Dólar
Compra 38,65 Venta 41,05
19 de septiembre 2025 - 5:00hs

Suena el teléfono móvil de Gabriela Verde. En la pantalla se lee que la llamada entrante es de Juan Castillo, líder del Partido Comunista de Uruguay. Verde está a las corridas por el cierre del año lectivo. Están con los últimos preparativos de la fiesta de fin de cursos de la escuela del barrio Peñarol que entonces dirige esta maestra. Atiende y escucha unas palabras que "jamás" imaginó:

—Gabriela, tu nombre está propuesto para Educación.

Verde duda. La oralidad de la llamada no le permite discernir si la palabra "educación" está escrita con mayúscula en referencia a una institución concreta o no. Pero por su experiencia en Primaria, como maestra, como directora de escuela y como consejera en representación de los docentes, piensa que la quieren tentar para un puesto en ese organismo. Entonces se niega, dice que se siente demasiado involucrada como para tener una responsabilidad de tal tipo. Pero la aclaración de Castillo la deja más atónita:

Más noticias

—No, no, estamos hablando para subsecretaria del Ministerio de Educación y Cultura. Felicitaciones.

¿Felicitaciones? Verde no entiende si es una propuesta o es una decisión tomada. Al día siguiente la llama otra vez Castillo:

—Mañana a las 11 de la mañana te tenés que presentar en (le indica una dirección).

En un abrir y cerrar de ojos, Verde está en el estrado del hotel céntrico en el que Yamandú Orsi anunció su gabinete. Es una de las primeras en irse del acto. Pide disculpas: "Es la fiesta de fin de cursos de la escuela".

Verde, la que se considera "una maestra en el gobierno" —y no una política de carrera— habla con El Observador sobre estos primeros meses de gestión en los cuales, por licencias médicas del ministro, ella ocupa la titularidad. Y esa misma maestra, que hace no tanto portaba carteles que revindicaban el 6% del PIB para la educación más 1% para la innovación, la que ahora se enfrenta a una promesa que no se cumple... y "no se puede olvidar".

Gabriela Verde
Gabriela Verde

Gabriela Verde

A usted la llaman como educadora. Antonio Mercader, cuando terminó como ministro de Educación y Cultura, dijo que era un ministerio de Cultura, casi que un ministerio del Sodre y con muchas cuestiones registrales, de papeleo, pero que de educación tiene casi nada. ¿Se encontró con eso ahora que está del otro lado del mostrador?

Llegué a este lugar sabiendo que hay que respetar las autonomías de los entes. Todas aquellas acciones que van a lesionar la autonomía de la ANEP, de la Udelar o de la UTEC, nosotros le ponemos raya. Es una impronta política con la que llegamos. El MEC sí tiene cuestiones de educación bien importantes: la coordinación y generar el Sistema Nacional de Educación Pública. Incidir como cuando estaba en Primaria no, pero sí en esto de alguna manera se incide en las políticas educativas y en el aula.

La Udelar ya ha marcado que tendrá menos presupuesto que el solicitado, también la ANEP. ¿Cómo vio la asignación presupuestal para la educación?

Nos hubiera gustado que la asignación presupuestal para la educación sea más potente. Eso es así. Pero en un momento como está el Uruguay, es complejo. Hay prioridades que son los más postergados, las infancias y adolescencias, y creo que las decisiones que se tomaron fueron acertadas. Pero el 6% más 1% es parte del reclamo que no podemos olvidar.

Gabriela Verde
Gabriela Verde

Gabriela Verde

¿Participó de la redacción del programa del Frente Amplio que explicitó a texto expreso que se garantice el 6% para la educación más el 1% para investigación y desarrollo en este período? ¿Fue correcto incluir esa meta?

Y es histórico, sí. Es algo en lo que el Uruguay tiene el debe. Está la discusión si el 6%, si tomarlo o no. ¿Cuánto considera el Uruguay que debe invertir en educación? Nos debemos esa discusión los uruguayos.

Danilo Astori decía que el Presupuesto debe "tender" hacia, como un escape al incumplimiento de la meta. Ahora ya no hay ningún matiz. Por ese lado, ¿no fue un error ponerlo a texto expreso?

No, no fue un error. Hay que tender a lograr ese 6% más 1% en este periodo. Hay que hacer todo el esfuerzo posible.

¿Se puede llegar al final del periodo? Las gráficas de Udelar muestran lo contrario, que al final va a terminar bajando más el porcentaje.

Bueno, está difícil hacer análisis de aquí al 2030. Sería bastante irresponsable decir "sí se llega", porque hay que trabajar un montón estos años. Me gusta ir pensando quizás 2026 y 2027 como momentos más difíciles del periodo, por los compromisos que tiene que asumir Uruguay, y en el '28, '29 y '30 hacer ese gran esfuerzo para llegar. Incorporar a todos los jóvenes que están por fuera del sistema educativo y a toda la primera infancia. Sin ese refuerzo presupuestal es complejo que lleguemos a buen puerto con estos jóvenes y estas infancias.

