El optimismo del gobierno
El proyecto de presupuesto presentado el domingo generó las primeras reacciones. Analistas privados y el Partido Nacional coincidieron en señalar cierto “optimismo” del gobierno en las proyecciones económicas. Tanto el crecimiento (2,4% de promedio por año) como la previsión de reducción del déficit (de 1,5 puntos al final del período) generan dudas en la oposición y entre algunos economistas.
Uruguay viene de crecer a tasas cercanas al 1% en los últimos diez años y la regla es que en el último año de gobierno aumenta el gasto público y el déficit fiscal. Oddone quiere romper con esa tendencia y en sus proyecciones prevé reducir el déficit al final del período en medio de la campaña electoral.
Elogios para Oddone
El ministro de Economía se llevó todos los elogios de sus colegas luego de presentar el Presupuesto y hasta Juan Castillo y Gonzalo Civila le ponderaron que era el mejor proyecto posible dadas las circunstancias. Comunista uno y socialista el otro, son los que objetaron durante la campaña su aparición como referente económico de Orsi.
Oddone volvió a cosechar alabanzas dos días después en Suárez y Reyes, y hasta fue aplaudido por los legisladores del Frente Amplio cuando le avisaron, sobre el cierre de la reunión, que los funcionarios de la Udelar también habían cerrado su convenio salarial. A la hora de ese encuentro, era el último colectivo que quedaba pendiente, mientras que Pacha Sánchez enfatizó a sus correligionarios que era la primera vez que se llega a un Presupuesto con todas esas instancias atadas.
Ese día no pasó desapercibida la ausencia del “Boca” Andrade, el carismático senador comunista que sí se presentó horas después ante algunos comités de base para hablar sobre el Presupuesto. Su camarada Ana Olivera, quien coordinará la bancada frentista durante la discusión parlamentaria, sí ponderó el trabajo de Oddone, nos comentaron varios de los asistentes.
Nadie, ni siquiera su promotor, el senador socialista Gustavo González, hizo mención ese día a la iniciativa de gravar al 1% más rico, más allá de un comentario al pasar de Constanza Moreira.
¿Más plata?
En la extensa presentación ante las bancadas, Oddone adelantó que si se cumplen sus ambiciosas perspectivas de crecimiento del país va a haber posibilidad de incrementar el espacio fiscal en las rendiciones de cuentas, escenario al que ya le prenden velas algunos jerarcas que no vieron satisfechas sus demandas en el Presupuesto.
En las condiciones actuales, las asignaciones incrementales llegarían a US$ 240 millones al final del período.
La pregunta de Blanca
En línea con la inquietud de varios frenteamplistas de a pie, Blanca Rodríguez preguntó ese sábado qué se pensaba hacer respecto a las auditorías dentro del gobierno. Jorge Díaz ya había dicho semanas antes en la Coordinadora B que al Ejecutivo no le iba a “temblar el pulso” a la hora de determinarlas, como informaron los colegas de La Diaria.
Oddone contestó que no le rehuyen a la herramienta, aunque no pensaban aplicarla con una animosidad política. Sí que la Auditoría Interna de la Nación (AIN) podría proceder si algún jerarca llegaba con indicios concretos que marcaran su necesidad. Orsi, por su parte, aclaró que en ningún caso contratarán a estudios privados para realizarlas, algo con lo que el Frente fue especialmente crítico desde la oposición en el caso del Antel Arena.
Recaudación cautelosa
Una de las vías para reducir el déficit fiscal es aumentar la recaudación con nuevos impuestos y mejorando la eficiencia de la DGI. El Impuesto Mínimo Global es una de las apuestas del gobierno que recién empezaría a recaudar en 2028 porque regirá a partir de 2026 y da un plazo de 15 meses desde el cierre del ejercicio.
