Tres partidos jugados, nueve puntos, con 100% de efectividad. Nueve goles a favor y uno en contra. El mejor promedio de goles convertidos (3 por partido) de los 16 países que disputan la Copa América 2024, y el segundo con la valla menos vencida. Alcanza un 55% de posesión de promedio en los tres partidos y 16,7 remates de promedio por encuentro.
Desde todo punto de vista, la actuación de Uruguay en la Copa América 2024 genera una expresión de orgullo y de felicidad por ver a un equipo que en los tres primeros partidos del grupo C, mostró el más amplio repertorio para confirmar su condición de candidato a pelear por el título.
2) Ganó regulando en la segunda fecha frente a Bolivia.
3) Ganó sufriendo, porque Estados Unidos le planteó un partido tan intenso como no había tenido en este torneo, debido a que los locales se jugaban la clasificación a cuartos de final, que terminaron perdiendo tras la caída con los celestes.
4) Uruguay cierra la primera fase con la confianza reforzada.
20240701 SOC - SPO - UNITED - STATES - V - URUGUAY - CONMEBOL - COPA - AMERICA - USA - 2024 KANSAS CITY, MISSOURI - JULY 01: Mathias Olivera of Uruguay celebrates with teammates after scoring the team's first goal during the CONMEBOL Copa America 2024 Gro
Foto: Michael Reaves/Getty Images/AFP
5) El recorrido de los celestes es al que aspiran todas las selecciones, porque sorteó todos los obstáculos, atravesó todos los estados del juego y desembarcó en el mejor lugar de la tabla.
Ahora bien, la forma que eligió Bielsa para recorrer estos primeros 270 minutos de fútbol, que lo llenan de confianza, también cargaron a sus principales figuras de un exceso de minutos y de una intensidad en la propuesta, que de alguna forma genera inquietud para lo que viene, por las exigencias de los rivales y los reducidos descansos.
20240701 SPO - SOC - UNITED - STATES - V - URUGUAY - CONMEBOL - COPA - AMERICA - USA - 2024 KANSAS CITY, MISSOURI - JULY 01: Luis Suarez of Uruguay in action during the CONMEBOL Copa America 2024 Group C match between United States and Uruguay at GEHA Fie
Foto: Michael Reaves/Getty Images/AF
Hay algo que está claro: naturalmente se fue descontracturando Uruguay en los tres primeros partidos, porque hubiera sido insostenible el ritmo del estreno. No obstante, empieza a hacerse indisimulable el cansancio que empiezan a arrastrar.
Entonces, sorprende que el entrenador no recurra a una rotación más amplia sin llevar al límite los físicos de los futbolistas, sobre todo porque tiene opciones para tomar tan válidas como los 11 que inician.
Un apunte: Bielsa tiene una gran ventaja, información que surge de los estudios que diariamente le realizan a los futbolistas, que les permiten conocer si un jugador está al límite de su rendimiento y si está expuesto a lesiones.
De todas formas, más allá de la orientación de la ciencia, hay una imagen que devuelve la cancha: Estados Unidos le planteó a Uruguay un partido muy físico, lo llevó al extremo de sus exigencias y, por ejemplo, Darwin Núñez jugó los últimos 20 minutos extenuado físicamente. No es para menos con lo que está corriendo desde que empezó la Copa América.
Uruguay jugó sus tres primeros partidos en nueve días, con tres extensos viajes. Tras el encuentro de este lunes descansa cinco días y vuelve a retomar la infernal competencia de las eliminaciones directas, desde cuartos de final, con riesgos de jugar alargue en caso de igualdad y definir por penales, si es necesario, con otros tres partidos en nueve días. El sábado 6, cuartos de final; el miércoles 10, semifinal, y el domingo 14, final.
El déficit de la rotación y los cambios de Bielsa en la Copa América
Esta realidad queda reflejada en la rotación y en los cambios que realiza el argentino.
En el partido ante Panamá, en el estreno, donde el equipo se le agotó en el segundo tiempo y vio cómo se le apagaba sin meter mano con cambios, realizó las dos primeras variantes por cuestiones de salud (Josema Giménez por Araujo a los 45 y Sebastián Cáceres por Olivera a los 60), y mandó a la cancha de De la Cruz por De Arrascaeta, porque el volante de Nuevo Berlín hacía minutos que no le aportaba nada diferente y a Bentancur por Valverde recién a los 85 minutos. Se guardó un cambio.
Frente a Bolivia, en la segunda presentación, hizo los cinco cambios, pero recién apeló a la rotación a los 83 minutos, cuando el partido lo tenía controlado y cerrado desde todo el segundo tiempo. Sin embargo, volvió a exigir a los titulares al extremo: Lucas Olaza por Viña y Luis Suárez por Darwin a los 83, Bentancur por Valverde y Olivera por Pellistri a los 86, y De Arrascaeta para jugar el último minuto por de la Cruz.
20240701 KANSAS CITY, MISSOURI - JULY 01: Ronald Araujo of Uruguay celebrates after winning with Darwin Nuñez of Uruguay during the CONMEBOL Copa America 2024 Group C match between United States and Uruguay at GEHA Field at Arrowhead Stadium on July 01, 2
Ronald Araujo y Darwin Núñez
Foto: Jamie Squire/Getty Images/AFP
Este lunes ante Estados Unidos, más de lo mismo. El primer cambio, obligado por un golpe que mandó a Maxi Araújo al hospital, mandó a la cancha a Cristian Olivera a los 27. El segundo cambio, a los 72, fue obligado por una sobrecarga muscular de Viña y en su lugar ingresó Josema Giménez. A Rodrigo Bentancur, que está pidiendo minutos a grito, solo le dio los últimos 11 por un De la Cruz que se había agotado. Y para jugar un minuto mandó a Sebastián Cáceres por Ugarte, otro que estaba fundido, y a Suárez por Darwin, quien se fue totalmente extenuado. Y se guardó un sexto cambio que habilitó la lesión de Maxi Araújo.
El objetivo por los resultados alcanzados y el rendimiento le dan la razón al entrenador, pero también plantean un interrogante sobre la forma en que llegará Uruguay a cerrar la última semana de la Copa América con tres partidos que definirán todo, con tres largo viajes y donde no existen margen para el error. ¿De qué sirve fundir a los jugadores en la fase previa si al final del torneo no les puede sacar el mejor rendimiento, porque, además de lo que el argentino les exige ahora, vienen arrastrando una agotadora temporada en Europa?
De alguna forma, Bielsa juega al equilibrista sin red de contención en un torneo muy físico y donde el calor y los viajes empiezan a pasar factura.
Así que crucemos los dedos para que lleguen todos sanos a la final del 14 de julio en Miami, porque si se le empiezan a caer las figuras al entrenador, la selección estará en problemas y el único responsable será el argentino.