Dólar
Compra 38,00 Venta 40,40
30 de diciembre 2025 - 5:00hs

Se lo habían propuesto hace ya varios años, pero no fue hasta ahora que “se alinearon los astros” para que Nacho Álvarez pudiera escribir su libro. La propuesta original era que lo escribiera otro periodista luego de entrevistarlo en varias sesiones, pero ese plan no prosperó. Álvarez prefirió hacerlo él mismo.

El periodista y conductor retomó así una práctica que tenía de adolescente y de joven: la escritura de diarios personales en primera persona; que luego, ya con menos tiempo por sus responsabilidades laborales, dejó. Así, en primera persona y con un tono casi de relato oral está presentando Porque todo (no) se sabe, el libro en cuestión que se publicó este diciembre a través del sello Sudamericana, de la editorial Penguin Random House.

Mezcla de memorias y manifiesto, el libro de Álvarez cuenta en una sucesión de viñetas algunos entretelones jugosos de sus salidas o despidos de los canales 4 y 10, así como de Radio Sarandí; el detrás de escena de algunos de los momentos profesionales y personales más connotados del comunicador, y un resumen de sus ideas políticas, sociales y filosóficas.

Más noticias

Para que eso sucediera, entonces, se alinearon los astros. Por un lado, el final de Santo y Seña en 2024 le dio fines de semana libres y tiempo para escribir. Y Álvarez sintió que después de que Canal 4 decidiera terminar el programa “ameritaba mirar en perspectiva no solo lo que pasó esta vez, sino lo que había pasado años atrás con Canal 10". Y además se cumplían 30 años de trabajo periodístico. "Así me senté a escribir sin saber a dónde iba a terminar”.

Embed - Nacho Álvarez: "La tele va a querer que vuelva, no sé si yo voy a querer volver"

Ese libro es la excusa y el punto de partida para esta charla de Nacho Álvarez con El Observador, donde además de contar algo del proceso de ese proyecto, también habla sobre si extraña la televisión y si imagina su vuelta, profundiza en algunos de los conceptos políticos que perfila en su libro, y adelanta algunos detalles sobre su proyecto de streaming que estrenará en marzo de 2026, con el regreso de Santo y Seña(aunque sin ese nombre).

El conductor de La pecera en Azul FM dice que el proceso del libro fue “terapéutico” y le permitió además sincerarse y reflexionar sobre esos distintos episodios que decidió contar. “Hay que reconocer en esa historia errores, vergüenzas, aprendizajes y muchas cosas que yo creo que son el principal aporte. Esos entretelones de la política, de los medios de comunicación, del periodismo. Y que está bueno que se sepan”.

Ignacio Álvarez

En ese sentido, ¿te parece que de alguna forma los periodistas tienen que ser más transparentes en cómo hacen su trabajo?

Yo lo sacaría de los periodistas, diría que todos los seres humanos. ¿Cuánto cuesta ser sincero? ¿Cuánto cuesta ir contra la corriente, contra lo políticamente correcto? ¿Quién se anima a pagar el precio? Desgraciadamente, ser libre es casi imposible. Y yo me siento totalmente libre. Y creo que se nota cuando se me escucha en la radio, cuando se me ve en la tele o cuando se me lee en el libro. Llegar a esa conquista es lo máximo, porque no es la libertad de decir por decir. Todo lo que está escrito en el libro es cierto. Yo esas cosas las viví. Y no me importa si a alguien le pueden molestar porque hay un bien superior que es la verdad. Creo que es necesario que se sepan determinadas cosas para tener una mejor sociedad. Pero cada uno en su vida pregúntese hasta dónde no siente el peso de la censura, de la crítica, del arriesgar el laburo o directamente el dedo que viene de arriba, en el caso de los periodistas. Sé que soy la voz de muchos y que estoy diciendo cosas que curiosamente (o no curiosamente) hasta ahora no salieron en ningún lado. ¿Por qué ningún periodista o ningún medio se pone a desarrollar lo que se dice en algunos capítulos? Obvio que no es por falta de interés de la opinión pública. Y yo no le voy a hacer el agravio a los periodistas del Uruguay de decir, “no se dan cuenta”. Acá quedan todos expuestos, todos los medios quedan expuestos. Yo puedo decirlo. Entonces también hay como una defensa sistémica. Todos tienen el culo sucio, en muchos medios se bajan líneas, se aplican censuras o minicensuras.