En el gobierno anterior habían hecho estimaciones sobre cuánto podrían recaudar con este impuesto y era alrededor de US$ 500 millones. Sin embargo, con Trump en el gobierno de EEUU se está discutiendo exonerar a los grupos multinacionales norteamericanos y sumado a otras reorganizaciones empresariales, en la ahora oposición estiman que esa recaudación será del entorno de los US$ 350 millones.
Primeros cruces
Los blancos tuvieron la primera reunión por el Presupuesto y tomaron una serie de definiciones. Están abiertos a negociar para aprobarlo pero rechazan que se pongan nuevos impuestos y algunos cambios a leyes o disposiciones del gobierno de Luis Lacalle Pou.
Si bien hay unidad interna –en la reunión participó el presidente Álvaro Delgado, intendentes, alcaldes y ediles– se produjeron algunos cruces por posicionamientos, principalmente entre legisladores e intendentes.
Dirigentes que estuvieron en la reunión nos contaron que Nicolás Olivera planteó que el Congreso de Intendentes estaba de acuerdo con un artículo que elimina la posibilidad de pagar la patente sin abonar las multas y Sebastián da Silva le salió al cruce porque junto con Rodrigo Blás fueron los promotores.
Con Olivera también hubo un intercambio –en el que participó Luis Alberto Heber además de Da Silva– por la creación de una comisión para estudiar modificaciones al impuesto a los semovientes. Los intendentes están a favor de ese impuesto –porque actúan como agentes de retención– mientras que los legisladores quieren eliminarlo porque perjudica a los productores más chicos.
Aprovechando la ocasión, Falero transmitió que no debían hablar de acuerdo histórico entre el Congreso de Intendentes y Presidencia porque el gobierno de Luis Lacalle Pou les había dado “más plata”.
¿División en la oposición?
Si bien los legisladores de los distintos partidos de la oposición recién se están poniendo a estudiar en profundidad el proyecto, las primeras reacciones, a partir de los lineamientos generales, han sido bastante diversas.
En algunos casos, como los del diputado blanco Sebastián Andújar y el cabildante Álvaro Perrone, la primera reacción fue constructiva y de apostar por un entendimiento. “Tenemos que sacarnos el No de la frente”, dijo Andújar a En Perspectiva mientras que Perrone aseguró en más de una oportunidad que sería una “mala señal” dejar al gobierno sin Presupuesto.
Sin embargo, otros legisladores prefirieron un tono más confrontativo y en conversaciones informales mostraron su sorpresa por la postura de sus colegas. La discusión recién empieza pero puede generar más de un dolor de cabeza a la oposición.
Molestia blanquicolorada
Una vez más una decisión de Cabildo Abierto dejó muy molestos a blancos y colorados. En este caso fue el pedido de aplazar la votación de la creación de una comisión investigadora sobre la compra de la estancia María Dolores por parte de Colonización prevista para este martes.
El FA y Cabildo votaron postergar ese punto del orden del día para después del tratamiento del Presupuesto pese a que blancos y colorados pretendían votarlo ahora. Los liderados por Guido Manini Ríos aseguran que no se oponen a la creación de la comisión pero dicen que no es el momento.
Esto genera molestia en los partidos tradicionales y deja en claro, otra vez, que la coordinación entre las fuerzas políticas opositoras que fueron socias de gobierno está lejos de funcionar.
Malentendido
El diputado Juan José Olaizola continuará como coordinador de la bancada blanca tras su salida de Aire Fresco. El legislador se reunió la semana pasada con el presidente del directorio, Álvaro Delgado, y le puso el cargo a disposición porque se irá al grupo de Martín Lema.
Tras esto, Olaizola comunicó a la interna del partido y al presidente de la cámara Sebastián Valdomir que dejaba la coordinación, pero eso finalmente no ocurrirá.
Supimos que el lunes José Luis Falero –referente de Aire Fresco– habló con él y le ofreció que siga como coordinador hasta fin de año como estaba previsto porque venía haciendo una buena tarea. También habló con Lema.
Desde Aire Fresco dicen que lo que hubo simplemente fue un “malentendido”.