El presidente de Peñarol Ignacio Ruglio fue sancionado el pasado 14 de noviembre por parte del Tribunal de Ética de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) con una suspensión de 60 días en sus funciones como dirigente del club.
A las risas, Ruglio declaró: “Es para intentar no generar problemas y dejando que los días pasen y que las aguas bajen. Diego (Aguirre) me dijo '¿No nos quitarán los puntos por esto?', pero no", dijo el titular de Peñarol.
¿Violó Ruglio yendo al Campeón del Siglo la sanción impuesta por el Tribunal de Ética? No. El presidente de Peñarol no está impedido de ir a los estadios sino que fue castigado en sus derechos como presidente del club.
Esto implica que no puede ingresar al estadio con su carné de dirigente, está impedido de ingresar al terreno de juego (bajar a nivel de cancha), no puede ir a los vestuarios, no puede estar en la zona de salida de los jugadores ni en ninguna otra área de las restringidas para el público en general.
Sin embargo, como hincha (o socio), puede sacar una entrada e ir a la tribuna o sentarse en su palco para ver los partidos.
Eso no se lo puede impedir el Tribunal de Ética porque la única razón que puede prohibirle eso a una persona es que la misma sea enviada a la lista de inhabilitados (lista negra) que lleva la Asociación Uruguaya de Fútbol en conjunto con el Ministerio del Interior. Y el ingreso a esa lista se da por cometer actos de violencia en escenarios deportivos y también por razones más leves, como por ejemplo, dar positivo en un control de espirometría realizado en los puntos de acceso a los estadios.
Además, Ruglio tampoco puede ejercer ante la AUF ninguna actividad, aunque eso no le cambia nada al presidente de Peñarol ya que esa representación la ejercen los delegados del club que son Julio Trostchansky, Gustavo Guerra y Augusto Formento.
El fallo que esta vez le aplicó el Tribunal de Ética se debió a la "reiteración" de sus dichos en contra del arbitraje.
El pasado 1º de octubre, tras un largo tiempo de quietud en sus estados de WhastsApp (medio que utiliza para expresarse públicamente), luego de empatar con Racing, Ruglio criticó con crudeza el arbitraje de Hernán Heras e hizo extensiva sus críticas a todos los jueces manifestando que se había montado una "operación rescate" de Nacional.
Dos días después, Ruglio acusó a Christian Ferreyra de actuar en forma "deliberada" contra Peñarol, "muchas veces".
Esa fue la gota que derramó el vaso para la Asociación de Árbitros del Fútbol Uruguayo (AUDAF), que días después denunció a Ruglio ante el Tribunal de Ética.
A la fecha siguiente, en el clásico, Peñarol fue perjudicado por una clara falta de expulsión de Gabriel Báez sobre Javier Cabrera, que Leodán González no vio y que Ferreyra, desde el VAR, no llamó a revisar.
Fue ahí que el consejo directivo de Peñarol todo le pidió una audiencia al Colegio de Árbitros y una reunión al presidente de la AUF Ignacio Alonso.
"Siempre inclinan la balanza en la definición de los campeonatos para el mismo lado, entonces la decisión que tomó el club la iba a acompañar y por eso fue unánime de acompañar los canales que analizamos", dijo Ruglio al término de la reunión del consejo directivo que pidió esas reuniones.
Todos los fallos del Tribunal de Ética de AUF contra Ignacio Ruglio
Su primera denuncia le llegó en 2021 y en noviembre de ese año fue sancionado con un apercibimiento.
En febrero de 2022 recibió un castigo, igualmente leve, una advertencia.
Ambas denuncias se dieron por dichos contra el arbitraje.
"Ruglio está convencido de que los jueces conspiran contra la AUF", dijeron a Referí desde la interna del club.
"Es un discurso que tiene respaldo en un círculo de dirigentes que lo siguen, pero también le ha funcionado a nivel electoral", agregó la fuente consultada.
En abril de 2023, Ruglio recibió su primera pena de suspensión: le dieron 30 días.
Esa sanción le costó no poder entregarle medallas al equipo campeón del Torneo Apertura 2023, donde destacó Matías Arezo.
En junio de 2023 había recibido su último castigo: 45 días. Las sanciones iban in crescendo.
Después de ese fallo se llamó a silencio durante largo tiempo y moderó sus críticas. Pero desde octubre, Ruglio volvió con todo a la carga contra los árbitros.
Lo que más le duele a Ignacio Ruglio del fallo del Tribunal de Ética
Si bien Ruglio se quejó en un estado de WhastsApp, por supuesto, de la celeridad con la que salió el fallo en esta oportunidad, hay algo del mismo que lo tiene a maltraer.
Según supo Referí, lo que más lo inquieta y molesta es que en caso de que Peñarol sea el campeón uruguayo, no podrá estar en la premiación, no podrá pisar la cancha, no podrá entregar medallas, tocar la copa ni dar la vuelta olímpica.
Peñarol será campeón uruguayo si gana el Torneo Clausura y existe la posibilidad que ese certamen se defina en un clásico.
También puede haber finales contra Nacional por el Campeonato Uruguayo y un hipotético escenario de que hayan hasta cuatro finales.
Las desmedidas palabras, en las que el Tribunal cuestiona que permanentemente Ruglio apunta contra la "honestidad" de los jueces, le pueden costar al presidente aurinegro tener que ver de afuera y como un hincha más un posible escenario de triunfo de Peñarol.