El Loco Sebastián Abreu decidió cambiar de deporte este año y dejará el papifútbol de ADIC para jugar al básquetbol de la Unión de Veteranos de Básquetbol, en una disciplina que en su adolescencia lo trajo por primera vez a Montevideo para defender a Trouville en las categorías formativas.
A 31 años de su última experiencia en Trouville y tras finalizar su carrera profesional como futbolista, el minuano volverá a jugar en Trouville en la categoría +45 del torneo Maxibásquetbol.
Luego de colgar los botines a los 44 años en junio del año pasado y de cerrar su etapa en el fútbol, el Loco siguió jugando pero a nivel amateur.
Lo hizo en el campeonato de ADIC (Asociación Deportiva de Integración Colegial), en el que fue campeón de papifútbol defendiendo a Jesús María 19, uno de los equipos del Colegio Jesús María, en la categoría +40, en el que debutó en setiembre, jugó 11 partidos, marcó 17 goles y en diciembre se quedó con el título en la Copa de Oro.
En la Ceremonia de Clausura de la temporada fue homenajeado por su aporte a ADIC.
Además, en esos mismos meses también jugó en el campeonato de la Liga de Minas, donde defendió a Olimpia y también fue campeón, lo que llevó a que estuviera en la órbita de la selección de Lavalleja. PUdo jugar en el combinado que fue vicecampeón del Campeonato Nacional de OFI, pero su partida a dirigir a All Ready de Bolivia lo dejó fuera de lo que pudo ser su participación en el torneo de selecciones del Interior.
Actualmente, el minuano es director técnico de Paysandú FC de la Primera División Amateur, y volverá a jugar al básquetbol en Trouville.
El club de Pocitos, que el 1° de abril cumplió 100 años, fue el primer club que lo trajo a Montevideo para realizar deporte en su adolescencia, cuando jugaba al fútbol y al básquetbol en Minas. Todas las semanas viajaba con su bolsito, hasta que tuvo que elegir por una disciplina e instalarse en la capital.
Fue entonces que el Loco dejó el básquetbol y pasó a dedicarse 100% al fútbol como jugador de Defensor Sporting y también de las selecciones juveniles de Uruguay.
Su vuelta al básquetbol en el club de la calle Chucarro puede tener el reencuentro con Sebastián Shaw, amigo y compañero de Abreu en aquellos años en que ambos fueron campeones en Menores.
En el libro del Centenario de Trouville, Shaw contó cómo era compartir equipo con el Loco en aquellas épocas de juveniles, cuando los dirigía Carlos Genta, en los Menores del año 1992.
“Seba (Abreu) venía una vez por semana a practicar, los miércoles, y luego para el partido del domingo. Tenía arreglado que después de la práctica le daban de comer en la parrilla… ¡y hacía destrozos! Después tenía que ir a la terminal Goes, tomar el ómnibus para regresar a Minas e ir al liceo al otro día de mañana”, recordó sobre los sacrificios que hacía el Loco para jugar al básquetbol en Montevideo y continuar con su rutina en Minas.
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