Primaria evaluará a niños al comienzo de clases para ver qué aprendieron en dos años de pandemia

“Ese es nuestro métier, porque han sido dos años demasiado tumultuosos, en aquello de ver cómo llegábamos al niño, de cómo llegábamos a la familia, de cómo empezábamos a enseñar, en aquello de que no a todos los niños los teníamos todos los días todo el horario frente a nosotros sino que estaba a través de la pantalla, a veces unos, a veces a otros… Tenemos que hacer como un corte y decir: veamos qué fue lo que pudimos enseñar y qué fue lo que se pudo aprender”, dijo la inspectora técnica de Primaria, Selva Pérez, en entrevista con El Observador. 

La inspectora, grado 6 en la carrera docente y el máximo cargo técnico en la división educativa de Primaria, tiene como rol coordinar con las autoridades políticas de la enseñanza y buscar la manera de traducir los objetivos políticos a los salones de clases.

Según explicó, para este primer objetivo del año se les pedirá a los docentes que apliquen evaluaciones diagnósticas a los niños en los primeros días de clases. Para hacerlo, los maestros tienen como herramienta todos los contenidos generados en el Sistema de Evaluación de Aprendizajes (SEA), que está en funcionamiento hace una década. Allí cada maestro puede elegir los ítems que mejor se adapten a su plan de trabajo y crear su propia prueba online para evaluar a los niños. 

Otro de los elementos que los docentes tomarán como punto de partida son las las memorias didácticas: lo que los maestros anteriores de los alumnos escriben a fin de año sobre lo que pudieron enseñar al grupo, lo que no, en qué cuestiones encontraron dificultades, qué recursos fueron de utilidad y cuáles no. 

Pérez consideró que 15 días después de que apliquen las pruebas la información ya estará disponible para poder procesar y sacar conclusiones. “Nos va a dar una idea de ver cuáles son las dificultades mayores. ¿Por qué precisamos esa información? Para seguir pensando con ellos, recoger información de territorio no tiene otro objetivo que el de analizar y tomar nuevas decisiones”, remarcó Pérez.
 
Además de que cada docente podrá saber en dónde poner el énfasis en su salón de clases, a la inspección técnica también le servirán las conclusiones generales a nivel país para poder conversar con el colectivo docente y enviar lineamientos a través de circulares.

Hasta ahora, los datos que se tienen de estos dos años de pandemia con respecto a los resultados educativos son parciales.

Una encuesta que se le realizó a docentes y alumnos en 2020 dio como resultado que en promedio el 40% de los estudiantes pudo seguir los cursos y participar de las clases virtuales cuando la presencialidad estuvo suspendida. 

Durante la virtualidad, ese año el contacto de los escolares con las clases fue del 92%; el 83% participó de las propuestas educativas pero solo la mitad lo hizo de forma activa. Mientras que el 91% de los niños del quintil más alto participó, en los quintiles más bajos lo hicieron el 72%. 

En cuanto a la repetición escolar, en 2020 había sido de 4,7% y en 2021 pasó a 4,4, según informó El País en enero. En el último año también bajó la repetición del primer curso escolar con respecto al año anterior, aunque siguió mostrando cifras más altas que las que pudieron verse en el resto de los grados, lo que demuestra que 1° grado es el que presenta mayores dificultades para los niños y por tanto un desafío más grande para los docentes. La repetición, sin embargo, es un mecanismo que está en discusión y las autoridades educativas han puesto énfasis en la necesidad de dejar de lado el modo de promoción de manera anual para empezar procesos que sean por ciclos y que abarquen, por ejemplo, los primeros tres años de escuela y luego los segundos tres.