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25 de junio 2024 - 5:00hs

De recorrida por pueblos del interior, la senadora Silvia Nane tomaba notas a mano de los planteos que iban recogiendo las visitas de Carolina Cosse. El material condensó en un mapa con capas varias de hojas de calco para bajar a tierra el Plan PAÍS anunciado por la precandidata para un primer año de gobierno, eje central en su estrategia de campaña.

En entrevista con El Observador, la senadora Nane planteó que el Ministerio del Interior "no puede ser la principal herramienta" para la seguridad "porque no es eficiente", cuestionó la "segregación territorial que hay entre La Tahona y Colonia Nicolich" –cuando Yamandú Orsi ha sido enfático en defender los barrios privados– y evitó encasillarse en el espectro ideológico del Frente Amplio.

Es una persona de la actividad privada. ¿Cómo llegó a la política?
Yo siempre milité. Durante dos períodos electorales, a partir de que mis hijos empezaron a estar siempre conmigo, hice cuarteles de invierno hacia la militancia partidaria. Trabajé más que nada socialmente. Sí siempre trabajé el día de las elecciones, porque me encanta: controlar si hay listas, ir a los circuitos, estar cuando la gente vota. Me integré a la candidatura de Carolina en 2019. La conocí cuando yo era parte de la directiva de CUTI, ella era presidenta de Antel cuando se armó todo el plan Jacarandá para llevar empresas de tecnología al interior. Coincidimos en un par de misiones –creo que una en Boston y otra en San Francisco– e hicimos buenas migas. Sobre el final de la campaña, me integré al equipo del comando y ya no salí más.

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¿En algún punto concreto del espectro ideológico?
En la izquierda.

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Silvia Nane, senadora del Frente Amplio.
Silvia Nane, senadora del Frente Amplio.

Hoy es la referente de La Amplia, que es parte de un bloque que lidera el Partido Comunista: el Espacio Democrático Avanzado. ¿Se identifica ahí?
Con los compañeros también del Fidel y la 810 de Flores. Creo sí que hay que avanzar en el concepto de una democracia bastante más popular. Pero es una aspiración general de toda la izquierda. Dentro de la candidatura de Carolina hemos hecho un lindo espectro, no solo ideológico sino en la forma de trabajar. Se agregaron grupos nuevos, el PDC de Salto, gente escindida de Asamblea Uruguay, la 99000, muchos independientes. Trabajamos muy cómodos basados en poner el problema en el medio y pensar en soluciones.

¿Cuál es la razón de ser de La Amplia? ¿La pertenencia al bloque de los comunistas es meramente electoral?
Y junto a otros grupos en el contexto de la democracia avanzada, pero que la candidatura de Carolina tenga a tres de los grupos fundadores del FA –un pedazo del PDC, el Partido Socialista y el Partido Comunista– es un reconocimiento histórico a lo que venimos construyendo. La Amplia es una expresión electoral humilde y muy comprometida. Desde el inicio trata de complementar la oferta electoral para apoyar a Carolina como independientes, con valiosísimos compañeros como Diane De Noir, Cristina Fernández, Ernesto Murro, María Inés Obaldía, el doctor Daniel Borbonet, el doctor Uruguay Russi, gente que se ha venido arrimando a una forma de hacer, de construir.

¿Buscan instituirse como un sector del FA? Ya lo intentaron
No por el momento. Es una forma de trabajo bastante desinteresada hacia la orgánica, en términos de la segmentación del FA.

Todas las encuestas están marcando a Yamandú Orsi con una ventaja de más de diez puntos sobre Cosse. ¿Cómo se revierte?
No tengo muy claro que haya que revertir nada. Las encuestas son un aporte valioso, pero son un insumo más, no direccionan la campaña. Nuestra campaña trata de entender dónde están los problemas y ver por dónde atenderlos. Hicimos algo bastante arriesgado: bajar el programa del FA a la realidad. En las recorridas fuimos sistematizando notas y testimonios personales de cada lugar. Tuvimos eventos agudos como la pandemia, la sequía, las inundaciones, y en todos ves que a los que más les pega es a quienes están más embromados, con factores estructurales como la desigualdad, la pobreza, la segregación territorial, los problemas de vivienda, el acceso al empleo, la inclusión educativa.

Que Cosse haya quedado en alrededor de un 40% de intención de voto, ¿no les habla de un techo?
Habla de un insumo más a tener en cuenta, pero no hay solo una variable para analizar la realidad. Ni siquiera me parece la más determinante.

María Inés Obaldía, Silvia Nane.

