Desde que el 1° de marzo dejó el Gobierno le cambió la vida. Ya no llega a las 6 de la mañana a la confitería ni termina de noche en la confitería.
Volvieron los partidos de fútbol de los miércoles con el viejo grupo de Mariscal Nasazzi, más horas de gimnasio y deporte (nunca los abandonó, pero ya no les pudo dedicar todo el tiempo que quería), y ahora la madrugada ya no empieza a las 6, sino a las 8.30.
Recuerda con emoción lo que vivió en el fútbol. Agradeció por el camino recorrido, pero también recordó esta frase: “Pasé años muy complicados (por el fútbol), me afectó la salud; me tenía que estar inyectando benzetacil (para evitar los empujes de erisipela)”.
También lo que le dejó la Secretaría Nacional del Deporte: "Pasar por el Gobierno fue una de las experiencias más enriquecedoras que uno puede tener en el aspecto humano".
20250814 Entrevista a Sebastián Bauza
Foto: Inés Guimaraens
Así fue la charla con Bauzá:
Hoy es 14 de agosto de 2025. ¿Te acordás que estabas haciendo 16 años atrás, el 14 de agosto de 2009?
¡Pah! Ese año...
¿Te puedo ayudar? Ese día fuiste electo presidente de la Asociación Uruguaya del Fútbol por primera vez.
¡Pah! La verdad que no tenía esa fecha. En ese momento venía de un período de transición, un momento complicado (en el fútbol), estaba como delegado de Bella Vista y se produjo la renuncia del ejecutivo, entonces nombraron un consejo provisorio. No me acordaba que el 14 de agosto había asumido como presidente por primera vez.
Pero, ¿recordás qué pasó y cómo lo viviste?
Tengo flashes de cosas que me quedaron muy grabadas, porque hubo gente que de alguna manera me ayudó para aceptar este gran desafío. Desde Arturo del Campo, a quien le decía, ‘Arturo tenés que ser vos’ y él me decía, ‘no Seba, no, en este momento tenés que ser vos porque yo estoy como presidente de Danubio’. También el apoyo de los presidentes de los equipos grandes (Ricardo Alarcón de Nacional y Juan Pedro Damiani de Peñarol), porque era muy importante para asumir la presidencia con ese respaldo, especialmente en las condiciones en que lo hacíamos, porque estaba convencido que teníamos que asumir sin tener la representación de Peñarol ni Nacional. La situación lo pedía, pero, con un diálogo claro con ellos, era fundamental el apoyo.
¿Vos querías ser presidente de la AUF?
No.
¿No?
Vos me podés decir que todo el mundo que es dirigente de fútbol quiere ser presidente de la AUF. ¿Sabés qué? Yo no, yo quería ser presidente de Bella Vista porque lo viví desde chico. Mi padre fue 25 años presidente de Bella Vista. Y su mayor participación en el fútbol fue como presidente del Colegio de Árbitros en la época del ejecutivo de Del Campo. Nunca soñé con ser presidente de la AUF. Lo veía lejos, pero, a veces, en un momento terminás amando el fútbol y la AUF. La importancia que tiene el fútbol para el país es muy fuerte y a veces ciertos problemas políticos te llevan a tomar decisiones que si lo pensás con tu familia, te dicen que no. En este caso acepté y la verdad es que no me arrepiento de nada.
20250814 Entrevista a Sebastián Bauza
Foto: Inés Guimaraens
Nacional y Peñarol van a marcar la historia del fútbol uruguayo siempre, pero vos diste el primer paso para poner a Nacional y Peñarol en otro lugar. ¿Por qué decidiste en ese momento dejar a los grandes fuera de gobierno del fútbol?
