Lo primero que dejó en claro el fallo fue: "La Comisión de Apelaciones entiende que los hechos de autos fueron de suficiente gravedad como para ameritar sanciones a ambos clubes. Existe una víctima que ha padecido lesiones graves, hecho que se lamenta profundamente".
El mensaje fue claro. Durante varios días, diversos actores de Nacional (dirigentes, delegados e incluso el entrenador recientemente en conferencia de prensa) criticaron el fallo por la quita de puntos deshumanizando el trágico hecho que sufrió una persona que fue a trabajar al clásico y sufrió una lesión de por vida.
Si bien estratégicamente a Nacional no le convenía puntualizar ese hecho porque eso iba a agravar su condición procesal, la Comisión lo puso de manifiesto remarcándolo antes de entrar en los considerandos, invitando, entre líneas, a una profunda reflexión sobre el hecho.
La Comisión de Apelaciones dejó en claro que no podía aumentar las penas dispuestas por la Comisión Disciplinaria, dejando la puerta abierta a pensar de que en caso de haber tenido que ser los sentenciantes en primera instancia, tal vez hubiera aplicado sanciones más graves a las que impuso la Comisión Disciplinaria.
"Una de las garantías jurídicas básicas del debido proceso, está expresada en la máxima latina: “non reformatio in peius”, la cual le impide aumentar las penas dispuestas: el tribunal de segunda instancia no puede empeorar la situación del recurrente más allá de lo que fue solicitado en la apelación. Por ello, este tribunal y por unanimidad, dispondrá la ratificación del fallo recurrido con algunas precisiones que se expresan en los considerandos subsiguientes", dice el fallo.
Con profundidad argumentativa y sólidas bases jurídicas, el fallo atacó cada uno de los agravios expuestos por los clubes.
Sobre la quita de puntos, Nacional alegó que no se trató de un “incidente colectivo” sino de un acto individual de un sujeto, el que arrojó una bengala náutica, que tiene el mismo potencial dañino que un arma de fuego.
"La Comisión de Apelaciones discrepa rotundamente con esta calificación", dijo la Comisión volviendo a marcarle la cancha a la protesta de Nacional y utilizando los mismos argumentos que ya había expuesto la Comisión Disciplinaria.
El ingreso de una batería imponente de pirotecnia, sumado a otras conductas delictivas como el despliegue de banderas robadas, la violación a la prohibición de los organizadores del espectáculo de lanzar bombas de humo y la forma en que se lanzó la bengala, después de que se abriera una bandera gigante desde donde un barra, camuflado, tiró la bengala, habla a todas luces de un accionar colectivo. Así lo dijo la Comisión Disciplinaria y así lo ratificó Apelaciones.
Nacional pretendía que, en caso de que no se le rebajara la quita de puntos de tres a uno, la deducción de las unidades se aplicara para el Torneo Intermedio 2026. La poco clara redacción de la norma a aplicar le daba al tricolor ilusión de no arrancar con -3 el presente Torneo Clausura.
En este caso, la Comisión hizo una interpretación armónica del Código Disciplinario y llegó a una conclusión lógica y sólidamente argumentada: "La postergación de toda la sanción para el año que viene, la haría casi ineficaz y diluiría el efecto sancionatorio así disminuido y postergado, cuestión que no se comparte con el derecho sancionatorio deportivo".
Si la sanción se trasladaba para el Torneo Intermedio 2026, además, podía darse la insólita situación de que el certamen sea abolido para la próxima temporada y que Nacional quedara sin sanción, habida cuenta de que los clubes llevan cuatro años votando propuestas para cambiar el Torneo Intermedio.
Los argumentos contra los reclamos de Peñarol y un claro mensaje para Ignacio Ruglio
Así como Nacional hizo su jugada política de quitarle magnitud y hasta trascendencia a la persona que terminó herida de gravedad por culpa de su barra, en Peñarol el presidente Ignacio Ruglio repitió una y otra vez que la hinchada de Peñarol "no hizo nada".
Un martilleo sistemático que contrariaba la denuncia del área de seguridad de la AUF y hasta evidencias documentales.
Un video mostró cómo desde la Tribuna Ámsterdam se tiró una bengala contra la Colombes, donde estaba apostada la hinchada de Nacional.
Peñarol expresó en su defensa que no fue una bengala náutica sino una cañita voladora.
La Comisión dijo: "Sobre la cañita voladora o bengala, (Gustavo) Mariossa (jefe de seguridad de la AUF)dice: “teniendo en cuenta las medidas de la cancha …120 metros aproximadamente…no es la simple cañita voladora que compramos a los nenes a fin de año“. El argumento del CAP no se sostiene con las reglas de la experiencia".
