Sebastián Abreu compartió muchos momentos de selección junto a Luis Suárez. El lunes pasado, cuando el Pistolero anunció públicamente que este viernes será su último partido con la celeste, contó que había llamado a Abreu para contarle y que este trató de hacerlo cambiar de idea.
"No papi, te llamé para confirmarte, no para preguntarte", le dijo Suárez.
Abreu, ahora entrenador, habló sobre la despedida de su amigo: "Se va un futbolista extraordinario. Luis ganó todos los títulos que podía ganar. Le faltó ser campeón del mundo con Uruguay. Es difícil encontrar a alguien que durante 18 años esté en la elite del fútbol mundial", expresó el Loco en Sport 890.
Agregó que "fue figura en la selección, en el Groningen, en Ajax, en Liverpool, en Barcelona, en Atlético Madrid, Nacional, Gremio e Inter Miami. Su carrera ha sido y sigue siendo extraordinaria".
¿Cómo nació la amistad entre Luis Suárez y el Loco Abreu?
Abreu comentó que "con rodilla, sin rodilla. Con meniscos, sin meniscos. Con artrosis, sin artrosis. Gordo o flaco. Siempre estuvo arriba. Fue el mejor que me tocó presenciar".
La amistad entre ambos empezó en Nacional: "Cuando Luis subió a Primera se fue arrimando a mi y forjamos una linda amistad y relación. Generamos un vínculo especial. Yo le decía hijito y el me decía papi".
Sobre el carácter competitivo de Suárez, contó: "Si a Luis le hacías una broma se chupaba y al toque quería revancha. El tema es que el botón cuando te ganaba no te daba revancha a vos. Hoy es una persona muy emocional, es muy familiero".
El Loco también señaló que "cuando Luis está tranquilo, haciendo goles y sin que nadie lo critique baja la guardia un poco. Por eso siempre hay que pincharlo, darle un palito con algo, mal de la rodilla o pasado de peso, para que salga a la cancha con rabia y ahí teníamos su mejor versión".
Y por último tiró una de las de él: "En lo único que le gané fue con la 13 del tricolor. Él la tuvo que abandonar porque no le dio", y sonrió.