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Encuesta polarización ideológica en Uruguay

Feminismo, sesgo político de la Udelar y búsqueda de desaparecidos, los temas que más dividen a los votantes uruguayos

La encuesta de El Observador y académicos de la Udelar da una primera aproximación a la polarización ideológica local: conocé los resultados

14 de agosto 2025 - 5:00hs

Luego de una campaña chata, con candidatos que evitaron en muchos casos el enfrentamiento y en el que en sus programas se encontraban varias propuestas en común hubo un concepto que se repitió bastante: "los partidos son todos iguales" o "da lo mismo quién gane".

Y si bien es real que los uruguayos comparten, sin importar el partido al que adhieran, bajas distancias programáticas en algunas dimensiones, en otras se ven diferencias marcadas.

Una simple afirmación —de esas que pueden darse en un boliche o entre los comentarios de cualquier red social— muestra que, en Uruguay, hay temas que causan una “fisura” entre los votantes de un bloque u otro. “A 40 años del fin de la dictadura en Uruguay es momento de 'dar vuelta la página' incluso si eso implica dejar de buscar a los desaparecidos”. Solo el 9,2% de los frenteamplistas está "bastante o muy" de acuerdo con esta frase. Entre los votantes de la Coalición Republicana el acuerdo trepa al 71,3%.

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La última encuesta de El Observador junto a académicos de la Universidad de la República (Udelar) midió cómo reaccionan los uruguayos, según su corazoncito o voto partidario, ante distintas afirmaciones. Como explican los coordinadores de la Unidad de Métodos y Acceso a Datos de Ciencias Sociales, la “polarización”, esa palabra tan de moda que la FundéuRAE la eligió como uno de los términos estrella de los medios hace pocos años, no es necesariamente mala en una democracia. Al contrario, muchas veces es la demostración de que los partidos funcionan y no “todos los políticos son iguales”.

Hay una parte de la opinión de los votantes que se asemeja a la del hincha de un equipo de fútbol. Pasa cuando se les pregunta por la aprobación de una acción del gobierno de turno (sea quien sea el que esté en el poder). “Los banco porque los voté” versus “los defenestro porque soy opositor”.

Pero otras preguntas más vinculadas a posicionamientos ideológicos, como las que se hicieron en esta encuesta a 3.383 casos, dan cuenta de que “los votantes de los partidos en Uruguay se ordenan con claridad y consistencia en la mayor parte de ítems de diferentes continuos que uno pudiera definir como de izquierda a derecha (rol distributivo del Estado, rol punitivo del Estado, aprobación de movimientos feministas, accionar del estado respecto a temas de DDHH y memoria reciente)”. Y esa es, según los politólogos Nicolás Schmidt, Fabricio Carneiro y el sociólogo Fernando Filgueira (los tres coordinadores de la UMAD), “una buena noticia”.

No sabemos si esta “polarización programática” viene en aumento o descenso, porque es la primera vez que se pregunta. Pero sabemos que hay temas que “nos unen y otros que nos separan”.

La senadora nacionalista Graciela Bianchi dijo una vez que la Udelar es una “usina de adoctrinamiento”. Su relato es compartido por varios de sus correligionarios —muchos de ellos formados en la propia Universidad— y apoyados en etiquetas del estilo URSSdelar. ¿Existe una coincidencia entre esta percepción de las elites partidarias y sus votantes?

Los niveles de acuerdo (o no) con la afirmación la Universidad de la República está dominada por una ideología política sesgada hacia la izquierda”, demostraron ser uno de los ítems de mayor polarización entre frenteamplistas y votantes de los partidos que se unen en la Coalición Republicana.

El siguiente gráfico lo muestra y, para comprenderlo de forma sencilla, esa separación significativa entre las líneas que muestran los niveles de acuerdo de los partidarios de uno y otro bloque dan cuenta de tamaña distancia:

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Para hacer más sencilla la lectura del gráfico, va un ejemplo contrario. “Quien contamina debería hacerse responsable y pagar por ello", fue una de las afirmaciones que esta encuesta de El Observador, la UMAD y el estadístico Juan Pablo Ferreira (Iesta) les pidió a los encuestados que respondieran dentro de una batería de frases sobre cambio climático. Como se ve en el siguiente gráfico, las líneas de ambos partidos son casi idénticas, pues no existe tal grieta y la temática (una de las más polarizantes en Estados Unidos) en Uruguay es recién incipiente.

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Lo que nos une y lo que nos separa

Los académicos discuten hace años de qué se trata la polarización y cuál es la mejor manera de medirla. Pero en la literatura internacional ha cobrado importancia la división entre la “polarización ideológica o programática” (que es la que la encuesta midió en esta instancia), de la llamada “polarización afectiva” (que El Observador y los académicos de la Udelar ya la habían relevado para Uruguay).

“Polarización afectiva” es como le dicen los académicos al incremento de sentimientos negativos hacia los partidarios de otra colectividad política, y en el caso uruguayo es menor a la observada en otros países.