¿Espera que dentro de la bancada puedan garantizarse más recursos para la Udelar y la Anep?

Esperemos que sí, que se logre.

¿En qué medida el 6% más 1% se transformó en una bandera que si uno empieza a rascar queda vacía?

Se suscribe a cuestiones internacionales, en la comparativa con otros países del mundo. Es lo que se considera desde la sociedad civil, los realmente involucrados y la fuerza política para robustecer todo el sistema y darle esa perspectiva de educación integral.

Hoy más que nunca porque el Uruguay ha cambiado bastante. Ha bajado la matrícula en Primaria, pero quizás necesitamos un ratio mayor de adultos por niño para lograr la integralidad, la real inclusión y que no quede nadie postergado. Se necesita un trabajo fuerte, que no es solo pedagógico, también de una intervención social fuerte y otros ministerios e institucionalidades colaborando.

¿Le ha pasado de pensar para qué agarró esto si no puede lograr lo que reclamó desde otro lado?

No, pero eso es muy fácil, decir que como no tengo la pelota, me voy. No, no. Hasta que no me digan chau, no voy a abandonar. Lo difícil es gobernar en las dificultades. La militante sigue pensando lo mismo y en el gobierno seguiremos haciendo todo lo posible para que aquellas cuestiones que históricamente se procesan en Uruguay se puedan lograr. Y recién vamos seis meses, nos queda un tiempo más.

En el presupuesto para educación, tal cual está el proyecto, ¿se da en la tecla de los problemas de hoy? La mayoría va para becas, bonos, tiempos pedagógicos, pero cualquier informe de organismos como el Ineed apunta a que los talones de Aquiles están en las inasistencias, los aprendizajes...

Sí, sin duda que es insuficiente. Las becas tienen que tener un proceso de acompañamiento a los jóvenes y de investigación de cómo acceder democráticamente al conocimiento. Cuando se les pregunta a jóvenes y adolescentes por qué no van al liceo, muchas veces es un problema de cuidados, de trabajo juvenil grave, de que no hay apoyos más allá de lo educativo. Y también es que la familia acceda al trabajo, a una vivienda digna, el acceso a la salud.

Gabriela Verde
Gabriela Verde

Gabriela Verde

El director de Política Educativa de ANEP, Antonio Romano, insiste mucho en que se está en un sistema que se olvida de lo universal y la obligatoriedad como esencia y va a la selectividad, por exámenes, por repetición o porque no se resuelven las inequidades de base.

Sin duda, pero también hay que tener en cuenta un trabajo más profundo en lo curricular. Para que lo educativo dé respuesta al Uruguay de hoy y al mundo en que estamos. La escuela y (la educación) media también necesitan una profunda renovación.

El gobierno pasado, en el acierto o en el error, intentó algo curricular. Ahora las ATD están diciendo que no es el camino que querían...

No solo que no lo queríamos, no funcionó.

¿Por dónde podría ir la clave? ¿Volver a la vieja vida más contenidista y reforzar las disciplinas más elementales?

Hay mucho escrito y las ATD y los sindicatos también tienen bastante sobre el tema. Los contenidos no pueden faltar. En un gran diálogo se necesita decir: "En lo programático, este es el recorte que Uruguay quiere de lo producido en la humanidad; en ciencia, en arte, en letras, en ciencias sociales".

Tampoco consideramos que tenga que haber un modelo único. Uruguay es pequeño pero tiene realidades muy diferentes: lo rural, lo urbano, más de la costa, más céntrico. No puede ser una única fórmula, en eso le erró la Transformación Educativa. Hoy lo que más necesitan las infancias y las adolescencias es nutrirse de todo lo que falta en materia motivacional, en las diferencias sociales que pueden acceder a distintos bienes culturales y educativos.

Germán Rama decía que la escuela es lo más militarizado después del Ejército. Es muy difícil pensar esto de abrir cuando hay un sistema pensado desde la robustez, de que todo cambio es lento, de que una maestra obedece a una directora que está pensando en una inspectora, y esta en una inspectora departamental... ¿Es posible en la práctica abrirse cuando tenemos esto de que si no vienen las órdenes dadas a veces no se termina ejecutando, o que cuando vienen tensionan el sistema?

Rama dijo en los años 90, hoy creo que estamos muy lejos de esa concepción, de que se dé una orden y que salga de la manera que lo pensó individualmente el jerarca. Da ciertas garantías esa institucionalidad porque las tomas de decisiones están graduadas. Pero también hay mucha normativa que da la posibilidad de trabajar de una manera muy abierta y en contacto con organizaciones. Pero cuando la política educativa se desarrolla desde las escuelas, eso robustece al sistema.