En ese momento entendía que las condiciones en las que transitaba el fútbol lo imponían. Todo eso estalla con el famoso partido de Nacional-Villa Española (en el que Líber Prudente se retiró de la cancha porque Nacional ingresó tarde, le dio el triunfo a Villa Española y luego los tricolores lo dieron vuelta en los tribunales), y los famosos puntos. Prudente hizo un libro hace poco y me pidió que escribiera, porque siempre me dice soy presidente de la AUF gracias a él. De alguna manera era necesario que Peñarol y Nacional dieran un paso al costado, bajaran un cambio para continuar con el fútbol. Era una pelea continua, desde dentro del Ejecutivo hasta los tribunales. No se podía avanzar, porque caía un ejecutivo, los tribunales...
¿Qué generaba toda esa inestabilidad política de la AUF?
Generaba que no se podía avanzar, que caía un ejecutivo, que caía un tribunal, que caía la mesa ejecutiva, que le retiraban la confianza.
¿Cómo le comunicaste a Nacional y a Peñarol que no iban a estar en el gobierno del fútbol y qué respuestas tuviste?
Hablé con los dos presidentes, Juan Pedro y Alarcón, y lo que me ayudó fue que mi camiseta es la de Bella Vista. Yo iba al Colegio de Árbitros, jugaban Nacional y Peñarol y quedaba en el medio, y cuando me decían, ¿quién querés que gane? Respondía el que tenga más jugadores de Bella Vista.
¿Te llamaron y te dijeron que ibas a tener corta vida en el fútbol?
No, al revés. Además, no hay que olvidarse que la selección estaba jugando una eliminatoria muy complicada. Debuté en el partido con Perú en Lima en setiembre 2009, cuando perdemos 1-0 y ahí se acababa (la clasificación el Mundial de Sudáfrica 2010) si no lo dábamos vuelta, como ocurrió después con el triunfo ante Colombia. Entonces nombré un ejecutivo provisorio en el cual pedí a Lucas Blasina, que era vicepresidente, a un representante del interior y dos más de clubes. Y se armó un ejecutivo provisorio provisorio, para ver qué pasaba. Ellos (Nacional y Peñarol) estaban tranquilos que no iba a tomar ninguna decisión para ayudar a uno a otro. Íbamos a ser totalmente objetivos y lo que íbamos a hacer era cumplir ese proceso de selección con la aspiración de clasificar al Mundial y, también, de enderezar de alguna manera todo lo que estaba ocurriendo para poder terminar el Campeonato Uruguayo. Allí comenzamos un cambio que era importante. Eso nos llevó a tener contacto con la FIFA y, al mismo tiempo, empezamos a traer gente que ha tenido experiencias en derecho de televisión, que era el gran tema de la AUF. A uno de los que traje, de Chile, fue a Michael Boys. Me acuerdo que él había generado el canal de la Federación de Chile. Lo traje para escuchar experiencias, que a veces los clubes las entienden de buena manera y hay otros que ya están desconfiando que hay algo atrás. Creo que la llegada de Michael, de alguna manera mostró que había otra forma de vender los derechos de TV, que se comenzaba a gestar la posibilidad de pensar que podía generarlo la AUF, aunque la AUF no estuviera preparada para eso. Podía lograrlo con un socio, de alguna forma. Después vino gente de FIFA y allí se planteó esa situación que vos manejabas, que a mí me votaron 17 voluntades (16 de Primera y uno por Segunda). Ahí no están los votos del interior, no están votos... Ser presidente de la AUF es ser presidente del órgano que rige el deporte uruguayo. Y 17 votos en una asamblea o Congreso es poco.
Hablabas de la desconfianza. ¿Por qué el fútbol está asociado siempre con la desconfianza? ¿Cómo lo ves hoy después de haber pasado por la AUF, por Conmebol y por el Gobierno?
