Si habrá que tener cuidado con lo que uno dice: una frase puede terminar convertida en un eslogan, en una máxima, en un chiste, en un meme, en un tema de campaña o de debate, o incluso, en una nota que repasa los dichos que marcaron el año que terminó. Como esta misma.
En un año que tuvo campaña electoral, Copa América, dos plebiscitos, eventos culturales, debates, saltos de los medios a la política, uruguayos que ganaron premios en el exterior y otros que en la cancha o en los Óscar, estuvieron cerca y una larga lista de eventos importantes, se ha dicho mucho.
Estas son apenas doce frases del 2024 que salieron de labios de figuras uruguayas de la política, el deporte, la cultura y la economía. Son frases que marcaron el año, aunque no porque hayan sido máximas para la posteridad, sesudos análisis o reflexiones vitales (aunque también las hay).
Son 12 frases que generaron impacto, que trascendieron y se convirtieron en latiguillos, que se hicieron virales (el mayor símbolo de masividad de hoy), o de las que aunque hayan pasado semanas o meses en estos tiempos de hipersaturación de información y de la avalancha constante de novedades, quedaron asociadas al año que se va.
El candidato colorado en las elecciones 2024 dijo que venía con la fórmula de “la nueva política”. Aunque la novedad no se terminó consolidando en las urnas, Ojeda dejó algunos de los momentos más llamativos de la campaña para un país poco acostumbrado hasta ahora a algunos de los recursos comunicacionales y discursivos del abogado penalista en su camino a octubre.
Uno de los más memorables fue el spot en el que el candidato se mostraba en el gimnasio, respondiendo algunas preguntas al estilo “ping pong” sobre su vida intercaladas con algunas repeticiones de bíceps y pecho plano. Además de contar sobre su barrio de nacimiento, su pasado como músico y a qué dedica el tiempo libre, Ojeda comentó su signo zodiacal.
La campaña de Ojeda generó ríos de tinta y caracteres sobre si era un acierto o poco seria, pero lo cierto es que el “muy de Capricornio” lo referenciaron desde humoristas hasta el mismísimo Julio María Sanguinetti. Y no dude de que pueda aparecer en algún libreto del próximo Carnaval.
El ahora presidente electo elaboró una campaña rumbo a su eventual triunfo en el balotaje que tuvo como una de sus puntas el evitar la confrontación. Jugar en silencio relativo, salvo en instancias como el debate presidencial y no ir al tranque contra los adversarios. Pero en noviembre, una semana antes de la segunda vuelta, Orsi tuvo un entredicho con el conductor Ignacio Álvarez que sacó al entonces candidato frenteamplista del libreto y generó una frase que siguió repicando, sobre todo entre los militantes del FA y los que apoyaron a Orsi.
Álvarez encaró a Orsi a la salida de la sala Magnolio para pedirle una entrevista en sus programas, La Pecera de Azul FM y Santo y Seña en Canal 4, que el candidato le había asegurado que le iba a dar, pero que luego negó ya que consideró que el periodista lo había insultado.
En el entredicho, Orsi le dijo la frase en cuestión, que fue captada por los medios presentes. De ahí a las semanas siguientes, el hecho siguió repercutiendo entre las reacciones de Álvarez, los memes en las redes sociales, las reacciones de los colegas del periodista, y hasta un punto de cambio en la relación entre el conductor y Canal 4, que a finales de este año decidió no renovar el vínculo con Santo y Seña para 2025.
El anuncio hecho por Álvaro Delgado en la noche de las elecciones internas, cuando fue definido como el candidato presidencial del Partido Nacional y proclamó como su compañera de fórmula a la exsindicalista y exintegrante del Partido Comunista Valeria Ripoll, generó un sacudón en la escena política, incluso con algunas resistencias internas dentro de su colectividad.