Hace no tanto tiempo atrás usted dijo en El Popular: "Las clases dominantes no quieren un pueblo educado". Ahora usted está en poder. ¿Quiere un pueblo educado?

Sí, claro. No me siento clase dominante, ni un poco. Vengo de la clase trabajadora, soy maestra en el gobierno. Sigo suscribiendo esa frase. Hay varios ejemplos donde la política educativa se formó desde las bases, como los CEA, que el gobierno pasado los tomó como los María Espínola. Se le hizo una normativa muy amplia, se fue al barrio y se dijo a las familias: "Acá puede haber este proyecto, ¿qué les parece?". Y cómo se le fue poniendo al CEA trabajo fue de los propios actores de la acción educativa, al punto de que el inspector o la inspectora no intervenían.

Algunos países empezaron a involucrar a gobiernos del tercer nivel, como municipios. En Uruguay nunca se avanzó. ¿Podría llegar a ser una opción para que se involucren los actores del barrio?

Eso sucede como cualquier otra organización que apoya a la escuela de su zona. Pero ya involucrarse más profundo dentro del sistema educativo, el gobierno departamental no podría tener tanta injerencia. Mantengamos la autonomía del ente. Sí colaborando, no podemos pensar lo local sin el gobierno local.

Gabriela Verde
Gabriela Verde

Gabriela Verde

Un pensador de izquierda reconocía que a veces no se dan cuenta de cómo los pobres pueden terminar financiando la educación de los ricos. El típico ejemplo es la gratuidad en la Udelar: termina pasando que llegan pocos pobres, que mucha gente que cursa podría pagar y que el financiamiento no tenga que ser todo de Rentas Generales, sino un sistema redistributivo. ¿Ha pensado en repensar la gratuidad?

Son intocables. La educación pública terciaria universitaria es pública. No está en los planes pensar en un pago de una matrícula. Todos los documentos que se están elaborando tienen la palabra "público".

Alguien podría decir que no es público, porque el pobre no accede.

Ese es el gran debe del Uruguay. No solo el universitario. Es un compromiso que hay que asumirlo.

En campaña se insistió mucho con volver a los consejos desconcentrados. Hay un anteproyecto de ley pero no se ha presentado proyecto definitivo.

Fueron los dos juntos para Presidencia, junto a la creación de la Universidad de la Educación. Ahí pasó por jurídica, vieron retoques mínimos, volvieron al MEC, lo volvimos a enviar y fue de interés del gobierno que se firmara por todos los ministros. Se está en esa ronda de firmas. En breves estará ingresando al Parlamento, por (Cámara de) Senadores el de la UNED.

¿Con la UNED están dispuestos a transar en algún aspecto de la gobernanza, que es lo que ha trancado los acuerdos con la oposición?

No transamos, enviamos lo que dijimos que íbamos a enviar, con un articulado que no iba a desarrollarlo en todos los detalles porque consideramos que una vez que se instale, los propios integrantes de distintos órdenes van a darle todo el cuerpo. Cuando fuimos a la Comisión de Educación y Cultura del Senado nos encontramos con muy buena disposición para que salga. Todo el mundo considera que es ganar a nivel de país.

La LUC quitó la obligatoriedad de la inscripción en centros educativos, bajo el argumento de que era inconstitucional porque cada padre tiene el derecho de elegir el tipo de educación que quiera para su hijo. A usted le tocó transitar como consejera en representación de docentes en la pandemia cuando se discutió el tema y dijo que se hicieron muchas cosas bien pero que con el diario del lunes la obligatoriedad fue lo que más vio como falencia. ¿Hay que cambiar ese artículo de la LUC?

Trajo los problemas que dijimos que iba a traer. Igual creo que hay otros aspectos sociales, políticos y de la seguridad que afectan a la permanencia en el centro de estudio. Pero la inscripción sí que fue fuerte, y que las faltas no corran como algo que me permita pasar de grado.

Gabriela Verde
Gabriela Verde

Gabriela Verde

Lo de las faltas es un resorte de la ANEP, pero con la obligatoriedad, ¿por qué no se insistió en el Presupuesto o en otro proyecto, sabiendo que incluso haya legisladores opositores que están a favor?

No vamos a poner todo en discusión ahora, pero sí se está trabajando para que esa obligatoriedad a través de la ANEP no desde la normativa, pero sí desde el trabajo a nivel de promover la asistencia y la importancia de pertenecer al sistema educativo.

Temas:

Gabriela Verde maestra Gobierno MEC Juan Castillo Educación

Seguí leyendo

EO Clips

Te Puede Interesar

Más noticias de Argentina

Más noticias de España

Más noticias de Estados Unidos