En el fútbol se maneja muchísima plata y a veces dicen, ‘tienen que cobrar sueldo’. Eso depende de cada uno, porque pueden cobrar un sueldo pero cada vez quieren recibir más dinero y seguimos con la desconfianza igual. Creo que dimos un paso, para mí importante, que fue entender que los dirigentes de fútbol no estamos preparados para todo. Podemos saber de fútbol, pero no sabemos de derechos de TV, no sabemos de negociación, y te enfrentabas de alguna manera con gente que estaba 24/7 trabajando en esto. Y por eso cuando hicimos nuestro primer contrato, contratamos a una consultora de televisión, a la de Héctor Deféminis y Joaquín Reyes Delgado, quienes descubrieron para nosotros y en general para todos los dirigentes, la forma en que se manejaba la venta de los derechos de TV. Entiendo que fue muy importante, porque no solamente se dio un salto de valor económico, sino se empezó a decir, ‘esto vale más en el fútbol uruguayo’. En ese momento eran los derechos de las Eliminatorias (para el Mundial 2014), donde se dividía la venta al exterior y lo que se televisaba dentro de Uruguay, entonces empezamos a conocer un mercado y un negocio sobre el que no teníamos información. Allí fue todo muy transparente. Me acuerdo que Héctor me decía, ‘todas las semanas tengo que ir a la AUF para contarte paso a paso cómo vamos’, entonces le decía, ‘sí, porque vamos a dar un paso muy importante y no quiero que quede nada que la gente pueda desconfiar'.
¿Considerás que actualmente existe menos desconfianza sobre el dirigente de fútbol?
Entiendo que el problema de hoy es que hay una fractura muy grande, que ya existía, y que cuando me fui de la Asociación en marzo de 2014 pensé, ‘peor que esto no van a vivir nunca’, y la verdad es que se vivieron situaciones mucho peores. De desconfianza, de fractura en la cual uno dice blanco y el otro dice negro. Eso, de alguna manera, lleva a que sea muy difícil avanzar, porque hay intereses de todo tipo. Eso está mal. En estos días escuchaba que estamos cerca de la licitación (de los derechos de TV), y va a ser un tema en el que todos tienen razón. Por un lado, Peñarol y Nacional quieren recibir más dinero que los otros clubes, porque todos los domingos se ve a Peñarol y a Nacional, más gente ve esos partidos que a los otros equipos. Pero todos tienen el mismo voto, todos tienen los mismos ingresos. Tal vez hay que buscarle, como se buscó en otro momento, el tema del merchandising para que puedan desarrollar. De todas formas, siempre hay intereses. También los jugadores están luchando para recibir más dinero por el famoso derecho de imagen, como los árbitros y los técnicos. Entonces, ahora la familia se agrandó, el dinero también se agrandó, pero hay que llevar a una distribución que va a traer complicaciones como trajo hace 15 años.
¿Hay alguna fórmula para evitar una división tan profunda?
Como toda negociación, tiene que ser transparente y debe ser a través de un diálogo claro. No se pueden mandar mensajes a través de un tercero, que no ayudan. Y para mí es entendible que Nacional y Peñarol quieran más dinero, que los otros clubes quieran también más, porque la necesitan… La Mutual jugó un papel muy diferente al de mi época con relación al que está jugando ahora, en la cual está defendiendo a los clubes y defendiendo el derecho e imagen, como también lo hacen los entrenadores. Entonces hay que ver cuánto es el dinero que hay y después definir porcentajes para todos los que forman parte del Congreso de la AUF, que está muy grande y hay muchos votos. Entonces se darán alianzas, que son normales en la política, pero hay que definir cuál es el porcentaje para cada uno de ellos.
¿Volverías a ser presidente de la AUF?
No, no. Lo tengo totalmente descartado. Además, es una promesa familiar y una decisión de vida.
¿Nada cambiaría esa decisión?
No, nada.
Aunque por delante tuvieras la oportunidad de hacer una segunda gestión de cambios como dirigente y te digan, ‘vení a completar tu obra’.
No, no, no. Y está bueno recordar el primer fideicomiso que hizo José Luis Corbo y Adrián Leiza, que me acuerdo que hicimos un lanzamiento con la palabra fideicomiso, cuando ni sabíamos lo que significaba. Adrián nos explicaba porque estaba trabajando en el Banco República. Esto es un poco lo que decía, que muchas veces los dirigentes no están preparados.