Lo que fue más unánime fue el rechazo luego de que en un acto en Paysandú, Delgado se refiriera a Ripoll con la frase destacada más arriba. De inmediato el candidato blanco –a modo de broma– dijo que le pedía perdón a su esposa Leticia Lateulade, también presente en el acto. "Es un piropo permitido", agregó Delgado, argumentando que hay que "hay que ponerle un poco de humor a la política".
Desde las juventudes del partido Colorado hasta la actual vicepresidenta Beatriz Argimón manifestaron su rechazo al comentario y el propio Delgado reconoció muy pronto que había sido inapropiado.
"Obviamente no fue afortunado. En esto uno tiene que ser humano y natural. Cuando uno se equivoca, se equivoca. No fue quizás la palabra correcta para hacer un chiste ahí”, dijo Delgado sobre la frase. Pero como pasa en tantos ámbitos, a veces los errores son más recordados que los aciertos, y el comentario quedó en el imaginario popular. Pasaron ya algunos meses, pero el término se sigue usando en referencia a Ripoll por parte de militantes frenteamplistas, como atestiguan algunos comentarios en las redes que la excandidata recibió hace algunos días.
En julio del 2024, el senador de Cabildo Abierto pasó por los micrófonos del programa Fácil Desviarse, en Del Sol FM, donde fue consultado sobre su postura contraria a la homosexualidad. Y Domenech replicó con la frase en cuestión, explicando que "Es un problema personal. Una conducta con la que yo tengo disenso. Y está condenada desde el Levítico hasta el Romanos I. Los que tenemos una formación cristiana vamos a decir que es una conducta equivocada”.
Quizás una de las frases más curiosas dichas por algún político uruguayo, al menos en los últimos años, el comentario de Domenech generó reacciones en propios y ajenos. El líder de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, se desmarcó de su correligionario, señalando que fue “un comentario a título personal”, y que el partido “ no tiene una posición contraria a los homosexuales”.
El comentario repercutió hasta en lugares impensados. ¿Quién tenía en su lista de predicciones para el 2024 que Florencia de la V iba a hablar sobre un dicho de Guillermo Domenech? Sin embargo, pasó.
“Qué fijación tiene con eso. Vos te tenés que poner a pensar en tu casa lo que están haciendo con el culo. Vos tenés que pensar esa declaración. Si lo estás pensando es porque algo querés hacer con el tuyo. A mí me encanta, pero nunca lo estuve pensando. Quizás se lo está preguntando”, bromeó la conductora argentina.
El 20 de octubre de 2024, José “Pepe” Mujica apareció en un acto de cierre de campaña del Frente Amplio, dejando un discurso que resonó en todo Uruguay. Recuperándose de un cáncer de esófago que lo había alejado de la vida pública, Mujica se presentó acompañado de su esposa, Lucía Topolansky, quien lo introdujo como “el último ciclista que llegó”.
En ese entonces, el expresidente habló de su batalla personal contra la enfermedad, de la esperanza política para los militantes y la necesidad de unidad frenteamplista en un 2024 con elecciones presidenciales. Su mensaje de despedida incluyó la frase: “Cuando mis brazos se vayan habrá miles de brazos sustituyendo la lucha”, marcando lo que podría ser su última intervención en un acto político.
A lo largo de este año, Mujica demostró qué tan trascendente es su influencia. Desde su lugar dentro del Frente Amplio y, particularmente, en el Movimiento de Participación Popular (MPP), continuó siendo un estratega clave. Ensanchó los horizontes de su sector y fue el artífice de uno de los movimientos más significativos de la campaña: la incorporación de la periodista Blanca Rodríguez al ámbito político.
Además, su apoyo fue decisivo para consolidar la candidatura de Yamandú Orsi, primero en las internas del Frente Amplio y luego en su eventual victoria en el balotaje. Incluso mientras enfrentaba un cáncer de esófago que lo obligó a replegarse temporalmente, Mujica tejió importantes alianzas políticas que reforzaron la posición de su sector.
