Sandro Ricci rompió el silencio tras su polémico arbitraje en el partido del miércoles entre Chile y Uruguay por los cuartos de final de la Copa América 2015.
El juez brasileño se refirió a la provocación de Gonzalo
Jara sobre
Edinson Cavani. El chileno le metió al uruguayo un dedo en el trasero y el uruguayo apenas apoyó su mano en el rostro. Pero el expulsado resultó ser el jugador celeste, quien tenía amarilla y vio la segunda.
El sábado, en declaraciones a globoesporte.com, dijo: "Yo cobré todo lo que vi. Y en este caso, el jugador (Gonzalo Jara) tendría que ser mucho más cuestionado que el arbitraje. Ciertas actitudes de los jugadores superan el límite deportivo. Y ésta no fue una actitud aceptable, de ésas que esperamos de profesionales. Debimos actuar si hubiésemos visto algo".
"Lo que puedo decir es que esa no es una actitud aceptada que esperamos de los profesionales", agregó.
"La evaluación institucional sobre mi actuación fue buena. Lo único es que se hicieron consideraciones por prevención, con las que estoy totalmente de acuerdo".