Entonces es no.
Seguro que no, porque pasé años muy complicados, años que me afectaron mucho la salud y a partir de ahí tuve una erisipela que recién, por suerte, me abandonó estos últimos años, cuando me bajó el pico de estrés. Antes me tenía que estar inyectando benzetacil. ¿Te acordás el famoso partido con Jordania (repechaje para el Mundial 2014, que se jugó en noviembre 2013), que era una fiesta, yo estaba en mi casa con la pierna en alto, y con toda la pierna roja, tomando benzetacil. No pude ir, por un pico de estrés.
¿Tu salud era sana hasta ingresar en el fútbol?
Sí, porque soy una persona que en general me cuido bastante en las comidas, haciendo deporte, pero el pico de estrés se dio por ahí. Además, hoy creo que para mi existen otras maneras de ayudar al deporte. La experiencia en la Secretaría Nacional del Deporte me sirvió para sacarme la mochila del fútbol, porque uno viene del fútbol y uno es dirigente del fútbol, y ver otras disciplinas, ver las necesidades que hay, ver la realidad que hay en el interior, la realidad de las plazas de deporte y cómo se pueden hacer cosas fuera del fútbol para ayudar al deporte y para ayudar al fútbol también.
20250814 Entrevista a Sebastián Bauza
Foto: Inés Guimaraens
¿Qué te dejó su pasaje por el Gobierno?
Fue de las experiencias más lindas que uno pudo tener. Estás manejando lo que es el lugar más importante del deporte uruguayo. En mi auto jamás hubo una calcomonía de nadie, ni de Aparicio (Saravia) ni del Partido Nacional. Nadie sabía de qué partido era. El presidente de Luis Lacalle me vino a buscar en el anterior mandato (2015-2020) para ser candidato a intendente. Yo había dejado recientemente el fútbol y le dije que no. Pero entonces comencé una relación muy linda con el presidente. A él le interesaba mucho lo que es el deporte y para él, que yo trabajara en todo el deporte estaba bueno y ahí me junté con diferentes estamentos del Gobierno, de la Salud Pública, MIDES, con las intendencias, para ver qué pasa con el deporte y cómo lo podemos ayudar, y creo que la Secretaría de Deportes y la AUF fueron lo mejor que me pasó en la vida.
¿En qué fue enriquecedor?
Fue una de las experiencias más enriquecedoras en el aspecto humano. Totalmente. Hay programas de la secretaría que te dan a conocer una realidad diferente a la que vivía acá, en Montevideo.
¿Cuál es esa realidad?
Desde el manejo de lo que son las plazas de deporte. Tenés 100 plazas que para el interior se transforman en el único lugar en el que podés hacer deporte. Tenés unos Juegos Escolares que se hacen en todo el país y en los que los chicos recorren diferentes instancias, locales, departamentales, regionales, hasta llegar a instancias definitorias en deportes colectivos e individuales. Me acuerdo, cuando en Tomás Gomensoro hacían lanzamiento de jabalina con un palo escoba. O cuando no hay pelotas. O cuando ibas a las escuelas y a los liceos a llevar todo tipo de disciplinas, con profesores de diferentes federaciones, te encontrabas con chicos haciendo deporte con zapatos o con lo que podían calzar.
¿Cómo fue esa experiencia en Tomás Gomensoro?
Se desarrollaban las clasificaciones para representar a Artigas, e iba por primera vez. En esa ocasión, con Carlos Fiordelmondo, quien estaba en el área de educación y deporte. En la previa, veíamos cómo se estaba preparando todo, cómo ponían los tacos de madera y cómo eran los tacos, cómo se desarrollaba todo en un campo de fútbol que hacía de pista. Preparaban los 100 metros, el lanzamiento de jabalina y cuando empiezan a traer los instrumentos, no lo podía creer, porque una cosa es que lo cuenten y otra cosa verlo ahí. Entonces le dije a Carlos, ‘tenemos que dejar algo’, y finalmente dejamos equipamiento para atletismo en cada departamento.
