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11 de septiembre 2025 - 16:29hs

Recién llegado a Francia, a donde viajó apenas horas después de la clasificación de Los Teros al Mundial de rugby Australia 2027, el capitán Manuel Leindekar repasó con El Observador la serie con Chile, los puntos altos y bajos del juego, especialmente el cambio de rumbo en el scrum. También destacó el perfil de Rodolfo Ambrosio y Juan Figallo como entrenadores, y cómo se ve como capitán.

La entrevista completa:

Te escribí para hacer una entrevista antes del primer partido de la serie y me dijiste: "disculpá, pero quiero enfocarme en la serie", lo que también habla de la concentración del equipo y de tu rol como capitán. ¿Qué te deja haber cumplido el objetivo, siendo el capitán de Los Teros?

Estoy muy feliz con esta clasificación. Es como decís, cuando me escribiste fue un momento en el que se necesitaba el 100% de la energía para uno mismo y para el equipo, porque era días antes del primer partido. Mucha tensión, mucho ruido de afuera, había que tratar de cortar todo y pensar en nosotros. Y se dio, la verdad fue muy lindo. Logramos un gran objetivo, que era clasificar a Uruguay al Mundial en primera instancia. Es muy importante clasificar cuanto antes, porque se puede preparar lo que viene.

¿Cómo es la vuelta a Francia después de toda esa intensidad de clasificar?

Ya hacía muchos meses que venía pensando en la eliminatoria, desde el fin de la temporada en Francia, a fines de mayo. Cuando terminó el partido, el entrenador me llamó para felicitarme, y para preguntarme si estaba pronto para volver, porque el club arrancó bastante mal, jugamos dos partidos y en los dos perdimos al final. Obviamente yo estaba disfrutando la victoria pero ya sabía que estaba a disposición. Ahora, este viernes, juego con el equipo acá en Oyonnax, voy de suplente. Así que estoy enfocado, ya con toda la energía.

Y vos tuviste mucho desgaste en el partido del otro día. ¿Cómo viste tu rendimiento y que tanto te pasó factura en estos días?

Propusimos un juego muy centrado en los forwards, le dimos mucho al line y maul. Hubo mucho desgaste. Es un planteo que desgasta mucho, sobre todo en un partido como este. Pero cuando se gana, el desgaste pasa a ser secundario. También da una alegría y una energía grandísima que, capaz porque tengo 28 años, quizás que adelante lo voy a sentir más. Ahora me quedan tres partidos y ahí voy a tener una semana libre, después voy a poder descansar un poco.

Rodolfo Ambrosio me decía que jugaron el partido del sábado pensando en clasificar y no en ganar el partido. Ustedes declararon tras el primer partido que había que pensar la revancha como si arrancara 0-0. ¿Se dio inconscientemente pensar en el resultado de la serie y no en el partido?

Creo que nos dimos cuenta que defendiendo bien lo teníamos y nunca estuvimos realmente en riesgo con la defensa. Por eso creo que, al ser sólidos en defensa, Chile nos entró por indisciplina nuestra, pero no por juego. Nunca estuvimos en riesgo de ser amenazados con el juego de ellos y eso nos dio una tranquilidad, a pesar de que hicimos un partido bastante malo y soy muy autocrítico con eso

En el arranque del segundo tiempo ustedes empiezan a jugar en campo rival, consiguen penales, y uno pensaba que era el momento de acelerar y cerrar el partido. Y sin embargo, vinieron las indisciplinas y ellos lo dan vuelta. ¿Cómo viste ese momento?

La indisciplina fue lo que nos costó carísimo. Si no me equivoco, tuvimos seis tarjetas amarillas en la llave. Jugamos un global de 60 minutos con un jugador menos, por momentos con dos menos. Es algo que nos cuesta muchísimo, y que lo hablamos: en una llave de tanto desgaste físico de los forwards, un jugador menos te cuesta muchísimo. Eso lo teníamos que corregir con urgencia. En el primer partido hicimos 16 penales, en el segundo fueron 16 también, cuando nos proponemos partidos por debajo de los 10 penales.

Me hizo acordar a otro momento donde vos no estabas: la final del Super Rugby Américas, donde Peñarol saca una gran ventaja de 25 puntos, y a partir de ahí como que empieza a jugar con el reloj, cae en un bajón, y se le viene Dogos. ¿Lo hablaron después, o alguien comentó sobre esa situación, de no poder manejar esa diferencia?