Suponga que un hijo suyo se va a casar: ¿le disgusta que lo hiciera con un votante del bloque político opositor al suyo? Entre los uruguayos encuestados, representativos de la población adulta local, menos de la cuarta parte se sentiría “muy disgustado” o “disgustado”. En Estados Unidos, donde los estudios de opinión pública advierten por un incremento de la polarización, un 38% de los republicanos y de los demócratas se sentirían un poco o muy molestos con un yerno o nuera del partido opuesto.

Pero en la polarización ideológica, sí parecerían haber temas que unen más que otros. “En materia de género, de memoria reciente, de percepción del sesgo ideológico universitario y de funcionamiento de la justicia de acuerdo a la clase social la polarización es alta”, explican los académicos que trabajaron en este proyecto.

¿Es posible ser feminista y de derecha? La pregunta, que puede formularse de muchas maneras viene siendo asunto de estudio en el mundo. Mucho más desde que se observa un corrimiento de los varones jóvenes hacia el apoyo a partidos más de derecha y, en algunos casos, corrimiento en sentido inverso: mujeres hacia la izquierda.

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Entre la alta polarización también está el clásico clivaje sobre la desigualdad de base: qué partidos defienden más los intereses de sectores ricos o de sectores pobres (por decirlo en criollo de un modo poco ortodoxo). Casi todos los votantes del FA (91%) dicen que “en Uruguay la Justicia es más severa con los delitos que cometen los pobres que con los que cometen los ricos” . O también la mayoría de los frenteamplistas (84%) está de acuerdo con que “la causa de que haya tantas personas en situación de calle es la pobreza y la desigualdad”. Eso no pasa entre la mayoría de los votantes de los partidos de la Coalición Republicana (solo el 40% coincide con esa afirmación).

Mano dura, pero no tanto

Seis de cada diez encuestados por El Observador y la academia el año pasado habían dicho que Uruguay es un país inseguro. Y más allá de alternancias de gobiernos, viene observándose que la “seguridad pública” empieza a tener menos grieta según el voto.

Para decirlo sencillo: antes, en el imaginario colectivo, cuando más a la derecha exigías más medidas punitivas y cuanto más a la izquierda medidas de rehabilitación más sociales.

Como muestran los gráficos eso empieza a diluirse y no es tan marcada como la brecha en cuestiones de género o desaparecidos.

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¿Por qué? Una hipótesis es que el escalar la violencia (o su percepción), los votantes de izquierda han ido girando hacia concepciones que otrora era asociadas a la derecha.

Los temas que no son tema

En las últimas elecciones de Estados Unidos, los asuntos migratorios y el cambio climático fueron clave. Había un abismo entre la opinión de demócratas y republicanos. En algunos países europeos, donde también esos temas son parte de la agenda de discusión diaria, incluso empiezan a incluirse temas sobre el poliamor y la habilitación de la polígamia.

En Uruguay estos temas no solo tienen una baja polarización ideológica en general. Parecen no ser parte de la agenda tal como lo muestra la siguiente gráfica:

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Otra manera de medir la polarización

Como se vio hasta ahora, los matices hacen a veces a la diferencia. Pero también la distancia en los extremos puede ser sinónimo de una “grieta”. Por lo general, cualquiera de las formas aplicadas tienden a ser bastante coincidentes.

Supongamos cada una de las afirmaciones y contemos qué distancia hay entre los votantes del Frente Amplio que están “muy de acuerdo” con aquellos de la Coalición Republicana que también están “muy de acuerdo”.

En el siguiente gráfico se ordenan las frases, y usted puede seleccionar y jugar con cada una de ellas, según la distancia en puntos porcentuales entre los votantes de cada bloque que dicen estar “muy de acuerdo”.

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Cuando mayor es la distancia, más polarización. Para los académicos de la UMAD hay una conclusión clara: los partidos no son todos iguales y hay temas que polarizan más que otros.

¿Cómo hicimos la encuesta?

Por primera vez se aplica a nivel masivo en Uruguay un monitoreo de la opinión pública con encuestas no probabilísticas que permiten inferencias a través de modelos alternativos.

Este proyecto de encuestas —anónimas y cuyos datos no son usados con otros fines que académicos y periodísticos— es una apuesta a la innovación en la aplicación de nuevos modelos de investigación social, la confección de trabajos comunicacionales de calidad e independientes (no reciben apoyo de empresas ni de políticos), y la elaboración de documentos académicos que permiten generar conocimiento.

Si desea ver los resultados en un formato de tabla, ingrese aquí.

Para este sondeo fueron encuestados 3.383 voluntarios, entre el 12 y el 18 de junio de 2025.

A continuación puede conocer más detalles metodológicos:

FICHA METODOLOGÍA JUNIO 2025 (1)

Temas:

Feminismo Desaparecidos uruguayos encuestas EO encuesta

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