En los juegos escolares, pasó Déborah Rodríguez, María Pía Fernández, Aranda que hoy está triunfando y corría de boina. No podía creerlo, porque claro, corre como corre en la calle. Lo que estaba necesitando de alguna manera era que lo prepararan y allí hay un trabajo que se tiene que hacer. También tratamos de llevar adelante, que ojalá que se mantenga, un campeonato de básquetbol 3x3 en todo el país. Fuimos a departamentos en los que no había árbitros de básquetbol para jugar 3x3. Tuvimos que hacer cursos online. Llevamos pelota, pisos. Hay mucho para hacer.
¿Seguimos pensando en Montevideo y le damos la espalda al interior?
Sí.
Hablabas de momentos especiales, ¿alguna otra situación que te haya dejado una marca de vida?
Cada vez que iba al interior, veía las condiciones en las cuales hacían deporte los niños. Niños que no tenían calzado deportivo para entrenar, que hacían deporte de túnica y moña, y las ganas que tenían de hacer deporte. Y lo importante que era para ellos. Las directoras y las maestras nos decían, ‘gracias a esto, los chicos se quedan más tiempo en la escuela y no están en la calle’. Entonces te das cuenta que hay todo un trabajo social que hace el deporte que es muy importante. Siempre digo que por cada peso que invertimos en el deporte nos ahorramos cuatro o cinco pesos en problemas de salud. No necesitamos un presupuesto tan grande, con pequeñas cosas podés solucionarlo con gente capacitada, mejorando la infraestructura, en la que estamos muy lejos. Fijate que los atletas se iban a entrenar afuera porque la pista estaba en malas condiciones. Hoy la pista quedó espectacular.
Abro un paréntesis y te pregunto ¿por qué demoraron tanto para remodelar la pista del Parque Batlle? Habían planificado terminarla en seis meses y la obra se extendió un año medio.
Nunca pensamos que el contrapiso estaba tan mal. Después, además, para cuidar la pista nos recomendaron poner un sendero al costado para que la gente que fuera a utilizarla no la ingresara. Se cambió la iluminación, y, también, ocurrió que a la empresa que estaba trabajando en la pista, porque fue contratada por el Ministerio de Transporte, dos por tres me la sacaban porque tenían que terminar obras de carreteras. Y eso nos dificultó muchísimo el final de obra. Por suerte, la pista del Prado pudo suplantarla, pero se perdió muchísimo tiempo.
¿La infraestructura deportiva es uno de nuestros grandes déficit como país?
Sí. Viajar al exterior te permite tener la posibilidad de ver infraestructura y te encontrás en Paraguay, acá cerca, en Asunción, que tiene todo junto y nosotros disponemos en el Parque Batlle de un lugar para hacer un centro deportivo. Tenemos el Estadio Centenario, la pista de atletismo arreglada, al velódromo hay que arreglarlo.
20250814 Entrevista a Sebastián Bauza
Foto: Inés Guimaraens
¿Cuánto cuesta? ¿Un millón de dólares? ¿Dos millones de dólares?
Sí, puede ser que valga un millón de dólares, depende de lo que quieras hacer, pero no te estoy hablando de construir un velódromo techado como tienen en otras ciudades del mundo.
En el Hospital de Clínicas está el área de traumatología y la idea de hacer un centro médico ahí mismo. Es muy interesante que diferentes áreas nos juntáramos para pensar, ‘vamos a sacar esto adelante, vamos a hacer una piscina olímpica’. Nosotros pudimos inaugurar la piscina de 25 metros de 10 andariveles que hicimos con la Intendencia de Maldonado, que fue el que hizo la principal inversión, pero la piscina de 50 metros tiene 8 andariveles, y para eventos internacionales con ocho andariveles no sirve.
En este escenario de la infraestructura deportiva, ¿puede ser un desafío para vos para seguir trabajando en el deporte y cerrar el círculo de Parque Batlle como centro deportivo de Uruguay?