Anunciaron alrededor de 100 medidas. ¿La gente vota por eso? ¿Las recuerda?
Sí, según dónde estos eventos agudos hayan pegado más, es lo que más recuerdan. Hay problemas que no reconocen fronteras de arroyo, ni circuitos electorales, están presentes en todo el territorio. La falta de acceso a medicamentos, la falta de acceso al primer nivel de salud en condiciones del ejercicio de un derecho, la preocupación por la salud mental, las preocupaciones por lo laboral y la educación. La gurisada se siente bastante ajena en un mundo que los adultos sienten para ellos pero que no los participan en lo más mínimo. Y la violencia de género. Tenemos un mapa grande de Uruguay al que le fui superponiendo capas con hojas de papel calco: una marca dónde están las escuelas y liceos del país, las de tiempo completo, extendido o simple, otra dónde están las policlínicas y los centros de salud mental; otra con el resultado de la Encuesta Nacional de Nutrición. Cuando las bases programáticas hablan de atender la violencia contra niños, niñas y adolescentes: macanudo, ¿dónde están los centros de INAU con denuncias por salidas no acordadas y las problemáticas? Propusimos crear 14 centros de atención de salud mental para jóvenes en los puntos más problemáticos, con la experiencia del Espacio Contás de la IM, que hoy atiende a 500 gurises. El programa dice que estamos ante una emergencia de salud mental: declaremos la emergencia y armemos un plan para levantar a toda la institucionalidad en alerta y agilizar procesos.

Acaba de hablar de los jóvenes. ¿Hay una idea de buscar ese voto en la interna?
Me parece fundamental buscarlo para que participen. Los gurises fueron parte del Plan PAÍS, la parte de salud mental y de cuidados la hicimos con ellos. No pretendo que vengan y voten nomás. Tienen que tener una participación activa, porque si todo funciona, ellos mismos van a ser parte de eso que van a llevar adelante para ellos.

Los jóvenes son los que menos votan en una interna.
Sí, y los que tienen menor participación en la vida política. Pero si justamente sabemos que ese es el problema, hay que buscar la solución, no asumirlo simplemente como una variable.

¿Es correcto decir que lo que puede torcer la balanza en favor de Cosse son los jóvenes y las mujeres?
No tengo elementos para decirlo porque no soy politóloga. Sí es muy importante pensar en esas poblaciones. Y creo que hay conflictos sociales en distintos tiempos que están en manos de las comunidades resolverlos de forma positiva. El movimiento feminista ha provocado conflictos por espacios de poder –estamos en medio de ellos– y con los gurises pasa lo mismo: para salir de eso de que las mujeres están para la casa y los gurises para hacer caso, tiene que poder resolverse en forma positiva. Siempre hay un sistema de poder que se defiende, es lógico. No verlo es perderse una parte importante del análisis. Ahora me da la sensación que hay un conflicto en cómo vamos a ejercer el poder.

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Acompañada por Silvia Nane, Carolina Cosse se ve emocionada después de que Marcelo Abdala citara a Tabaré Vázquez en el acto por el Día de los Trabajadores; en el fondo de ver al precandidato colorado Andrés Ojeda
Acompañada por Silvia Nane, Carolina Cosse se ve emocionada después de que Marcelo Abdala citara a Tabaré Vázquez en el acto por el Día de los Trabajadores; en el fondo de ver al precandidato colorado Andrés Ojeda

Toda una primera entrega del Plan PAIS es sobre la seguridad, en el entendido de que es lo que más preocupa a la población. Pero no hay casi menciones a la represión inmediata.
Hay sí, lo que pasa es que es un plan de acciones inmediatas que no está centrado en el Ministerio del Interior. Partimos del razonamiento de que ha aumentado mucho la desigualdad –en el mundo en general y en Uruguay en particular– la pandemia pegó fuerte y el incremento de violencia aumenta por la segregación territorial y las formas del mercado criminal que empezaron a aparecer. Eso, más un conjunto de cuestiones culturales apuestan al individualismo, hace que la calidad de la convivencia sea cada vez menor. Por lo cual para pensar una política criminal entera tengo que tener acciones que disminuyan la desigualdad y tiendan a mejorar la convivencia. En la intersección de esas acciones voy a poder pensar en una política criminal, que va mucho más allá que el Ministerio del Interior.

¿La izquierda le ha errado en esa lectura? Tuvo tres períodos de gobierno para gestionarlo.
El mundo y casi todas las ideologías le han ido errando porque ha cambiado a velocidades muy vertiginosas y hemos sido muy contradictorios en entender la convivencia. Lo que sí creo definitivamente es que en algún momento la única política criminal que se entendió era la represiva y la punitiva.

