El vocero de la Fiscalía General de la Nación, Javier Benech, se refirió este lunes al atentado contra la fiscal de Corte, Mónica Ferrero, y aseguró que se trata de un hecho de extrema gravedad que impacta tanto en lo institucional como en lo emocional dentro del sistema judicial. "Se ha subido algún escalón", afirmó.
Benech comenzó destacando que la fiscal Ferrero “está bien de salud, que es lo importante”, luego del violento episodio ocurrido el domingo. “Yo ayer fui a visitarla a la casa y estuve en contacto con ella a lo largo del día. Ella está bien de salud, su familia también. Obviamente, esta situación tuvo un impacto emocional como todos ustedes imaginarán”, relató.
Más allá del shock inicial, destacó la fortaleza personal de Ferrero: “La fiscal Ferrero, ustedes la conocen, yo también desde hace muchos años, es una persona muy fuerte que ha dedicado su vida a esto y obviamente va a seguir adelante”. Según transmitió, Ferrero pidió especialmente agradecer “todas las muestras de respaldo que tuvo en el día de ayer”.
“Un ataque a la cabeza de los acusadores públicos”
Para Benech, el atentado no debe interpretarse como un hecho aislado, sino como una señal de alerta grave sobre el avance del crimen organizado en Uruguay. “Se trata de un ataque no solo a una persona, sino a la cabeza de... Ustedes saben que desde la reforma del proceso penal, los fiscales son quienes llevan adelante la investigación. Entonces ha sido un ataque a la cabeza de la Fiscalía, justamente a la cabeza de los acusadores públicos”, advirtió.
El vocero recordó que “ya han ocurrido situaciones lamentables como el ataque a la Brigada Antidrogas con un explosivo, un ataque al director del INR en su momento”, y añadió: “No descubro nada si les digo que Uruguay dejó de ser un país de tránsito para ser un país de acopio con vías a la exportación de estupefacientes”.
Reacción institucional y medidas de seguridad
Benech valoró de forma positiva la reacción política y social frente al atentado: “Si hay algo saludable es la reacción de todo el sistema político respaldando la institucionalidad”. Además, aseguró que Ferrero ha recibido apoyos “que no se esperaba, más allá del sistema político, de la sociedad civil, por ejemplo, de las cámaras empresariales, del PIT-CNT. Ha sido un hecho que ha conmovido a toda la sociedad”.
Consultado sobre la investigación, aclaró que la fiscal de Estupefacientes de 4º Turno, Angelita Romano, y la Policía llevan adelante el proceso con “mucha reserva”, pero confirmó que “hay dos personas que han sido detenidas” y que se esperan novedades a medida que avancen las actuaciones.
Sobre la seguridad de Ferrero y el resto de los fiscales, indicó: “Por lo que tengo entendido, el Ministerio del Interior, frente a esta situación, ha hecho una evaluación de riesgos y va a reforzar la seguridad de la doctora Ferrero y va a evaluar los riesgos de los demás fiscales que tienen protección”.
Reconoció además que el ingreso al fondo de la casa de la fiscal de Corte expuso fallas: “A todas luces no hubo una evaluación correcta del riesgo”, dijo. “La garita está en el frente de la casa de la doctora Ferrero. Estas personas ingresaron por el fondo”, agregó.
“Obviamente sienten que son vulnerables”
El atentado generó preocupación dentro del equipo fiscal, especialmente entre quienes investigan el narcotráfico. Benech fue claro: “Los fiscales sienten que si llegaron a entrar al fondo de la fiscal de Corte, obviamente sienten que son vulnerables frente a esta situación”.
Reconoció también que el ataque tuvo un impacto emocional: “Si yo le dijera que no tiene ningún impacto, no estaría diciendo la verdad. Efectivamente tiene un impacto emocional”.
Sin embargo, aseguró que los fiscales no se dejarán amedrentar: “Son formados para combatir a la delincuencia y al crimen organizado en particular. Y en ese sentido, porque los conozco y trabajo todos los días codo a codo con ellos, sé que no van a bajar los brazos, que van a seguir haciendo su trabajo e incluso que van a redoblar sus esfuerzos”.
Finalmente, Benech sostuvo que “es natural que frente a una situación de este tipo requieran no de un gobierno en particular, sino del Estado en general, que les brinde las garantías necesarias para poder desarrollar su trabajo”.