La frase “estoy peleando con la muerte, al final del partido” no solo reflejó su lucha personal contra la enfermedad, sino que también se convirtió en un símbolo de resistencia y compromiso político. En un momento en que el Frente Amplio busca proyectar una nueva generación de líderes, Mujica reafirmó su papel como uno de los arquitectos fundamentales de su éxito. Su capacidad para adaptarse a las circunstancias y seguir influyendo en el panorama político uruguayo, incluso a los 90 años, consolidó aún más su legado como una figura relevante. Este discurso no solo cerró un capítulo en su vida pública, sino que también marcó un punto de inflexión en el futuro del Frente Amplio y del sistema político uruguayo.
El 18 de diciembre de 2024, Lucía Topolansky, exvicepresidenta de Uruguay y figura clave del Movimiento de Participación Popular (MPP), generó una controversia nacional al declarar que algunos testigos mintieron en causas de crímenes de lesa humanidad relacionados con la dictadura cívico-militar (1973-1985).
Las declaraciones, realizadas en el libro Los Indomables del periodista Pablo Cohen, expusieron cómo presiones externas buscaban obtener condenas contra exmilitares. Topolansky aseguró que los tupamaros, entre ellos un compañero suyo, rechazaron participar en estas prácticas y subrayó: “No lo vamos a decir porque no somos traidores ni botones”.
Las palabras de Topolansky fueron respaldadas por el expresidente José Mujica, pero también provocaron fuertes críticas, especialmente por parte de la organización Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos. La organización cuestionó que sus dichos pusieran en tela de juicio años de trabajo en la búsqueda de justicia y esclarecimiento de delitos de lesa humanidad. Al mismo tiempo, las declaraciones abrieron un debate sobre la fiabilidad de los testimonios en estas causas.
La Fiscalía de Flagrancia de 10º turno asignó la investigación de este caso, aunque los procedimientos oficiales comenzarán después de la feria judicial.
Topolansky, quien luego reconoció que fue un error no revisar el texto antes de la publicación, ofreció colaborar con detalles adicionales sobre los falsos testimonios mencionados. A pesar de sus explicaciones, el impacto de sus palabras reavivó tensiones históricas y políticas en Uruguay, cuestionando las estrategias utilizadas durante la dictadura y el manejo judicial posterior. Este episodio no solo provocó reacciones inmediatas en el ámbito político y judicial, sino que también destacó las complejidades del proceso de reconciliación y memoria en el país, dejando en claro el peso que figuras como Topolansky y Mujica aún tienen en el debate público.
El 22 de septiembre de 2024, el presidente Luis Lacalle Pou comparó la situación política y el plebiscito sobre la reforma de la seguridad social con la advertencia que un padre haría a su hijo sobre el peligro de tocar una ortiga. Durante el Encuentro con el Patriarca en la Meseta de Artigas, el mandatario utilizó esta metáfora para criticar la postura de libertad de acción de la oposición, especialmente del Frente Amplio, frente a una reforma que él consideraba crucial para el futuro del país. Lacalle argumentó que, al igual que un padre que previene a su hijo de hacerse daño, los líderes políticos tienen la responsabilidad de evitar que se tomen decisiones perjudiciales.
El plebiscito de reforma jubilatoria de 2024, que se realizó el 27 de octubre junto con las elecciones generales y otro plebiscito sobre allanamientos nocturnos, fue una iniciativa impulsada por el PIT-CNT. Buscaba reformar el artículo 67 de la Constitución para establecer la seguridad social como un derecho humano fundamental, eliminando las Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional (AFAP), prohibiendo cualquier forma de ahorro individual con fines lucrativos, fijando la edad jubilatoria en 60 años, y garantizando que ninguna pensión o jubilación fuera menor al Salario Mínimo Nacional. Sin embargo, la propuesta no alcanzó el 50% más uno de los votos necesarios, logrando solo un 40,6%, por lo que no fue aprobada.