Se puede hacer mucha cosa, también trabajar en el tema de la violencia del deporte y, por otro lado, darle la importancia a la camiseta celeste, que no solamente es la camiseta que une a todos los uruguayos, sino que nos representa en el deporte y que todos los niños y niñas de este país sueñan en ponerse la celeste en la disciplina que sea. Entiendo que ese valor hay que trabajarlo. ¿De qué manera? Apoyando económicamente a todas las disciplinas deportivas, apoyando a que los niños en las escuelas puedan tener ropa deportiva y puedan practicar más horas de deporte que realmente hacen ahora.
¿Cuál es el paso a dar?
Hay que pensar que se pueden otorgar desde el Estado beneficios económicos, impositivos, como se ha hecho en la Comprode, como se hace también en escuelas o en otros proyectos en empresas que realizan proyectos de inversión. Esto es: se pueden dar beneficios fiscales a las diferentes federaciones para comprar ropa deportiva, para comprar el piso de la cancha de básquetbol, por ejemplo. El IVA es un costo para el deporte, y ese beneficio de alguna manera se puede llevar parte para ayudar a las escuelas o ayudar a las diferentes federaciones. Siempre digo que hay cosas en las que el Estado puede ayudar, porque creo que una política de gobierno tiene que ser apoyar al deporte porque estás apoyando la salud psicológica de los chicos porque no solamente pasa en el fútbol. Hace poquito lo vimos en el automovilismo y a esa chica (Matilde Itzcovich) le di el Pabellón Nacional el año pasado y atendí a los padres. Jamás se me iba a ocurrir que pudiera suceder eso, pero tienen presiones que a veces si no los apoyás, es complicado. Hay que acompañarlos.
La salud mental.
Sin dudas. A mí me presentaron un proyecto que estaba muy bien y que había que abrirlo para bajarlo a tierra, porque era una aplicación en la cual todo chico que se sintiera mal, porque hoy los jóvenes están todo el día con celular en la mano, podían bajar esa aplicación y tener consultas acerca de cómo se sentían y los médicos podían llegar a decir, por el tipo de respuesta, este o esta necesita ayuda urgente.
20250814 Entrevista a Sebastián Bauza
Foto: Inés Guimaraens
¿Te imaginás a todos los niños de las escuelas haciendo deporte de celeste?
Sí, me encantaría.
¿Es posible?
Creo que es posible. Estamos en eso, trabajando con el diputado Pedro Jisdonian. La idea es presentarle un proyecto de ley para darle importancia a la camiseta celeste y que nos lleve a que todos los chicos que hacen deporte tengan la ropa adecuada para practicar deporte. Por eso el Día de la Celeste es algo más que recordar todos los logros que ha tenido la Celeste en todas las disciplinas, es ayudar a niños y niñas a que puedan tener la ropa deportiva y todos las mismas condiciones. Existe una diferencia muy grande entre los colegios privados y públicos a la hora de hacer deporte, también. Los chicos que van a colegios privados tienen educación física y deportes todas las tardes. En las escuelas públicas no, solamente cuando se plantea un proyecto, cuando abren la escuela y si no llueve, porque en general todos las actividades físicas se realizan en espacios abiertos. Entonces, ahí, es cuando el derecho del deporte no se está cumpliendo.
¿Te lo imaginas en el corto plazo?
No sé si en el corto o mediano, eso va a depender un poco de lo que el Parlamento pueda ayudar y el Ministerio de Economía pueda apoyar, pero creo que ayudar a que los niños se vistan para practicar deporte y tengan el calzado deportivo adecuado es fundamental.
Ya dijiste que te retiraste del fútbol. ¿De la política también?
Me acuerdo que Luis (Lacalle Pou) se enojaba cuando decía que yo no soy político, y me decía, ‘vos haces política todos los días del año, así que no digas que no soy político’. Creo que la política puede servir para tener una sociedad más sana y mejor y para mí para tener una sociedad sana el rol del deporte es fundamental porque va a ayudar a la salud. Entonces, tal vez ahí pueda seguir trabajando sin tener un cargo. Se puede trabajar ayudando, en comisiones.