Además, la Comisión dio por tierra con el pedido de Peñarol porque no ofreció prueba que contrastara lo expresado por la seguridad de la AUF: "Sin perjuicio de carecer y ofrecer prueba que desvirtúe lo que señala Mariossa. La declaración de Mariossa no fue contrastada por medio útil probatorio. La mera negación sin invocar medio de prueba no enerva la objetividad del funcionario, de reconocida trayectoria.
El otro hecho en el que hizo foco el fallo fue en la agresión de hinchas de Peñarol con proyectiles a un funcionario policial que estaba montado en un caballo y que fue lesionado en el brazo derecho.
Ruglio manifestó en diversos medios que no hubo un oficial herido, que lo consultó con el ministro Carlos Negro y que la prensa informaba eso para "emparejar".
El mensaje de la Comisión de Apelaciones fue contundente: "Resulta llamativo el no reconocimiento de las lesiones a un funcionario policial".
"En el caso, hay suficientes elementos de juicio para sostener y dar probado ambos hechos que niega el CAP. Las declaraciones testimoniales son objetivas... Las lesiones al policía en forma previa al inicio del partido, son hipótesis coherentes en lo narrativo, la hipótesis alternativa más cercana a la teoría del caso del CAP sería que el informe dice una mentira y que las declaraciones también. Francamente, no son de recibo bajo ningún aspecto las meras contradicciones sin elemento probatorio alguno. Y los hechos están probados, debe hacerse una valoración conjunta de los medios probatorios, no es un mero informe el aportado por Mariossa, está complementado por su declaración testimonial, se trata de una persona que estuve presente y da cuenta de los hechos que fueron analizados. Véase in extenso el relato a que refiere casi minuto a minuto y detalla conductas reprochables de los parciales. Está ligado con una coherencia intrínseca, que denota conocimiento personal en los hechos ocurridos y que dan cuenta como fueron. También declaró el Comisario Mayor Juan Silva en igual sentido", dijo el fallo.
Eduardo Decia: "Hay un plan tendiente a desestabilizar y tratar de ejercer una presión indebida sobre los tribunales"
La Comisión de Apelaciones es integrada por Alejandro Sobrera, Fernando Aguirre y Álvaro Da Silva.
Al ser solo tres integrantes, en una Comisión creada para siete miembros, se tuvo que sortear otro, resultando electo Eduardo Decia, integrante del Tribunal Arbitral de la AUF.
"Costó mucho trabajo y considero que es un fallo contundente aunque después está en que el receptor del fallo, sea la opinión pública, el periodismo o el área técnica de los clubes, tenga la objetividad de saber leerlo", expresó Decia a Referí.
"Los clubes tienen que tratar de no desestabilizar los temas políticos del fútbol porque son todos parte de la misma Asociación", analizó.
"No sentí presión, pero uno trabajaría mucho más tranquilo si se respetara el trabajo que se hace porque antes de que saliera el fallo ya se estaban hablando un montón de cosas y lo que nosotros hacemos simplemente es aplicar el reglamento. Podremos ser de un cuadro o de otro, pero se trabaja con responsabilidad y no lo digo a título personal sino también por el colectivo ya que los demás miembros de la Comisión de Apelaciones trabajan siempre con intachable honestidad y profesionalismo".
Nacional perdió por segunda vez consecutiva al recurrir a la Comisión de Apelaciones. Ya le había pasado lo mismo en el clásico del Torneo Clausura 2024, jugado en el Gran Parque Central, y donde sus hinchas cometieron todo tipo de tropelías.
El club, que zafó a gatas de que el partido no fuera suspendido perdiendo con ellos los puntos (en la cancha ganó con autoridad, 2-1), fue sancionado con dos partidos a puertas cerradas, pero cayó en la tentación de apelar el fallo, porque tenía a cuestas dos antecedentes favorables ante Apelaciones. Sin argumentos sólidos perdió y ahora, sin tomar debida nota de esa situiación, volvió a recurrir y a perder, por carecer nuevamente de elementos.
Peñarol, por su parte, ha incurrido en una retórica de victimización. Contra los árbitros, contra el ejecutivo de la AUF, contra los tribunales... Ese discurso ya ha levantado voces en contra en la propia interna del club. Evaristo González criticó recientemente a Ruglio por esa razón.
"Hay un plan tendiente a desestabilizar y tratar de ejercer una presión indebida sobre los tribunales. Y eso está mal", opinó. "Se quieren instalar discursos que no se compadecen con la realidad", agregó.
"En los mandamientos del abogado de Eduardo J. Couture decía que cuando se acababa las instancias y los recursos judiciales no había que recurrir a la prensa para cuestionar al tribunal, sino que había que aceptar las decisiones. Eso hoy está totalmente revertido: antes de que se emita un fallo, ya se vierten un montón de opiniones, de todo tipo, en la prensa", concluyó Decia.