Algunos libros, un par de objetos, un soporte pintado del típico color verde del Plan Ceibal y, encima, la foto del directorio de ese histórico programa coronan una repisa al costado del escritorio del ministro Pablo da Silveira. El jerarca se acerca a esos estantes una y dos veces para buscar documentos que sustenten lo que está diciendo. Allí amontona, por ejemplo, varios ejemplares de un cuadernillo azul y letras blancas que el secretario de Estado muestra con orgullo: es el Plan de Política Educativa Nacional.
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