En Uruguay la producción lechera creció sostenidamente a lo largo de este siglo hasta estancarse en torno a los 2.000 millones de litros de leche por año en 2017.
Si mantiene el ritmo de crecimiento este año puede llegar a 2.140 millones, tal vez un poco más, algo clave para un sector que reúne a unos 3.000 productores, pero con una salida importante de empresas.
La remisión de leche a la industria subió 4,5% en agosto y superó los 200 millones de litros, según el último dato del Instituto Nacional de la Leche (Inale).
En setiembre podría haber alcanzado un nuevo récord mensual en el entorno de 228 millones de litros si en el conjunto de la industria se replica el aumento de 12% que registró Conaprole frente a setiembre de 2024.
A ese ritmo, octubre debería superar los 216,2 millones de litros del mismo mes de 2024 y la cifra récord de 222 millones de litros remitidos en octubre de 2020.
Setiembre y octubre son los meses pico de producción.
La producción de 2025 tiene buena chance de superar a la de 2021, hasta ahora el año de mayor remisión con 2.118 millones de litros, y con un precio de US$ 0,43 por litro al productor, 7% superior a un año atrás.
El sector lácteo es el cuarto en importancia entre los complejos exportadores con US$ 680 millones hasta setiembre, 14% más que un año atrás y 179 mil toneladas embarcadas, el mayor volumen en nueve meses al menos desde 2020. En agosto y setiembre encadenó dos meses por encima de los US$ 90 millones exportados por primera vez en cuatro años.
El precio de los productos lácteos tuvo un pico en el primer semestre de 2022 cuando el precio de exportación de la leche en polvo entera que colocó Uruguay rozó los US$ 4.500 la tonelada según los registros de Aduanas
En los dos años siguientes cayó hasta un piso de US$ 3.144 por tonelada en noviembre de 2023 e inició una gradual recuperación hasta los US$ 4.187 de agosto pasado.
Clima, precio y costos: combo favorable para la lechería
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El incremento de la producción viene impulsado por un clima que ha favorecido tanto a la producción forrajera como a la de maíz y no ha perjudicado el confort de las vacas, por los costos de alimentación más bajos de los últimos años en relación al producto al desarrollo de tambos de gran escala que invierten en infraestructura y tecnología y de un precio que ha permanecido estable en torno a los US$ 0,40 por litro de leche.
“Nuestras expectativas son mantener el precio de ese litro de leche en el próximo semestre”, afirmó el director de Conaprole Daniel Laborde.
La baja del precio de los granos lleva a que el poder de compra de la leche –la relación entre el precio recibido en los tambos y una canasta de costos de producción– se ubique un 9% por encima de hace un año según el indicador del Inale.
Los márgenes actuales que permite la relación de precios entre la leche y el alimento concentrado son un estímulo para la producción, junto a la oferta de pasto y la disponibilidad en cantidad y calidad de reservas forrajeras. “La relación entre el costo del mix de concentrados y el precio de leche es la mejor en los últimos 10 años”, afirmó Gabriel Oleggini, gerente del Área de Productores de Conaprole.
La leche pocas veces compra tanto maíz por litro –más de dos kilos– y en la relación con el pellet de soja, nunca había estado por arriba de un kilo por litro de leche como ahora, afirmó el director de la empresa de insumos Prolesa, Carlos Félix.
“El productor está alimentando muy bien al ganado”, dijo, en función de la mayor demanda de grano y concentrado, récord en volumen de ventas en el ejercicio que cerró el 31 de julio.
A la vez, el excepcional estado de las pasturas ha permitido que las vacas consuman mucho pasto, hasta el 70% de su dieta, “y ese es sin duda el costo más barato que tenemos”, afirmó el productor Justino Zavala, directivo de la Asociación de Tamberos de Canelones.
Con buenos rendimientos de los cultivos forrajeros, las reservas que se hicieron el verano pasado permitieron diluir el costo por tonelada de materia seca.
La moderación de los costos y “un precio que compensa” llevan a que “hoy por hoy los números de los tamberos estén bastante mejor” por lo que “se hacen compras y se aseguran reservas”.
Con mayor proporción de grasa y proteína que en los años anteriores la producción de sólidos hasta agosto es la más alta de la serie histórica, 102,29 millones de kilos, 2% superior a 2023. Con mucha leche y muchos sólidos los productores recuperan liquidez y pueden hacer caja.
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Menos endeudamiento, más inversión
El aumento del endeudamiento que se había registrado en 2023 fue reduciéndose.
“La presión financiera se manejó bastante bien con el fideicomiso financiero del Banco República y Conaprole de principios de año que fue tirando lo más pesado a cuatro años”, dijo Zavala, “tuvimos casi 400 matrículas con saldo deudor en Conaprole y ahora se volvió a 100, una base que siempre existe”.
Oleggini señaló que la liquidez recuperada no solo está permitiendo que vayan poniéndose al día los productores que estaban más complicados financieramente luego de dos años críticos, sino también cubrir adecuadamente todos los costos operativos “y como último escalón hacer inversiones en más vacas, en infraestructura, maquinaria”, entre otras.
Santiago Gonnet, Coordinador Lechero de Fucrea, apuntó que las inversiones en comida y en stock de reservas son mayores que en los ejercicios anteriores por la mejora en la liquidez y obedeciendo a “una sensibilidad que se trae desde la sequía”.
“Si el sistema permite”, dijo Gonnet, “se invierte en alguna vaca porque con esta situación del negocio del tambo, la rentabilidad adicional por más ganado es la mejor inversión”.
El tambo hoy es el rubro que “está mejor parado respecto a la producción agrícola y agrícola-ganadera”, sostiene, “con muy buenas relaciones de precios, aunque todavía es una competencia difícil por los campos con la soja y cultivos de verano que en estas zonas cercanas a Nueva Palmira mantienen rentas altas, por más que el negocio agrícola no está tan bien”.