Mencionaste varias veces a Lacalle Pou, imagino que es un referente en tu carrera política y alguien que te marcó. Pero quería detenerme particularmente en esa primera charla, allá por el año 2015. ¿Dónde fue, cómo fue y qué pasó?
Me llamó por teléfono. Estaba lejos del fútbol. No quería saber más nada con el fútbol. A través de Arturo del Campo y Javier García, que eran amigos, le dieron mi teléfono y me llamó para venir a casa, para conversar acerca de en qué estaba y si me interesaba. Lo descarté y me dijo, ‘no, no me contentes ahora’. ‘No, no, yo candidato a intendente no quiero ser’, le insistí. En ese momento me ofreció ser candidato a la intendencia y le dije que no porque no estaba preparado. Seguimos teniendo charlas, pero como candidato a intendente no me veía. A partir de ese momento empecé a trabajar en la mesa chica, en la que estaban Pablo Barthol, Nicolás Martinelli y trabajando directamente con el candidato a presidente.
De pronto estabas adentro.
De alguna manera sí, y me fui dando cuenta de lo importante que es la política y lo que podés ayudar. Eso está bueno. Si tenés la posibilidad de tomar decisiones como me pasó, es lo mejor que te puede ocurrir.
¿Cuándo te diste cuenta que ibas a ser secretario nacional del Deporte?
Luego del triunfo en las elecciones (noviembre 2019) cada uno se fue para su casa y pasaban los días. En determinado momento me dice, ‘Che, ¿y vos qué vas a hacer?’. ‘No, yo ayudé, ya estoy’, le respondí. Y cuando me llama a la sede de Bulevar Artigas y me dice, ‘mira, quiero que seas secretario de Deportes’, y me respuesta fue, ‘no, pero conmigo no tenés que hacer cumplido, yo estoy bien y ojalá que les vaya bien’. Ahí, definitivamente, entré en el mundo de la política.
Planteaste un tema que hoy está en todos lados, la violencia en el deporte. Después de haberlo vivido de los dos lados, como presidente de la AUF y secretario de deporte. ¿Tenés una solución para el problema?
La solución es difícil porque la sociedad uruguaya está viviendo momentos de mucha violencia. Lo que pasó en Toledo no lo puedo referir al deporte, porque si estabas mirando un partido y que quieran robar una bandera, es algo totalmente fuera de lo normal. De todas formas, creo que hay decisiones que se tienen que tomar. Nosotros trabajamos en el enero de 2024 con Martinelli, con gente de presidencia para presentarle al AUF ciertos pedidas que nos parecían importante tomar. Esta semana vimos el partido de Peñarol-Racing. ¿Había banderas grandes? O vimos como en los partidos de la Champions con banderitas, con la gente en la tribuna, donde se veían las caras de todos, donde nadie se escondía, donde no pasó nada grave, y fue una fiesta igual, donde se tiraron los fuegos artificiales afuera del estadio. ¿Por qué se quieren tapar los que van a la tribuna? ¿Por se quieren esconder? ¿Por qué cambiar de ropa? Eso es porque estás pensando que vas a generar violencia. Por supuesto que los violentos no tienen que entrar, la policía tiene que estar, porque si ven que la policía está y si se cambian la ropa, utilizan una bengala, tal vez en ese momento puede ser que genere violencia, pero en el momento lo identifican y a la salida lo retiran. Ahora estuvimos un mes para ver quién tiró la bengala. Había 16 mil personas en la tribuna y nadie lo vio. Si no hay banderas y hay policías infiltrados, tal vez tiraban esa bengala pero a la salida lo agarraban porque ya estaba identificado.
¿Considerás que la Policía tiene que estar en la tribuna en el fútbol?
Sí, tiene que estar.