Mencionas en el libro que de adolescente y de joven, escribías una especie de diarios personales. ¿Los volviste a revisar en este proceso?

Los revisé pero fue hace más de 10 años, en terapia. Y está bueno porque, como siempre, los recuerdos son maleables. Pero ahí está escrito. Es como el libro. El ejercicio de escribir tiene que ver con una actitud de vida también. Yo siempre hablo de esa introspección y de un trabajo existencial, más allá de lo periodístico, el siempre cuestionarte y cuestionar al resto, el tratar de ir un poco más allá, de no quedarte en la cómoda, en la zona de confort, desafiar los límites, esa actitud de vida está en mí. Y no creo que sea un mérito. Una vez entrevisté a Gabriel Rolón y me decía “tenemos un metro cuadrado de libertad, nada más”. Todo el demás viene condicionado por los genes, por tu historia, por los traumas, por tus padres, por lo que te pasó. Pero tenemos un metro cuadrado y eso hace la diferencia. Yo no sé si tenía la opción de ser otra persona. Yo no sé si vos tenías la opción de ser otra persona. No sé si somos libres. Por más que sintamos que tomamos algunas decisiones, ¿podrías haber decidido otra cosa? Yo podría haber decidido ser un ensobrado o podría haber decidido ser alguien que se callara la boca. Y no. Soy lo que soy. Y creo que todos somos lo que somos.

¿Y la decisión de ser periodista como la tomás?

Yo entré a la carrera de Comunicación porque era una carrera nueva. En ese momento me tentaba la publicidad. En facultad tuve como profesor a Alejandro Bluth, que fue mi mentor y el que detonó la vocación. Fue ahí que dije “tengo un superpoder”. Tengo varios superpoderes. Pero todos tenemos el superpoder de entenderlo todo. Siempre hay una historia, siempre hay un contexto, un conflicto, algo que es difícil de llegar al fondo, pero podemos y debemos intentarlo. Obviamente que eso nunca se termina, no hay verdades absolutas, pero esa inquieta seguridad de que esa realidad infinita se puede entender, es el mayor poder que podés tener. Y luego, una vez que lo entendiste, explicárselo a la gente, traducírselo. Eso es lo que tiene que hacer el periodista. Eso es lo que descubrí en la facultad.

Ignacio Álvarez

¿Volver a la televisión es un objetivo?

No voy a hacer la de Mario Pergolini que dijo que la televisión murió y después terminó volviendo. Yo no reniego de la televisión. Y volvería. Pero se tienen que dar las condiciones y tienen que bancar la toma. La re disfruté cuando la hice y recontra disfruté no hacerla, porque me vino bárbaro para aflojar y aprovechar este año con el proyecto de streaming que tengo para 2026.

¿O sea que no la extrañas?

No, y tener los fines de semana libres es un placer. Igual, todo lindo con el año sabático pero yo acá [agarra su teléfono] tengo doscientas mil denuncias que me llegan todos los días y quiero canalizar todo esto. Mi programa de radio se escucha bárbaro, pero tengo mucho más material y preciso otra boca para salir.

¿Entonces si pasan seis años como entre el final de Zona Urbana y el comienzo de Santo y Seña no hay problema?