No lo hablamos porque queremos separar Peñarol y Teros. Son aprendizajes personales, pero no tomamos ejemplos así porque es un un grupo distinto, y es necesario cambiar el aire, porque es muy importante saber que cuando nos ponemos la camiseta celeste, es la camiseta celeste, y la respetamos más que nada, más allá de que todos trabajamos en conjunto y se trabaja mucho en Peñarol. Pero Los Teros son Los Teros. Quizás deberíamos haber hablado de eso como un aprendizaje. Creo que a futuro lo vamos a tener que trabajar en eso porque se repitió dos veces y no se debería repetir. Porque nos merecíamos, como equipo, terminar mejor. Quedamos muy felices, obviamente, pero también quedó un sabor amargo.

Se notó, no hubo una explosión de alegría al final como hubo en otras oportunidades.

Exacto. Yo tuve la misma sensación. Pero bueno, no hay que olvidar que el objetivo era clasificar y clasificamos. No hay que quedarse en lo negativo. Sí aprender de todo esto. Creo que hay que sacar muchísimo aprendizaje.

Y ahora, nada, trabajar en esos detalles, pero sabiendo que tenemos el tiempo para armar la planificación necesaria y trabajar en todos los puntos necesarios para tener un gran Mundial en 2027. Estamos a dos años y el tiempo de trabajo y la organización del trabajo creo que es lo más importante y el plus más grande que nos va a clasificar en primera instancia, y que tenemos que aprovechar.

Te quería preguntar sobre ese planteo general de salir buscarlo con los forwards. ¿Cuáles fueron los fundamentos? Es claro que en los forwards Uruguay es fuerte y quizás hasta más que los de Chile. Pero también creo que en los backs Uruguay tiene más juego que Chile. Vos sos el capitán y lo hablás con los entrenadores, ¿por qué se decidieron a hacer ese hincapié en la estrategia de de forwards?

El planteo de nuestro juego, que hablamos en la semana, no había sido del todo así. Sí que era muy importante dominar ahí para mandar un mensaje, para demostrar que estábamos dispuestos a pelear, que queríamos eso, que creo que es un mensaje muy fuerte que hay que dar en partidos así. Pero después queríamos terminar las acciones con los backs. Terminaron siendo partidos muy trabados, que no nos salían esas secuencias largas de juego, que son las que más le sacamos jugo, o esas pelotas directas, o formaciones fijas que no nos salían. Por eso salió un partido así, no fue tan planificado.

Quizás uno más parecido al de Estados Unidos en 2021, donde van a buscarlo con los forwards, sacan una diferencia y después aparece un volumen de juego espectacular en el segundo tiempo.

Exacto, así lo planteamos. No hablando directamente de ese partido, pero sí dominar físicamente con los forwards para que después el partido se abriera.

Es contrafáctico, pero si la jugada de Nacho Álvarez termina en try a los tres minutos podía darse ese partido que imaginaban.

Sí, totalmente. Creo que ese try cambió muchísimo el partido. Pero yo soy forward y te digo que estuvimos presentes con los forwards y logramos hacer diferencia. Y sé que con la calidad de los backs que tenemos, que ya lo hemos visto y sabemos que tenemos jugadores desequilibrantes, en el momento que tengan pelotas de calidad, van a meter esos puntos. Creo que es más fácil corregir eso, que si hubiera una falta de hambre de los forwards. Tuvimos mucha hambre y estuvimos siempre en combate.

Fueron mucho más efectivos que ellos también, ¿no? Ellos estuvieron más tiempo en 22 de Uruguay y sin embargo los puntos fueron de Los Teros.

Fue un poco de todo, eficaces, hasta ahí nomás. Eso sí, los defendimos muy bien cuando ellos tuvieron varias importantes, teníamos muy claro que no iban a entrar, y por dónde no iban a entrar. Defendimos muy bien el line y el maul. Hay dos scrums, si no me equivoco, que tuvimos y fueron muy importantes. Si me tengo que llevar un momento de la serie es el scrum del minuto 70 en Chile, en el que estamos ganando por 12, con dos amarillas, Chile tiene scrum en cinco metros, venía dominando. Y ese scrum lo clavamos, con dos jugadores menos afuera. Tite metió un buen tackle por afuera y la recuperamos en esa, o en la próxima jugada. Creo que mentalmente ellos no iban a entrar, y nos dio una confianza grandísima.

En algún momento creo que el árbitro se le fue un poco de las manos, para los dos lados. Creo que le faltó un poco de experiencia en estos partidos. Era claro que iba a ser un partido de mil penales, de demasiadas tarjetas. Creo que debería haber calmado un poco las aguas antes, por cómo son los partidos de Uruguay-Chile.