Lacalle Pou criticó duramente a la oposición, señalando que su falta de compromiso con el tema reflejaba irresponsabilidad y falta de propuestas claras. Con esta intervención, el presidente buscó destacar la importancia de liderar con determinación en temas trascendentales, en contraste con lo que consideraba una actitud evasiva del Frente Amplio. Aunque su gobierno cerrará con un plebiscito rechazado y una transición de poder a Yamandú Orsi, Lacalle Pou dejó claro su intención de seguir influyendo en el debate político desde su nuevo rol como senador en la próxima legislatura. La metáfora de la ortiga se convirtió así en una expresión de su visión sobre la necesidad de asumir posturas firmes en el liderazgo político.
Joaquín Da Rosa pasó de hacer canciones en su casa y de vender milanesas en la feria o dar clases de tenis de mesa a convertirse durante algún tiempo en el artista del momento. Hizo una canción llamada El traje del PSG que se terminó convirtiendo en un fenómeno de internet: acumuló millones de reproducciones, repercutió en el extranjero y hasta tuvo un guiño de parte del club de fútbol francés.
Más y mejor conocido como Joaco de Piedras Blancas, el cantante fue referido hasta por el senador Juan Sartori, que si no fuera porque es un parlamentario sería un muy simpático tiktoker, pero hasta disparó un debate motivado por el streamer argentino Coscu sobre si el público uruguayo respalda a sus artistas o estos terminan siendo más reconocidos fuera de su país que adentro.
Debates aparte, la canción se pegó voluntaria o involuntariamente en los oídos de miles, y hasta fue cantada por su autor en el Estadio Centenario, nada menos que en la previa del último partido de Luis Suárez con la selección uruguaya.
Consumo irónico o en serio, respaldo local o no, lo cierto es que la canción fue exitosa, y su autor cambió de vida. “Han pasado muchas cosas, fijate que yo recién viajé por primera vez en avión hace algunas semanas, y ahora en unos días voy a meter seis vuelos seguidos. Trato de cuidarme, de no marearme, pero estoy ahí, en el medio de eso. Trato de ser lo más amable y agradecido posible”, contaba a El Observador en setiembre.
El 7 de julio de 2024, Bautista Mascia marcó un hito al convertirse en el primer uruguayo en ganar Gran Hermano Argentina, uno de los reality shows más icónicos y longevos del mundo. Con 209 días de aislamiento, Mascia conquistó al público y dejó la casa con una frase memorable, tomada de The Truman Show: “Por si no nos volvemos a ver, buenos días, buenas tardes y buenas noches”. Este guiño a la película protagonizada por Jim Carrey se convirtió en reflejo la trascendencia de su paso por el programa, que lo catapultó a la fama tanto en Uruguay como en Argentina.
Desde su victoria, Mascia no solo se consolidó como una figura mediática, sino que también reforzó su carrera en la música, retomando el camino iniciado como fundador de la banda de cumbia pop Toco Para Vos. En solitario, logró presentarse el Gran Rex de Buenos Aires, presentó un show en el Montevideo Music Box y de abrió el primer concierto de Lenny Kravitz en Uruguay.
Mascia, nacido en Montevideo en 1996, tiene un historial en la música uruguaya. Con Toco Para Vos, alcanzó la fama en el género de cumbia pop, lanzando éxitos como Hasta la Luna y De vez en cuando. Más tarde, como solista, exploró nuevos horizontes musicales con su EP Piloto, donde mezcló trap, R&B y pop acústico.
Hasta la mitad del segundo tiempo del partido de ida de las semifinales de la Copa Libertadores de 2024 contra Botafogo, la gente de Peñarol creyó. Y en veinte minutos se terminó. Pero hasta ese momento, vivieron con un estado de euforia y manija impulsada por el equipo dirigido por Diego Aguirre que no vivían desde al menos, 2011, cuando el equipo llegó a la final del torneo.
Exacerbada en estos tiempos de redes y exposición permanente, los hinchas de Peñarol ostentaron su algarabía y su fe allá donde pudieron, y este cántico en particular resonó no solo en los estadios, sino también en shows musicales y eventos públicos.