Yo creo que la tele va a querer que vuelva. No sé si yo voy a querer volver. Probablemente sí. No ahora, no es el momento. Los canales no quieren quilombo. Y vos me dirás, “¿y después van a querer quilombo?”. No. Los canales son frecuencias que son concesiones del Estado, que más allá de que acá quiero pensar que no va a venir un Hugo Chávez a decir “exprópiese” hay formas que tienen los gobiernos de turno de apretar a los medios: sacándoles la publicidad oficial, revocándoles una autorización para distintos negocios que puedan tener. Acaba de empezar un gobierno del Frente Amplio y yo no soy una figura muy querida por este gobierno y por ese partido, porque soy muy crítico del Frente. No solo del Frente, soy muy crítico en general. Y en estos primeros tiempos la tesitura parece ser “vamos a esperar, en unos años, o capaz el año que viene, hablamos”. Y lo entiendo, es parte del negocio. Lo entendí hace 20 años cuando me fui (o me fueron) de Canal 10, o ahora cuando me fueron de Canal 4. Pero ya no dependo de la tele o de los medios; sé que subo un video, como me pasó, y tiene decenas de miles de vistas. Ya hay una relación generada con la gente.

Yo digo que hay una suerte de batalla cultural que hay que dar, donde por suerte o por desgracia me siento bastante solo, no hay mucha gente que haga lo que hago o que diga lo que digo yo. Digo por suerte porque si soy el único, amado y odiado, me permite cotizarme en todo sentido. Y por desgracia, porque muchos no se animan o dicen, “sí, yo querría, pero tengo que comer”. Y volvemos a lo de antes, vos dependés de arriba. Entonces yo no le puedo exigir a los otros que hagan cosas que los pueden dejar sin laburo. O que los pueden exponer a la crítica, tienen derecho a no bancar. A mí me dicen que tengo el lomo curtido pero en el fondo, más que el lomo curtido yo tengo una seguridad esencial. Yo duermo tranquilo, a mí me pueden decir lo que quieran. No es que me resbale, las puteadas es obvio que me duelen. La verdadera fortaleza no es el tipo que dice que se lleva el mundo por delante, es el que reconoce sus debilidades, el que sufre, el que puede padecer, pero que puede conocer sus zonas oscuras, mirar a los ojos a sus demonios interiores. Una vez que dominás eso te dominaste vos, te conquistaste, conquistaste el mundo. Yo me conquisté a mí y con eso puedo hablar con quien sea desde esta tranquilidad. Es un paso que recomiendo. Porque si los ignorás, los demonios vienen por atrás y te comen.

"Yo creo que la tele va a querer que vuelva. No sé si yo voy a querer volver. Probablemente sí. No ahora, no es el momento. Los canales no quieren quilombo".

Mencionaste el concepto de la batalla cultural, un término que también apareció en los últimos años en el ámbito político local e internacional. ¿Vos cómo la definís? ¿Cuál es la batalla cultural?

Entra todo ahí. Entra el “compañeros, compañeras”, “uruguayos, uruguayas”. Una pelotudez. Entra el feminismo exacerbado, eso de que “las mujeres no mienten”. O “los niños no mienten”. Los niños mienten también. Hay padres que les lavan el cerebro a los niños, implantan recuerdos de cosas que no pasaron. Pero ah, “osaste cuestionar a la víctima”. Los legisladores del Frente firmaron una denuncia penal contra mí porque yo saqué los audios que demostraban que la violación grupal del Cordón no había sido violación, y "cómo iba a cuestionar a la víctima". Pero no era víctima. Muchos colegas también, “que la intimidad, que no se qué”. Dejate de joder, ¿dónde están las prioridades? Tres guachos presos, inocentes, que fueron absueltos por la justicia. Obvio que hay muchas mujeres que son víctimas, de más está decirlo. Pero no podés cuestionar a una mujer porque entonces sos un misógino. ¿Qué es esta demencia? Eso es una batalla cultural.