¿Cuánto trabajaron en el Scrum en la semana de la vuelta? Me decía Ambrosio, no fuimos para atrás con el scrum, nos cobran penales de entrada porque se cae primero y lo penaliza a Mateo.

Lo hablamos muchísimo, lo analizamos, pero fue muy claro lo que había sucedido ahí. El referee nos dijo: ‘si vos me das esta imagen al comienzo del scrum, lo primero que miro es la imagen en el pilar izquierdo. Si me das esta imagen, tengo que cobrar el penal en contra, pase lo que pase’. Después de eso tuvimos una muy buena sesión de entrenamiento filmada, que corregimos en el momento.

¿La entrada de Mateo fue un poco más estirada? ¿Qué fue técnicamente?

El derecho de Chile le cambiaba el agarre y trataba de llevarlo para abajo. Pero si el árbitro veía que Mateo era el que caía primero, no podía juzgar la intención, sino lo que veía. Entonces, sí, tuvimos que adaptar la entrada, cómo posicionarnos, la distancia, y ese primer impacto, para que no nos ajustáramos para abajo, sino para adelante. Y lo hicimos ese martes en la práctica. El miércoles en la práctica, vimos el scrum en vivo.

Ganar el abajo como le dicen a vece, para que no bajes cuando te empujan.

Exacto, ganar esa entrada y poder seguir transmitiendo presión. No fue que nos salió perfecto.

Pero sentimos otra cosa. El scrum es mucho de sentir. Y cuando salimos de ahí, aunque no fue una sesión perfecta, sabíamos que estábamos de vuelta y que nos habíamos recuperado de eso.

¿Vos, como segunda línea, te das cuenta cuando ya el scrum entró mal y va a bajar?

No me atrevería a hablar mucho del scrum, que es la primera línea, pero como segunda línea, en los primeros dos o tres segundos, sentís que si esa presión va para adelante y logramos transmitirla. Tenemos grandísimos jugadores, somos pesados. Creo que logramos corregir bastante bien los ángulos. Ya en el final del partido de ida terminamos sacando un penal para nosotros.

Creo que la imagen que dimos fue peor que el propio scrum. Mateo fue muy penalizado, pero muchas veces es el pilar izquierdo el que paga los platos rotos. Son cosas que pudimos corregir con la velocidad necesaria.

Cuando se dice que el nivel de la competencia sube, es bueno que Chile haya mejorado al punto de causar tantos problemas.

Totalmente. Tenemos un gran staff que realmente nos enseña el porqué de las cosas. No es solo arreglar un problema, tapar un agujero. sino que el staff que tenemos va al meollo de por qué, de darnos un aprendizaje. Y creo que eso es importantísimo porque hoy, en la cancha, ya nos damos cuenta para dónde van las cosas. No es que tenemos que esperar al martes o miércoles para enterarnos de qué sucedió. Dentro del partido, ya estamos aprendiendo, usando ese aprendizaje para corregir en la cancha, que creo que es lo más importante.

En el scrum tenés a un tipo con muchísima experiencia, como el Chipi Figalo. ¿Qué tan importante fue?

Muchísimo. Contra Chile y antes. Es un trabajo que venimos haciendo hace más de un año, cuando empezaron. Se arrancó a vivir más el scrum, a analizarlo mejor. Saber por qué se dan las cosas. Nos decía: ¿yo quiero ver un scrum y entender por qué pasan las cosas? Bueno, lo miro tres veces. Lo miro cinco veces. De atrás, miro la primera línea, miro el scrum de frente. No puedo, viendo un scrum una vez, saber qué sucedió. Hay que analizar, hay que tomarse el tiempo de pensar, de encontrarle una lógica al porqué de las cosas. Imaginate que habíamos ganado por 12 puntos, pero habiamos perdido el scrum, y él estaba mal. Y alguien que lo vive así, como entrenador, es divino. Y nos dan ganas de laburar y de darle la vuelta a eso... por él y por nosotros. Porque fue algo que duele, duele muchísimo. Y más en el orgullo de los forwards.

Sos un capitán joven. Hablando con Ambrosio me decía, yo necesito a alguien que traiga la experiencia y que tenga esa relación con los más grandes y que agarre la aposta de jugadores como Andrés Vilaseca, y que también tenga la llegada de los jóvenes y la relación con los más chicos. Y jugar afuera, que pueda dar una mirada externa. ¿Cómo te sentiste vos en este proceso?