Nueva Zelanda: estrellas alineadas
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La clave de estos cambios está en el precio, y este en gran medida se define en Nueva Zelanda, principal exportador mundial que también está acelerando su producción.
El principal exportador mundial de lácteos, sumó cuatro récords mensuales de producción entre mayo y agosto. En la temporada 2025/26 que comenzó en junio la producción al cierre de agosto se encontraba 4,2% por encima a la misma fecha de la temporada 2024/25.
Como en Uruguay, el aumento está siendo impulsado por los precios más altos de la leche en tres años, alimentos accesibles y disponibilidad de pasto por encima del promedio.
Esa buena producción de Nueva Zelanda se está haciendo sentir en el mercado y es una amenaza de mediano plazo sobre los precios de Uruguay.
En efecto, el valor promedio de los lácteos en la plataforma Global Dairy Trade (GDT) de Fonterra lleva cuatro remates quincenales a la baja y se sitúa en US$ 4.041 por tonelada. La leche en polvo entera bajó 5,8% en setiembre hasta US$ 3.790 por tonelada, el valor más bajo desde noviembre de 2024.
Esta semana Fonterra corrigió al alza su pronóstico de producción de leche para la temporada 2025/26 desde 1.490 millones a 1.525 millones de kilos de sólidos y reafirmó un precio proyectado de US$ 5,83 por kilo de sólidos con un rango de US$ 5,25 a US$ 6,42.
La temporada 24/25 cerró a un promedio de US$ 5,93 por kilo de sólidos –un precio récord– con una producción que aumentó 2,6% respecto al año anterior.
“Los precios internacionales se mantienen firmes, al igual que la demanda de nuestros productos; sin embargo, persiste el riesgo de volatilidad en los precios de las materias primas y los tipos de cambio debido a la dinámica geopolítica”, afirmó el director ejecutivo de Fonterra, Miles Hurrell.
Exportaciones de productos lácteos
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En Uruguay la colocación en el exterior de toda la producción de la primavera está asegurada. La principal luz de alerta es la producción en Brasil y Argentina. En Brasil, segundo mercado en importancia de los lácteos locales, la remisión aumentó 9,3% en el segundo trimestre y RaboBank proyecta que termine el año 6,5% por encima de 2024.
“Con una muy buena producción de leche, Brasil prácticamente hoy no está comprando productos lácteos a Uruguay”, indicó Laborde.
En 2025 las ventas a Brasil acumulan una baja de 10% compensada por el incremento de 58% en las compras de Argelia –el cliente número uno del sector– y por incrementos de la demanda de destinos como Mauritania, Chile y Rusia.
Un buen marco para la producción, pero desafíos por delante
El crecimiento de la producción se registra en un mercado que continúa concentrándose e intensificándose en tambos que absorben los establecimientos familiares pequeños que se liquidan a razón de dos o tres por mes.
Esta corriente no se ha detenido por la mejora de los márgenes desde el segundo semestre de 2024 sino que se ha visto acentuada por los cierres de industrias como Calcar, Coleme y Lactalis “que sacaron a tamberos del circuito formal de remisión, eso es desalentador”, apuntó Justino Zavala.
Tampoco son alentadoras las perspectivas para el Inale, el instituto que articula la red público-privada del sector e impulsa la investigación e innovación tecnológica, apoyando la producción y fomentando las exportaciones.
En el proyecto de ley de Presupuesto presentado por el Poder Ejecutivo se le asigna el mismo monto en pesos de los últimos años -$ 22 millones- que las gremiales consideran insuficiente para financiar su funcionamiento.
El Inale tiene un fondo de reserva generado en sus primeros años de actividad que se agotará a principios de 2026 y con el que ha complementado la asignación de rentas generales.
“Los recursos que dispone el Instituto para su funcionamiento son los mismos en pesos nominales, que se votaron al momento de su creación en 2007. Con estos recursos a partir de 2026 debería cerrar o disminuir drásticamente su accionar”, advirtieron las gremiales lecheras en un comunicado.
La propuesta de las gremiales es que se solvente el instituto con el 0,3% de los ingresos por exportaciones de lácteos que le asignó su ley de creación en 2007 –hoy equivalente a unos US$ 2 millones– y que nunca se le transfirió porque tuvo como destino el LATU y fue sustituido por una asignación de rentas generales.
Un año estimulante
En el ejercicio que finalizó el 31 de julio de 2025, Conaprole recibió 1.517 millones de litros, más de lo esperado.
“El récord de recepción de leche fue en el año 2021, que anduvo en los 1.542 millones de litros, con Olam participando todavía del mercado”, dijo Daniel Laborde, “tenemos expectativas de este año andar en el entorno de los 1.550 millones de litros”.
Alcanzar ese nivel récord de producción va a depender de que el clima siga acompañando y hacia el año que viene se sostienen las expectativas de relaciones de costos favorables con una siembra de maíz que se espera que crezca respecto a la de la zafra pasada que arrojó un récord de casi dos millones de toneladas según el MGAP.
“Es un año para encuadrar en la lechería”, consideró Oleggini, “se han dado excelentes condiciones productivas, de relaciones de precios, y por ende de buenos márgenes, los cuales eran necesarios luego de dos años previos muy complejos. Esta situación ha repercutido para bien en el ánimo de la gente, y por lo tanto nos permite pensar en una buena perspectiva para el año que viene que ya hemos empezado a construir”.
La persistencia de estas condiciones y la capacidad que el aumento de la producción tenga para estabilizar la cantidad de productores y de industrias será lo que mostrará si este es un envión pasajero o se logra generar una nueva dinámica de crecimiento inclusivo en la lechería.