perfilando hacia eso, a marcar pautas y normas de conductas que pueden deparar en un castigo, tal como ocurrió esta semana en Nacional con los futbolistas Sergio Rochet y Pablo Barrientos, por no cumplir con el protocolo al concurrir a un local bailable.
La abogada en derecho deportivo, Kerstin Jourdan, indicó a Referí cómo se maneja este tema a nivel mundial y cómo comienza a ser considerado en el fútbol local.
“En el mundo generalmente se establece en los contratos y los contratos son muy estrictos”, señaló la representante legal, quien aclaró que no está vinculada a los tricolores, luego que tras las pasadas elecciones su nombre sonara como una posible incorporación para el club, y dijo no tener conocimiento de cómo es el protocolo albo.
La abogada señaló que desde que se establecen posibles retenciones en un contrato, los futbolistas no pueden tener desconocimiento sobre las mismas.
“Si está reglamentado, evidentemente se los puede sancionar. Hay multas económicas, apercibimientos, dependiendo la gravedad del asunto”, explicó.
Para la especialista, en el fútbol uruguayo el tema recién se está instrumentando. En Nacional, por ejemplo, el nuevo protocolo fue impulsado por el gerente deportivo Iván Alonso, quien asumió este año junto al presidente José Decurnex.
“Puede haber un protocolo y que los clubes estén con deudas y se dice, ‘si yo no le puedo pagar a un jugador cómo le voy a retener’”, dijo Jourdan al referirse a una situación que suele ocurrir y que podría aplicarse a la realidad local.
También contó puntos que se establecen entre los clubes y los futbolistas. “He hecho contratos en los que si hay jugadores que, por ejemplo, suben a las redes sociales una foto tomando alcohol, pueden sufrir una sanción. Porque deben actuar conforme a su actividad como profesional. Eso en otro fútbol se sanciona”.
“En Uruguay es un camino que se va llevando de a poco”, agregó. A la abogada le “parece bien” que se marquen las pautas. “Los clubes pagan fortunas por los jugadores y a veces ponen en riesgo sus propias vidas por situaciones innecesarias, como andar manejando a alta velocidad en autos, o actividades que los ponen en riesgo y que luego los incapacitan para competir. Y el club tienen que cumplir el pago del contrato”, señaló.
Agregó que son normas similares a las de cualquier trabajo, donde se deben cumplir obligaciones. “En tu trabajo vos tenés tus horario. Si vos llegás alcoholizado te sancionan; también si llegás tarde. Lo mismo sucede en el ámbito deportivo”, indicó.
Jourdan también señaló que “los jugadores tienen derecho a tener vida, como todos”, pero al ser figuras públicas y representar “a una institución prestigiosa”, tienen que “tener cuidados”.
Para la especialista en derecho deportivo le parece una “buena medida” que se dispongan sanciones como ocurrió en Nacional. “Si hay medidas ejemplarizantes, a los demás los ponen como en cierta alerta”, señaló. “Y también es un mensaje para hinchas, socios, para los que apoyan al club”.
Multas millonarias
En el fútbol europeo suelen ser noticia los casos en que futbolistas reciben sanciones por no cumplir con los reglamentos internos del club.
En marzo de este año se conoció que el delantero y estrella de PSG, Kylian Mbappé, recibió una multa de 180.000 euros por haber llegado tarde a la charla técnica de Thomas Tuchel antes del derbi con Marsella en octubre pasado. El mismo castigo recibió Adrian Rabiot, ya que ambos jugadores iban juntos.
El dinero de la sanción fue destinado a la fundación del club parisino.
Recientemente PSG sancionó a Neymar por no ir a los entrenamientos de pretemporada, tal como estaba establecido. Recibió una sanción de 12.000 euros por inasistencias diarias, lo que contabilizó un total de 375.000 euros.
En Nacional, la multa a Rochet y Barrientos fue con la retención del 20% de sus respectivos sueldos.
Además de las disposiciones que establece cada club, cada entrenador le puede sumar sus propias exigencias, como ocurrió con Luis Enrique cuando dirigió a Barcelona.
Entres sus medidas, se conoció que los futbolistas, entre ellos Luis Suárez y Lionel Messi, no podían practicar esquí o snowboard, ni andar en moto -ni de carretera ni acuática-, ni andar en bicicleta o hacer alpinismo, entre otras prácticas consideradas de riesgo. Las multas, según informó el portal deportivo Besoccer.com, ascendían hasta los 6.000 euros.
Dicho portal también destaca una medida que llamó la atención en el Alemania, en el año 2011, cuando Werder Bremen prohibió hacerse tatuajes a los jugadores porque entendían que podría ser un foco de infecciones para el plantel.
En el fútbol de elite las multas por no cumplir los contratos están a la orden del día, algo que comienza a instaurarse en el fútbol uruguayo profesional.
