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La historia de Cantera, el refuerzo que quiere Saralegui y que se fue de Peñarol en Cuarta
Maximiliano Cantera es uno de los nombres que Mario Saralegui tiene en su lista de posibles contrataciones para Peñarol de cara a la segunda mitad de la temporada, tal como anunció este lunes en el comienzo de la semana que tendrá el período de pases del fútbol uruguayo.
El entrenador lo dirigió en Liverpool en 2017 y tiene buenos recuerdos del jugador, quien hoy está en Deportivo Maldonado y que el domingo fue figura en el empate de su equipo ante Nacional en el Gran Parque Central,
“Yo puedo ir a la reunión hoy y pedir a Cantera, que me gusta”, dijo el DT sobre el volante, en la previa del encuentro que mantendrá con el presidente Jorge Barrera y el vice Rodolfo Catino, en el que analizarán posibles altas y bajas.
“Juega en el doble 5, te da una mano donde sea. No tiene velocidad, pero lo demás lo tiene todo”, agregó a 100% Deporte de Sport 890, al definir al volante de 27 años. “Voy a conseguir el número del representante y llamarlo por teléfono”, dijo Saralegui.
Pasado aurinegro
De concretarse el pedido del entrenador auringero, Cantera volverá a Peñarol, club en el que ya estuvo en divisiones formativas y era el 9 de la Cuarta.
En ese momento le surgió la posibilidad de ir a probarse a Bologna de Italia y allá fue. Pero no logró adaptarse y extrañaba. “Imagínate, canario salido de Los Cerrillos”, dijo el jugador a Referí años después, en abril de 2019.
Estuvo dos meses, el segundo viviendo junto a Gastón Ramírez, pero no aguantó y se volvió a Uruguay para recomenzar su carrera.
Tuvo la posibilidad de ir a Melo para probarse en Cerro Largo FC. “Recuerdo que llegó a través del presidente que se lo había recomendado un contratista. Dijo que jugaba de 9. Llegó medio a prueba y terminó quedando. Vino como delantero y acá lo ponía de volante por afuera”, dijo el técnico de Cerro Largo, Danielo Núñez, a Referí.
En el equipo arachán tuvo su debut en Primera en el Uruguay 2012-2013. Disputó dos temporadas y en la primera de ellas hizo tres goles, mientras que en la segunda jugó menos y no marcó.
Núñez lo recordó como “un botija que siempre fue muy esforzado, muy derecho, que quería ir a más siempre”. “Siempre tuvo condiciones técnicas, pero no sé qué era lo que le jugaba en contra y no mantenía un rendimiento, un equilibrio. Tenía altibajos”, agregó.
En ese entonces, Maxi era acompañado por Alejandro, uno de sus nueve hermanos, quien estuvo con él en Melo. “Mi familia es de origen humilde. Trabajadora. Todos de pelearla”, dijo el volante cuyo padre falleció y su madre seguía en Los Cerrillos.
La carrera del volante continuó luego con distintos períodos en Liverpool y Fénix y con un paso por Táchira de Venezuela.
En 2017, en su último ciclo en Belvedere, coincidió con Saralegui, quien en ese año dirigió por última vez antes de regresar a Peñarol este año.
Luego, Cantera se fue a Fénix y estuvo con Juan Ramón Carrasco. “Al principio le costó”, dijo JR a Referí en la nota de 2019.
“Algún comentario y alguna observación me han hecho de su revalorización porque es un jugador que físicamente es muy bueno y con la pelota sabe un montón. ¿Qué le falta? Más gol. Llegar, llega, pero yo le he dicho a él que tiene que convertir más. Y lo va a lograr”, dijo Carrasco sobre Cantera, quien cerró su último paso por Fénix con dos tantos.
Núñez, por su parte, lo elogió cuando estaba en el equipo de Capurro. “Es un jugador que siempre me gustó. Es encarador, guapo. No rehúsa la pelota dividida. Y le agregó gol que era lo que le faltaba. Ahora veo un jugador maduro, sabe lo que quiere y mantiene el rendimiento. Maduró muchísimo”, señaló.
El año pasado finalizó su contrato en Fénix, donde jugaba de 8 y tenía 12 jugadas asignadas, y, como varios futbolistas que se habían destacado en el equipo de JR, no fue renovado.
El 2020 lo comenzó en Deportivo Maldonado, donde fue una de las piezas claves del equipo de Francisco Palladino en el Torneo Apertura, con 13 partidos jugados, 12 de ellos como titular. Además, marcó dos goles -uno de ellos ante el Peñarol de Diego Forlán en el Campus-, los mismos que había anotado en Fénix en sus últimas dos temporadas.
Arrancó el torneo en su posición natural, de volante, pero en los últimos partidos Palladino lo movió arriba a jugar como uno de los puntas.
“Hace cuatro años que vengo jugando con la misma continuidad, haciendo algún gol que otro. Jugando bien contra los grandes, pero era normal”, dijo Cantera a Referí en abril del año pasado. “A mí, lo que me más cambió fue el nacimiento de mi hijo. Eso me cambió el chip. Fue un clic. Vi que alguien depende de mí”, agregó.
“Ahora me hice mi casita en El Tropezón, que es una calle en la ruta 36. No es un lugar que tenga una plaza, pero vivo feliz. Me costó levantar mi techo. Terminé de construir una parte y ahora voy a ver si puedo arrancar la segunda. La peleo día a día”, señaló en aquel entonces el volante que ahora puede dar el salto a un grande de la mano de Saralegui.