Lo mismo con la política. Loco, no puede ser que sigamos mirando para el costado con un dictador hijo de puta como hay en Venezuela. Y el Frente haciendo malabarismos. O la ministra Sandra Lazo hablando de Cuba como el faro de la libertad. Se están muriendo de hambre esclavizados en esa isla. Pasa por una cantidad de lados. Y en el fondo la cuestión es la libertad. Yo creo que ese es el principal valor a defender. Y el pensar con cabeza propia y el tener sentido común. ¿Vos defendés los Derechos Humanos? Ok, defendelos en todos lados. Lo mismo la corrupción, no que sea esto sí y cuando pasa con los tuyos no. No es tan difícil. O sí, es re difícil. Porque tratan de meterte dentro de un bando. Y al día siguiente denunciás a uno y dicen “¿pero este no era de los nuestros?”, y no. Yo no soy de nadie. Sí en gran medida por mis convicciones, por mis principios, por mi forma de ver el mundo y demás comulgo, básicamente, con la Coalición Republicana. Sí. Pero estoy absolutamente en contra del concepto de ideología de género que manejan, por ejemplo. Hay muchas cosas que vienen por izquierda, si querés, y que yo las comparto. Entonces, a mí no me encasillen en ningún lugar.

Ignacio Álvarez

Sin embargo planteas en el libro la cuestión de que para vos el discurso de izquierda está perimido, que ya no tiene sentido en el mundo moderno.

Con la izquierda y la derecha está todo bien. Pero no me hables de socialismo, hermano, no funcionó en ningún lado. Lo mismo con los sindicatos: está todo bien, pero en la mayor parte de los sindicatos uruguayos aplica la ley del mínimo esfuerzo. No quieren laburar, buscan una excusa para hacer paro, poner el palo en la rueda. ¡Vagos, corruptos, hijos de puta! ¿Qué está pasando con el Fondo de la Construcción? Metieron la mano en el fondo que era para hacerle una casita a los tipos que no tuvieran un mango y se la llevaron ellos. ¡Hablame de solidaridad! ¡Hablame de lucha de clases! ¡Son los peores! Es hipocresía, es algo que a mí me subleva, me indigna. Algunos me dicen, “no, pero las formas”. ¿No me puedo indignar por estas cosas? Me tengo que indignar. Y todavía hay gente que sigue con el balde en la cabeza y no se da cuenta del doble discurso. Hay que decirlo con todas las letras. Pasó en Argentina, loco, con Milei, que todo lo que quieras, se pasó de rosca, pero la gente se termina hartando.

Yo creo que hay un proceso de evolución inexorable al que también Uruguay va a llegar. Y no te digo que va a haber un Milei uruguayo porque no va a haber nunca un Milei en Uruguay. Pero voy a eso de que vamos a terminar con la pelotudez y el discursito de “somos los buenos”. ¿Y qué es lo mejor para un país? El mundo te lo está diciendo, no hay que descubrir la pólvora. Va por acá. Capitalismo, seguro. Y que la gente labure y pueda dar el máximo. Eso dignifica. Y yo les transmito a mis hijos eso, y es lo que creo. Lo he visto con mi viejo, que vino con una mano atrás y una adelante de España y estudió, se rompió el culo el tipo, derecho, y terminó teniendo uno de los mejores talleres mecánicos del país. Vos sos protagonista de tu vida. Depende más que nadie de vos.

"Yo creo que hay un proceso de evolución inexorable al que también Uruguay va a llegar. Y no te digo que va a haber un Milei uruguayo porque no va a haber nunca un Milei en Uruguay".

El que te escucha decir eso puede pensar, “bueno, entonces es un tipo de derecha”.