La campaña del equipo aurinegro fue uno de los hitos del fútbol local, que después de unos cuantos años volvió a aspirar seriamente a un título internacional de clubes. Y así como hay nombres propios responsables de lo que pasó adentro de la cancha, la frase del año fue la de sus seguidores, que al final, se quedaron con las ganas, pero pudieron ser felices durante unas cuantas semanas. Y eso no es poco.
El máximo goleador histórico de la selección uruguaya de fútbol hizo su último gol con la Celeste en la Copa América de Estados Unidos. La circunstancia no era la ideal: fue el agónico empate previo al triunfo por penales contra Canadá, en el partido por el tercer puesto. Tres meses después, anunció que se retiraba de la selección y jugó por última vez en el Estadio Centenario, donde fue homenajeado.
Pero aunque ya lejos de la selección, Suárez sorprendió cuando en octubre fue entrevistado por el programa De fútbol se habla así de Directv, y haciéndole honor a aquél apodo de “el Pistolero”, disparó contra el entrenador argentino de la selección, Marcelo Bielsa.
Suárez cuestionó el trato de Bielsa hacia los jugadores, poniendo como ejemplo a Agustín Canobbio, hacia los empleados del Complejo Celeste, y resaltó que el plantel le había pedido una reunión al rosarino para que les dijera “buen día”.
Las declaraciones del futbolista partieron aguas, entre los que consideraron que el trato humano era lo primero, los que dijeron que no correspondía que lo dijera una vez que ya estaba fuera de la selección, los que respaldaron a Bielsa porque lo importante es lo que pasa en la cancha, y todos los que se pararon más o menos en el medio.
La tormenta mayor parece haber pasado, pero Suárez sacudió el avispero de la selección como hacía tiempo no pasaba, y alteró la forma en la que los uruguayos veían a una de sus grandes figuras y al actual entrenador de la Celeste.
El economista Gabriel Oddone, futuro ministro de Economía y Finanzas designado por Yamandú Orsi, sorprendió al afirmar que la edad de jubilación se mantendría en los 65 años, tal como establece la reforma de seguridad social impulsada por el gobierno de Luis Lacalle Pou. Esta declaración, realizada durante una entrevista para el podcast Nominal de la Universidad Católica del Uruguay, generó reacciones inmediatas, ya que contrastó con el programa del Frente Amplio, que considera deseable fijar la edad de retiro en 60 años con incentivos para quienes deseen continuar trabajando. Oddone subrayó que la decisión final sobre retiros anticipados sería discutida en el diálogo social previsto por el nuevo gobierno.
El presidente electo Orsi, al regresar de una reunión con Luiz Inácio Lula Da Silva en Brasilia, abordó el tema destacando que, aunque su gobierno promoverá libertad de opinión, el programa del Frente Amplio y su liderazgo marcarán la dirección. En rueda de prensa, reafirmó el compromiso de su administración con los 60 años como edad deseable de jubilación, en línea con las expectativas de sus votantes y su plan político. Orsi enfatizó que cualquier cambio será fruto de un proceso de diálogo social amplio, con miras a equilibrar los objetivos del programa con las posibilidades reales del sistema de seguridad social.
Esta discrepancia no es la primera entre Orsi y Oddone, quien anteriormente generó debates al cuestionar aspectos clave de la política económica de su antecesora Azucena Arbeleche y al considerar irresponsable prometer que no habría aumentos de impuestos. A pesar de estos desencuentros, Oddone fue bien recibido por el mercado y el sector privado debido a su trayectoria como socio de CPA Ferrere y su enfoque pragmático. Su desafío será liderar un ministerio clave en el contexto de las expectativas del Frente Amplio y las tensiones inherentes a implementar un programa político ambicioso en áreas críticas como la primera infancia, la seguridad pública y la educación. La declaración sobre la edad de retiro marca el inicio de un debate fundamental para el futuro del sistema previsional uruguayo.