Primero que nada con muchísima responsabilidad y muchísimo orgullo. Creo que lo que tenemos hoy en los Teros es muy bueno. Es un grupo muy unido, en el que se empezaron a ir los más grandes y ahora el más grande es Andrés. Están viniendo generaciones, 2003, 2004, incluso hay entrenando jugadores nacidos en 2005. La diferencia ya es grande y hay que empezar a ponerle mucho énfasis a ese grupo porque son generaciones que han cambiado muchísimo. Entonces mi objetivo, y así lo digo, y creo que es mi principal aporte como capitán, es tratar de unir a los más grandes con los más chicos, a todos los grupos. Obviamente, en un grupo de 35 personas, hay subgrupos, hay afinidades. Pero tenemos que saber disfrutar y compartir momentos. Hemos pasado muchísimo tiempo juntos. Ahora, en estos últimos dos meses, nos vimos más que a nuestras familias. Es algo que siempre dice Rodolfo, el rugby es un juego y hay que disfrutarlo. Yo lo vivo así también, con muchísima responsabilidad, como dije antes, pero con muchísima alegría y tratando de que el grupo se sienta como uno. Hay muchísima gente que aporta su energía, sus ganas y su buena intención para que esto funcione. Yo me encargo de tratar de que funcione.

¿Y cómo es Rodolfo Ambrosio como entrenador y como líder de grupo? Lemoine era un motivador nato en un momento donde había que empujar muchísimo y con una idea de juego que en ese momento era basado en la defensa, en la formación fijas para hacerse fuerte ahí. Después vino Meneses con una evolución del juego, haciendo mucho hincapié en las destrezas y en crecer y en poder jugar más a otra cosa. Y tenía un liderazgo un poco más horizontal, darle mucho más lugar a los líderes, ¿Cómo definirías a Rodolfo Ambrosio?

Antes que nada, Rodolfo es una gran persona. Creo que es el técnico que precisamos en este momento. Alguien muy de la escuela del Chipi, capaz que por algo trabajan juntos y trabajan tan bien. Es alguien que siempre deja mucho aprendizaje. Los análisis se centran en el por qué, por qué vamos a atacar este lugar. No le gustan las cosas predeterminadas, le gusta el juego, el rugby, jugar donde hay espacios. Que los jugadores sepan por qué estoy tomando esta decisión. Eso es algo que nos hace crecer en el juego. Quiere jugadores con más destrezas, confiados en su destreza, trabajando mucho en el pase, en la toma de decisión para el momento de ejecutarlas. Que no haya algo preestablecido: si dijimos que era un 8-12 pero pero viene el 13 atrás y el espacio está fuera, que juguemos el espacio. Habla de que no hay decisiones erróneas si tenés un buen fundamento o un buen resultado. Entonces creo que Rodolfo, con su personalidad busca darnos bastante libertad en el juego y que nos sintamos parte. Que el sistema de juego sea nuestro. Él no nos impone nada, nos da algo para que nosotros lo hagamos. Y siempre nos aclara eso, que somos nosotros los que vamos a estar dentro de la cancha, que tenemos que tomar las decisiones que tengamos enfrente. Eso es algo que lleva un poco de tiempo porque le está dando más responsabilidad a todos los jugadores, pero nos hace crecer mucho como plantel, como jugadores. Y cuando nos largamos a jugar se nota que disfrutamos de jugar a lo que jugamos, que es algo que siempre recalca: disfrutar del rugby, que es un juego. Él siempre nos dice que jugó muchísimos partidos y hasta el último día disfrutó y se hubiera arrepentido si lo hubiera dejado antes. Nos da esas ganas de jugar, de disfrutar cada día, cada momento, porque los grupos humanos no se repiten y esto después pasa. Así que que alguien lo viva así y nos dé tanta libertad y nos deje ser tan protagonistas es algo muy lindo y habla muy bien de él como persona y entrenador.

Ahora viene la ventana de noviembre. Vos viniste mucho más tiempo que siempre entre ventana y eliminatoria. ¿vas a poder estar?

Creo que ya se definió ahora, al estar clasificados, creo que tenemos Portugal, Maori All Blacks y Rumania. Para uno de los partidos tengo fecha libre, aunque todavía no miré el calendario, para ser sincero, tenía primero el objetivo de clasificar. Pero hablando con los dos lados, con los entrenadores de los Teros y con los entrenadores de acá del club, siempre se va a llegar a un buen acuerdo. El entrenador de Oyonnax tiene una relación directa con Rodolfo y eso ayuda muchísimo en la negociación de los partidos. Cuando se conocen las personas que están atrás, creo que hace todo mucho más fácil. Así que espero poder estar para todos los partidos. Todavía no lo hablé y no es el momento, tengo un partido el viernes y acabo de llegar acá, así que espero ganar el viernes.

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