Sí, sí, ¿pero qué es derecha? ¿El capitalismo? Sí. Ahora, yo defiendo los derechos humanos. En Venezuela están torturando gente, están desapareciendo gente y los derechos humanos están siendo vulnerados. ¿Yo soy de izquierda porque defiendo los derechos humanos? ¿Son de izquierda o son de derecha los derechos humanos? ¿Qué es izquierda y qué es derecha? O sea, tiene que haber, creo yo, un punto de partida donde más o menos estemos de acuerdo, pero no estamos de acuerdo. Vos ahora le preguntás a la gente y muchos te dicen “que venga un Bukele”. Y yo les digo “no, papá, no”. Orsi pone a Bukele como un ejemplo a analizar pero cuando le hablas de Uruguay, ni siquiera la décima parte de Bukele, decís de endurecer un poco las penas y no quisieron ni allanamientos nocturnos en el Frente Amplio. Me habla de que hay que analizar a Bukele, empezá analizándote vos. Empezá por acá. Pero a lo que voy, con esto de la gente que dice “que venga un Bukele”. Y no, porque eso supone que bajás los homicidios pero ¿a qué precio? Hay que estar en El Salvador, en esa realidad, pero no es la realidad uruguaya. Y yo me niego a sacrificar los derechos. Porque un inocente preso, uno solo, es mucho peor que cien culpables libres. Hay juicios sumarios, te mandan para adentro con razzias. Y andá después a defenderte como puedas. No va por ahí. Entonces, “ah, ¿no eras de derecha?”. Yo soy liberal. Ese es el concepto.

"Hay gente que dice 'que venga un Bukele'. Y no, porque eso supone que bajás los homicidios, si, pero ¿a qué precio? Yo me niego a sacrificar los derechos".

Hace un momento mencionaste que parte de tu batalla va contra el feminismo “exacerbado”, sin embargo en el libro afirmás que sos feminista.

¿Quién no puede ser feminista? ¿Cómo no ser feminista? ¿Cómo no va a haber equidad entre el hombre y la mujer? ¿Quién puede pensar algo distinto? Hay trogloditas que piensan distinto. Yo no. Ahora, la ley que rige en Uruguay es cualquier cosa. Una mujer puede denunciar, puede mentir, puede inventar y no pasa nada. Un hombre denunciado no puede presentar pruebas técnicas. Eso es discriminación. Y está en una ley. ¿Que la mujer es discriminada muchas veces? Sí, la mujer es discriminada. ¿Que los hombres somos discriminados también? Muchas veces también. Pero si lo decís te incendian, te prenden fuego. Ni que hablar del odio al macho, hay un pueblo de esas también. Y yo se lo digo en la cara.

Ignacio Álvarez

Vuelve Santo y Seña el año que viene, por lo que has contado. ¿Qué se puede adelantar de esa nueva versión?

No vuelve con ese nombre, porque lo tiene Canal 4. No creo que quieran cedérmelo, pero cualquier cosa se comunican conmigo. La propuesta es la misma: periodismo de investigación. Estamos cerrando el equipo pero puedo adelantar que vuelven Patricia Martín, Bernardo Wolloch, Leo Pereyra. Estamos en las últimas conversaciones para definir todo, pero la línea es esa. Vamos a volver en marzo.

¿Fue Alejandro Fantino el que te convenció de hacer streaming?

Él fue uno de los responsables de plantar la semillita en una entrevista que tuve con él acá hace algunos meses. De ahí seguimos hablando y nos escribimos, y me ha prometido estar también en el programa. Yo primero decía “streaming no, el mercado argentino es una cosa, en el mercado uruguayo somos tres gatos locos”. Y de lo que me sorprendí es que no pasa por el streaming, no pasa por el formato. La clave es el contenido. Y lo estoy viendo incluso a la hora de monetizarlo. En el fondo el secreto es el mismo de siempre. Los anunciantes, las marcas, quieren llegar al público. Si es en la tele, es en la tele. Si es en la radio, en la radio. Si es por streaming, es por streaming. Ningún medio garantiza per se que llegues al público pero si tenés una propuesta que a la gente le copa, le gusta, le interesa, te van a ver donde sea.

Temas:

Ignacio Álvarez libro Santo y Seña

Seguí leyendo

EO Clips

Te Puede Interesar

Más noticias de Argentina

Más noticias de España

Más noticias de Estados Unidos