Según datos recogidos por la consultora KPMG, durante los últimos 12 meses se realizaron al menos 45 transacciones de M&A, un número en alza si se lo compara con las 41 registradas en 2024 y las 40 en 2023.
Pero más allá del aumento en este tipo de transacciones, desde la consultora destacan otro indicador que han visto crecer exponencialmente en los últimos años: la participación del empresariado uruguayo en el mercado de fusiones y adquisiciones, como una estrategia clave para acelerar el crecimiento y consolidación de sus negocios.
“Eso era algo que no veíamos en Uruguay, hasta hace cinco años nuestro servicio de asesoramiento en procesos de M&A era casi que exclusivo a empresas extranjeras, fondos o inversores estratégicos que querían comprar una empresa familiar uruguaya”, detalló Magdalena Perutti, directora de Advisory Services en la compañía.
Hoy, ese escenario es distinto y de las 45 operaciones registradas, el 50% (22) fueron realizadas por compradores uruguayos.
El motivo detrás de este cambio, explicaron, responde a dinámicas globales del mundo de los negocios, donde la competitividad actual deja cada vez menos margen para crecer únicamente de forma orgánica. En este escenario, si una empresa busca aumentar su cartera de clientes mediante estrategias tradicionales necesita tiempo para obtener una curva de crecimiento; en cambio, al adquirir a un competidor, integrarse verticalmente o expandirse mediante la compra de empresas, el crecimiento es mucho más abrupto y permite avanzar en “escalones” de manera más rápida.
Aunque ese salto implica pagar un precio por la velocidad, el contexto actual y la necesidad de acelerar tanto el crecimiento como la ejecución de las estrategias, hace que las empresas estén dispuestas a pagar.
Además, resaltaron que el enfoque de estas transacciones por parte de compradores locales se ha vuelto más profesional, con una mayor preocupación por la evaluación de riesgos, la correcta valoración de las transacciones y la garantía de que los objetivos proyectados se cumplan una vez concretada la compra.
Entre las empresas locales que concretaron fusiones y adquisiciones en este período destacaron inversores financieros como IBF Negocios y Zorzal, así como compradores estratégicos, como El Dorado y Farmashop.
El mapa de inversores se completa con nueve transacciones realizadas por compradores de la Unión Europea o Reino Unido, ocho de Argentina y Brasil, tres de Canadá y Estados Unidos y tres de otros países.
En este sentido, desde la consultora destacaron que a pesar de la mayor participación de capitales uruguayos, las operaciones extranjeras siguen siendo las que tienen un ticket promedio más alto.
Los sectores y los casos que más resonaron
Mientras que a nivel global el sector de tecnología, medios y telecomunicaciones es el que concentra la mayor cantidad de fusiones y adquisiciones, el perfil de Uruguay como país agroexportador marca una diferencia y el sector industrial y manufacturero encabeza la actividad en este tipo de operaciones.
Durante el 2025, de las 45 transacciones realizadas, 12 (27%), pertenecieron a este sector, con casos destacados como la adquisición de Monte Cuidine por la empresa La Virgina, Granja Pocha por el grupo francés Lactalis, y Prodhin, por Ricardo Faría, titular de Global Eggs.
A este le sigue consumo y retail, con 11 operaciones, entre las que se encuentran adquisiciones realizadas por empresas como Farmashop.
De cerca le sigue el sector de tecnología, medios y telecomunicaciones, con 10 transacciones, entre las que destacan las adquisiciones de participación que realizó Zorzal y la adquisición de Movistar por parte de Tigo (Millicom) por un total de US$ 440 millones y el sector financiero, con casos destacados como la adquisición de HSBC por parte del Banco BTG Pactual de Brasil por US$ 175 millones. Cierra el top cinco el sector de real state y construcción, con la compra de Saceem por parte del Grupo francés NGE.
Las perspectivas para el 2026 y una mirada a nivel global
Aunque 2026 aún no comenzó, hay varias operaciones que, aún no confirmadas, ya están en el radar y podrían concretarse durante el próximo año, entre ellas la venta del Grupo Tata y la de Enjoy.
Según fuentes del mercado, algunas de las operaciones que se negocian en la industria podrían rondar los US$ 200 millones cada una.
Además de estos casos puntuales, distintos indicadores globales apuntan a que 2026 podría ser un buen año para las fusiones y adquisiciones.
Desde la consultora explicaron que las tasas de interés juegan un rol clave en el volumen de operaciones: cuando están altas, endeudarse para adquirir empresas resulta más costoso y las transacciones tienden a enfriarse. Pero en un contexto de expectativas de recortes, ese descenso operaría como un impulso para que se concreten más acuerdos de M&A. A esto se suma que los fondos de private equity disponen actualmente de un nivel importante de liquidez, lo que les permitiría aprovechar oportunidades si las condiciones financieras se vuelven más favorables.
Además, según una encuesta global realizada por KPMG, el 62% de los ejecutivos considera que las oportunidades en la región nunca habían sido mejores y el 57% prevé aumentar su actividad de M&A hasta 2026.
Esto se suma a que en Uruguay se espera que la lógica de crecimiento inorgánico tiende a sostenerse y contagiarse, generando un escenario dinámico tanto para inversores extranjeros como locales.
A nivel global, las operaciones de M&A continúan movilizando enormes volúmenes de capital y, en 2025, se caracterizaron por una menor cantidad de transacciones, pero de mayor magnitud.
En este escenario predomina la actividad de compradores estratégicos orientados a crecer mediante adquisiciones; no obstante, la participación de inversores financieros también ha sido relevante. Por industrias, la tendencia global se ha mantenido relativamente estable durante este período, con tecnología, medios y telecomunicaciones como el sector líder en operaciones. También se destacan los servicios de negocios, consumo y retail, que han concentrado una proporción importante del movimiento.