Gustavo Leal se decía “antichorro”.
Sí…

¿Qué piensa?
Yo que sé, que responda Gustavo Leal. Tratamos de enfocarlo para que sea bastante más integral que la gestión de un Ministerio del Interior. En el programa del FA está la creación de un Ministerio de Justicia. No podemos ver la gestión de la política criminal sin entender qué vamos a hacer sobre el mercado criminal. El narco da plata, si no pego ahí, no pego en la línea de flotación. Pero tengo que entender cómo funciona y tengo que poder contener la violencia. Una de las patas es el control de armas, pero otra interesante es la resolución de los conflictos. Deberíamos poder afinar una serie de grises y no que lo punitivo sea la primera reacción del Estado. Puedo tener mesas barriales de convivencia que ante el conflicto entre dos personas de una misma comunidad tiendan a resolverlo de forma positiva. Puedo tener el instituto de una policía comunitaria, pero antes tengo que tener mucho más avanzado el instituto del defensor del pueblo. Después voy a tener la política del Ministerio del Interior. No puede ser la principal herramienta porque no es eficiente. En ese orden de administración de los conflictos, la última pata punitiva es el uso de la violencia del Estado privando de su libertad a quien cometió un delito. Tiene que ser el final de un conflicto que no se resuelve por cuestiones alternativas.

¿Y el votante no se pregunta qué va a hacer la Republicana, cómo van a entrar al barrio, cómo van a resolver las rapiñas?
Sí, pero eso no es la política criminal. Porque si la Republicana entra a un barrio es porque hay una política criminal que dice que es prioritario hacerlo, y hace que deje de hacer otras cosas. No se puede andar a golpe de balde. ¿Después del cuarto tiro voy con la Republicana? ¿Cuál es el factor riesgo, el impacto, el factor comunitario, cómo mejoro?

¿En su equipo hay policías, por ejemplo?
Sí.

¿Puede decir quiénes son?
No, porque no corresponde.

Hay una estrategia deliberada de no decir nombres en seguridad.
De hecho, todos los equipos están conformados por gente que trabaja en muchas cosas. En las últimas elecciones nos han tratado de hacer creer que la baja de la edad de imputabilidad iba a ser la bala de plata para solucionar la seguridad; después era la campaña de Vivir sin miedo; de eso tomaron lo peor con una calidad de cirugía y lo pusieron en la Ley de Urgente Consideración. Parte de eso era agravar el delito de microtráfico y terminaron multiplicando la cantidad de mujeres presas, hay 2.500 gurises con sus referentes adultos presos que ingresaron al INAU. ¿Mejoró algo que en vez de que jueguen al fútbol en el campito lo hagan en el campo de la cárcel? Ahora la bala de plata van a ser los allanamientos nocturnos o que el ministro del Interior se llame Juan Pérez.

¿Por qué no el plebiscito de allanamientos nocturnos? Si hay orden del juez y evidencia de que ahí funciona una boca…
Porque no ha funcionado, porque hay que estudiar, consultar a la gente que sabe. No voy a solucionar el mercado criminal del narco con los allanamientos nocturnos.

Puede ser una herramienta más.
Hay que pegarle al mercado criminal, no se puede ser tan naif.

¿Los descartarían como parte de un plan global?
Primero quiero ver el plan, que tiene análisis de impacto, de riesgo, planes de contingencia. No se hace en dos patadas. Nadie lo puede arreglar por llamarse de determinada manera.

Entre los respaldos de Cosse, los sectores de Izquierda y Libertad promueven medidas como no aprobar la instalación de nuevas plantas de celulosa, suprimir las misiones de paz, eliminar el liceo militar. ¿Dónde están parados en eso?
Ninguna de esas propuestas están en las bases programáticas.

¿Ustedes están de acuerdo?
Las bases programáticas son de todo el FA.

Las bases programáticas sí dicen que se deberá evitar la construcción de barrios privados. ¿Están de acuerdo?
Sí, claro.

Orsi los ha defendido en Canelones. Usted vive ahí.
Sí, soy de Canelones y veo la segregación territorial que hay entre La Tahona y Colonia Nicolich.

¿Le parece que ha sido un error?
Lo tendrá que evaluar la Intendencia de Canelones y después el programa de gobierno, que será un acuerdo de todo el FA.

Temas:

Silvia Nane Carolina Cosse Yamandú Orsi Frente Amplio

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